Consecuencias del libre comercio para países en vías de desarrollo. Lic. Juan Manuel Bustos

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El presente artículo no debe considerarse como una verdad revelada, sino que es base al criterio e interpretación limitada luego de la información de la cual dispongo, a lo cual mi consejo es que justamente y la intención es sumar conocimientos o nuevos ángulos al desarrollo a las palabras que se desarrollaran a continuación.

Comenzaré por una palabra que integra este mecanismo, la palabra es “libre”, libertad, lo cual en mi consideración ya presenta una connotación más en el sentido estricto de la palabra, no existe en ningún concepto de la vida, no somos libres, tenemos opciones, lo que ya presenta una interpretación diferente y no es menor detenerse en esto unos instantes, tenemos mayores o menores opciones, obviamente aquellos que dispongan de mayores recursos, económicos, poder, seguramente tendrá más opciones que aquel que menos.

Partiendo de este concepto, el libre comercio a mi entender, favorece a aquellos países que tienen economías y sociedades más desarrolladas, producto en gran parte a que tienen mayor historia civilizada, con lo que todo esto implica, en detrimento a aquellas cuyos desarrollados han sido más lentos y requieren de mayo adaptación.

Veamos el caso de 3 países que experimentan libre comercio con la unión europea y que ocurre con sus balanzas comerciales, México, Chile y Sudáfrica, los déficit experimentados por estos 3 países en 2018 (último dato disponible) fueron en el caso de México , 18 mil millones de dólares, Chile 8 mil millones de dólares, Sudáfrica 6 mil millones de dólares, esto es producto de la capacidad de países desarrollados en la capacidad de lograr colocar sus excedentes en estos países y en buena cuantía tecnología obsoleta, a cambio de recursos de poco valor agregado, lo que impide por un lado la posibilidad de desarrollo industrial y en áreas donde países periféricos deberían experimentar un mayor crecimiento de su industria, para luego poder ser competitivos y generar valor en sus economías, lo que daría como resultado un crecimiento sostenido y sustentable de sus pueblos, algo que sí pudieron desarrollar los países con mayor desarrollo, por lo que a priori y en teoría lo que se busca con el libre comercio es la complementación entre los paise o bloques económicos que integran estos tratados, en realidad es un acuerdo de sumisión.

Para el caso de Argentina y un grupo de países, en el que puede ser competitivo en el mundo en algún rubro, si experimentan una competencia desleal de países en desarrollo (lo que es proteccionismo de países desarrollados en detrimento de aquellos en en vías de desarrollo), y vamos a ir con un ejemplo claro que desde el año 1986 se encuentra planteada la controversia en la OMC y hasta el día de hoy ha tenido escasos avances. El caso es el “Grupo de Cairns” es un grupo de países agroexportadores cuyo objetivo es lograr la liberalización del comercio internacional de productos agroalimentarios en el marco de la OMC. El grupo está compuesto por 19 países: Argentina, Australia, Brasil, Canadá, Chile, Colombia, Costa Rica, Filipinas, Guatemala, Indonesia, Malasia, Nueva Zelanda, Pakistán, Paraguay, Perú, Sudáfrica, Tailandia, Uruguay y Vietnam. Ucrania es miembro observador.

Para ello piden la eliminación de los subsidios a la exportación y los aranceles a la importación que sean más distorsionantes (subsidios de la «caja ámbar»). También piden mayor facilidad de entrada de sus productos a los mercados de Estados Unidos, Japón, Noruega, Corea del Sur, Suiza y la Unión Europea.

Como vemos, el libre comercio presenta distorsiones que hay que solucionar, en pos de una verdadera liberalización y complementación del comercio en donde los países en vías de desarrollo experimenten un real crecimiento que favorezca al desarrollo de sus pueblos. De otra manera y dadas las condiciones actuales, geopolíticas y claro ejercicio del poder de los países dominantes presenta una dificultad insoslayable y muy compleja para un sostenido y sustentable crecimiento de sus economías y en consecuencia sus pueblos.

A mi entender, los países periféricos deberían elaborar estrategias de ser posible combinadas y de diferentes enfoques, por un lado tener un comercio administrado con países desarrollados  en donde se presentan desventajas, que si bien existen en los principios de la OMC, en la práctica no suceden, y por otro lado si evolucionar al libre comercio con países complementarios más que aquellos a los cuales hay un “ sometimiento” o claras desventajas dado por el lógico desarrollo que es muy desigual.

Otro elemento fundamental a sumar para el caso de Argentina, Chile y América del Sur y extremadamente importante y dada nuestra situación geográfica en el mundo, es en materia logística, debemos hacer esfuerzos y tener la decisión política de avanzar definitivamente en un proyecto que aumente el potencial y vinculación con Asia, lamentablemente y por decisiones más políticas que de viabilidad quedó trunco el proyecto del “Corredor Bioceánico Aconcagua”, en donde por el paso Cristo Redentor que une Mendoza del lado Argentino con Valparaíso de nuestro vecino país Chile, circula cerca del 80% del comercio internacional Asia- América del Sur vía Pacifico, que tiene en épocas invernales consecuencias negativas que hacen que su viabilidad actual sea poco eficiente en función de lo que podría dar (actualmente todo se realiza vía terrestre) esto generaría enormes beneficios para la región en cuanto a derechos de exportación, inversiones, multinacionales que vendrían a instalarse a la región para generar autopartes o finalización de productos, lo que generaría empleos de calidad y desarrollo a largo plazo. La región a mi entender necesita de este tipo de proyectos también para lograr inversiones reales y de mucho valor.

Como conclusión, tengo como objetivo que este artículo contribuya a complementar sus conocimientos y que a su vez para el lector que no tiene especificidad en el tema le haya resultado útil y pedagógico, bienvenidas sean las opiniones constructivas e información que siga colaborando a la mejor interpretación de este tema puntual, trato en lo posible de ser pragmático más que utópico o idealista y creo que lo planteado en este artículo es posible. Requiere de voluntades y variables exógenas que no están a mi alcance, pero sin dudas, alcanzables y no dejarse llevar por ninguna teoría conspirativa o «maquiavélica», sino entenderlo como disputa de intereses, en donde cada uno de los actores que intervienen tienen intereses para llevar o intentar llevar a la práctica.

 

Lic. Juan Manuel Bustos

Diciembre 2020