Política Aerocomercial – La soja vuela

0
59

POLÍTICA AEROCOMERCIAL – LA SOJA VUELA

por Dr. Oscar Palomba

 

 

La aviación comercial no  es del todo comercial cuando tiene que volar a pérdida. Si alguien vende permanentemente por debajo de su costo, lo normal es que termine quebrando. Sin embargo, la aviación comercial tiene carácter de servicio público, por lo cual es innegable el derecho del Estado de querer que ciertos puntos de su territorio, por los que haya un especial interés, estén comunicados por vía aérea.

Es así que, mediante la Ley 19.030, se estableció un mecanismo de  «complementación económica» que está dirigido a aquellas compañías que operen rutas que hayan sido declaradas de interés general, pero cuya explotación comercial genere quebranto. El método para determinar el quantum de la complementación económica está fijado por el decreto 6875/71. Este decreto, realizado en una época en la Argentina donde el militarismo era la doctrina imperante desde el Estado, partía de la falacia que este (por lo menos el argentino) podía controlar la operación comercial de las empresas privadas y determinar su rentabilidad. Se recomienda su lectura para quienes cuenten con una buena dosis de ingenuidad e ignorancia. Es impensable que semejante instrumento legal, tan imperfecto, no habilite a la dilapidación de fondos públicos  y el incumplimiento del fin para el que fue pensada la norma.

Adicionalmente, el Estado creó una línea aérea, aún hoy vigente, que sirviera a los mismos fines. LADE (Líneas Aéreas del Estado) tiene por fin cubrir rutas (sobretodo en el Sur del país) que unan puntos que necesiten de la comunicación aérea, pero cuya operación no sea rentable.

Por otra parte, algunas provincias argentinas, con superávit presupuestarios están organizando compañías aéreas locales a las que «complementarán» económicamente a efectos de viabilizar su operación.

Asimismo, otra provincias más modestas han construido pistas y pequeñas infraestructuras aeroportuarias que nadie usa, y que se encuentran esperando que le dé el cuero para «complementar» a alguien que haga aterrizar algún avión por pequeño que sea. (Conste que no me refiero exclusivamente a la de Anillado).

Por las características propias de la actividad aerocomercial, que también son las de un servicio público, el Estado siempre va a tener algún tipo de intervención en la misma, en mayor o menor medida dependiendo de cuan bien funcionen las empresas privadas (o las haya el Estado dejado funcionar). La actividad nació al amparo de los Estados, se desarrolló con el apoyo de los mismos, evolucionó hacia una seudo-desregulación, y ahora se orienta hacia empresas privadas consolidadas pero siempre con Estados atentos y vigilantes por detrás.

La República Argentina, también acompañó, con desprolijidades propias, los pasos que se fueron dando en el resto de los países desarrollados. Actualmente los superávit  fiscales provenientes de las retenciones a las exportaciones (fundamentalmente de la soja) están alentando a autoridades nacionales y provinciales a incrementar la «complementariedad» para que nuevas y viejas compañías amplíen sus planes de rutas conectando o mejorando su conexión a distintos puntos del país.  Esta política aerocomercial, responde a la «matriz diferenciada» entre campo e industria a la que se refiere la senadora Fernández de Kirchner, razón por la cual, cualquier emprendimiento aerocomercial local deberá tener en cuenta no sólo los aspectos comerciales y operativos propios de la actividad, sino fundamentalmente la variación de los precios de exportación de Argentina, que pueden ser los que incidan directamente sobre la matriz o puedan alterarla sustancialmente generando una nueva política aerocomercial.

Un cambio de paradigma, como se dice ahora…

Dr. Oscar Palomba

palomba@fibertel.com.ar

Septiembre 2007