En Mendoza, la CAC y la UCIM organizaron el seminario «La Argentina que viene: apostando por un nuevo país»

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La Cámara Argentina de Comercio y Servicios (CAC) y la Unión Comercial e Industrial de Mendoza (UCIM) organizaron el seminario anual «La Argentina que viene: apostando por un nuevo país», con motivo de la celebración del 105º aniversario de la entidad local. Los disertantes invitados fueron el economista Juan Carlos de Pablo y el filósofo Santiago Kovadloff, quienes brindaron sus perspectivas sobre el futuro del país.

Las palabras de bienvenida estuvieron a cargo de Daniel Ariosto, titular de UCIM e integrante del Consejo Directivo de la CAC,  y de Guillermo Dietrich, vicepresidente II de la CAC. En su discurso, Ariosto destacó los esfuerzos de la institución que preside por llevar adelante un trabajo cooperativo: «Desde UCIM queremos dejarle a la comunidad todo nuestro trabajo y sentimientos. En cada visita a las cámaras de la provincia llevamos el propósito de ser útiles, dejar algo. Ha sido un año muy difícil y el 2024 es para nosotros un signo de interrogación. Pero tenemos una convicción: tenemos que ser mejores».

Por su parte, Dietrich se mostró optimista con respecto a las posibilidades de mejora para el sector: «Felicito a todos ustedes, a los emprendedores, porque siguen poniendo pasión en lo que hacen y en su empresa. Sabemos que el país hace muchos años que no logra una transformación. Yo creo que en este momento se puede lograr, con la ayuda y el sacrificio de todos los hacedores y de todos quienes pagamos impuestos».

A su turno, De Pablo se refirió a la incertidumbre económica que trae aparejada el cambio de gobierno: “Nadie sabe qué puede pasar en 2024 debido a que ni siquiera se puede anticipar lo que sucederá la semana próxima. Estamos en Argentina, no en Suiza”.  Sin embargo, aseguró que luego del 10 de diciembre “todo va a seguir funcionando y los empresarios van a seguir tomando decisiones para trabajar y salir adelante”. Aunque también instó a “hacer” y descartó que las cosas puedan mejorar si lo único que se plantea es un ajuste.

En relación al sistema de gobierno, Kovadloff afirmó que “la democracia es el mejor sistema posible, pero el más difícil, porque debe perfeccionarse a sí mismo todo el tiempo, pero nos da la posibilidad de hacerlo». En la misma línea, señaló que “la política se maneja en el terreno de la eficacia, no de la ética; y la eficacia a cualquier precio puede llevarnos a escenarios realmente trágicos».