El Foro Público de la Organización Mundial de Comercio. Una síntesis en primera persona – Mgtr. Adriana Narváez.

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Del 12 al 15 de septiembre pasado, se llevó adelante una nueva edición del Foro Público    de la Organización Mundial de Comercio el cual tiene lugar en la sede del organismo en Ginebra, Suiza.

Puntualmente el edificio de la sede se llama Centro William Rappard y hasta la creación de la OMC en 1995, albergó distintos organismos internacionales, entre ellos la Secretaria del GATT.

Al ser un encuentro que reúne a actores de la sociedad provenientes de la academia, ONG´s, sector industrial y gobiernos de los 164 países miembros, tuve el gusto de participar y vivir en primera persona esta más que interesante experiencia de cuatro jornadas las cuales voy a tratar de sintetizar en unas líneas.

Cada día se presentaron diferentes actividades, entre las que se destacaron, conferencias, debates, paneles de diversos temas con representantes de distintos países del mundo, así como también presentaciones de informes, libros y otras acciones como, por ejemplo, la dedicatoria de una cápsula del tiempo que se abrirá en el año 2050.

Asimismo, no podemos dejar de mencionar que el último día Argentina presentó, por primera vez, un panel para desarrollar el impacto positivo que la innovación bio – digital tiene sobre el sector agrícola de nuestro país, siendo éste un actor clave en la producción de alimentos a nivel mundial (durante el foro se planteó, también, la importancia de la eliminación de los subsidios agrícolas que distorsionan el comercio internacional).

Cada año el foro público tiene un tema que funciona como eje y el de esta ocasión estuvo relacionado con la necesidad de actuar de forma inmediata en relación a pensar de qué forma el comercio y la OMC pueden ayudar a crear un futuro más verde y sostenible (en un próximo artículo trataré de forma específica el tema medio ambiental en su relación con el comercio internacional, las diferencias en la forma de encararlo y la viabilidad de esto para países desarrollados, emergentes y menos adelantados, especialmente dentro del marco del Mecanismo de Ajuste en Frontera por Carbono).

Durante el primer día, tuvo lugar la presentación del informe 2023 sobre el comercio mundial que estuvo a cargo del Economista Jefe del organismo, Ralph Ossa.

Y a continuación, expusieron la Directora General del Organismo, la Dra Ngozi Okonjo – Iweala y el ex primer ministro del Reino Unido, hoy enviado de Naciones Unidas para la Educación, Sr Gordon Brown.

La síntesis de las ponencias de los dos, en concordancia con el mencionado informe, pusieron de manifiesto que, en el actual contexto mundial muy incierto en general y en lo económico en particular, es el incremento de los flujos comerciales lo que puede ayudar a generar una mayor prosperidad y, si bien evidentemente no aplica en todos los casos, también un marco de menores conflictos internacionales.

Aún en un escenario como el planteado desde aproximadamente el 2015, en donde claramente se vio un freno o, al menos, una desaceleración del proceso de globalización (evidenciado entre otros factores por un incremento en el proteccionismo, el Brexit y los procesos de reshoring que desencadenaron una transición de las cadenas globales a las cadenas regionales de valor) se expone una nueva etapa que en el informe (y como concepto eje de todo el foro) se ha denominado “Reglobalización”.

En un contexto de post pandemia y conflicto bélico entre Ucrania y Rusia, la idea de base es que aunque no todo sea ideal –claramente- el camino de mayores flujos comerciales y las reglas determinadas en la OMC son la mejor alternativa para incrementar la riqueza de los países (sean desarrollados, G20 o PMA) e incluso para tratar de disminuir los conflictos internacionales.

Una de las conclusiones preliminares del informe al analizar el estado de situación actual es que las “tensiones geopolíticas están comenzando a afectar los flujos comerciales, incluso en formas que apuntan hacia la fragmentación de las relaciones comerciales”.

Según las estimaciones de la Secretaría de la OMC, “los flujos comerciales de bienes entre dos hipotéticos bloques geopolíticos –basados en los patrones de votación en la Asamblea General de la ONU- han crecido entre un 4% y un 6% más lentamente que el comercio dentro de esos bloques”.

Sin embargo el informe también sostiene que a pesar de lo dicho “el comercio internacional continúa prosperando, lo que implica que los rumores sobre desglobalización todavía no están respaldados por los datos” enfatizando la expansión del comercio de servicios digitales, bienes ambientales y las cadenas globales de valor, además de la resiliencia del comercio ante las recientes crisis globales.

Así las cosas, las conclusiones generales del foro fueron tendientes a que existe una mirada alentadora en relación a trabajar de forma conjunta en pos de retomar esa senda de mayor integración, confiando en que si bien el mecanismo actual de regulación del comercio internacional no es perfecto ni mucho menos, con los ajustes necesarios (se habló de la reforma del organismo planteada ya en la última conferencia ministerial y propuesta como tema de agenda de la próxima) sea el camino para generar un comercio internacional más inclusivo.

Respecto a mis conclusiones personales en relación a estos cuatro días es que realmente el foro es un espacio maravilloso de intercambio en donde distintos actores de la sociedad civil de los países miembros pudimos debatir, generar ideas, escuchar las distintas realidades del país o bloque del que se estuviera hablando, ver como desde otros espacios se plantean soluciones diferentes a problemas que tenemos en común y, en definitiva, como de esta forma se lleva adelante la integración en los aspectos ya no sólo comercial y político, sino también educativo, cultural y de relaciones internacionales.