Derecho aduanero – Vinculación entre la Academia y el Sector Empresarial – Lic. René Suástegui (desde México)
La Academia Internacional de Derecho Aduanero (ICLA por sus siglas en inglés) llevó a cabo el I Congreso de Construcción y Certificación de capacidades de Comercio Exterior en la Ciudad de México el 17 y 18 de abril de 2024, cuyo objetivo fue abordar diversos temas del ámbito aduanero que permiten desarrollar las capacidades técnicas en esta materia; contó con la participación de verdaderos expertos en diversos ámbitos del derecho aduanero, como son: la clasificación arancelaria, la valoración aduanera, la contabilidad aduanera, medios de defensa, entre otros; independientemente de la experiencia, capacidad y el análisis que se abordó en cada mesa y la riqueza de las exposiciones, me gustaría platicar un poco sobre la conferencia inaugural del evento, misma que abordó el tema de formación de profesionales en el comercio internacional y los requerimientos de las empresas.
Y es que, desde mi punto de vista es un tema que impacta a los países de nuestra región y se convierte en un factor al que le debemos poner una mayor atención.
En principio nuestros Ministerios de Educación y Universidades desarrollan las matrículas o planes de estudio acordes a los requerimientos de cada uno de nuestros países y claro que deben estar respaldados por una rigurosa metodología pedagógica; sin embargo, pareciera que los mismos no se actualizan a la misma velocidad con la que nuestras sociedades evolucionan; por ejemplo, en el ámbito del comercio internacional, al igual que otras ramas del conocimiento, se está evolucionando a procesos y trámite sin papel, documentos digitalizados, en los que cada día es más común escuchar expresiones que hacen referencia a inteligencia artificial, blockchain, big data, realidad virtual, etc.
Independientemente de los aspectos tecnológicos también debemos estar cocientes que el comercio internacional es dinámico y lo que prevalecía hace cinco años hoy es sustituido por algo nuevo, el ejemplo más palpable lo encontramos en el comercio electrónico, mismo que se potencializó a raíz de la pandemia; asimismo, conflictos sociales y bélicos afectan a la logística internacional; situaciones como las anteriormente expuestas exigen al sector empresarial mantenerse a la vanguardia si pretende ser competitivo a nivel internacional y la manera que tiene que alimentarse es de los egresados de las Universidades, la pregunta es: ¿Las personas egresadas fueron preparadas para afrontar los retos del mundo empresarial actual?¿Qué pasa con las exigencias técnicas actuales? ¿Cómo podemos vincular dos mundos con una naturaleza distinta y objetivos que deberían alinearse?
Desde mi punto de vista, se requieren planes de estudio más ágiles y flexibles, que se actualicen conforme a los cambios tecnológicos, pues la demanda de personal altamente capacitado es real y nos permite competir con el resto del mundo.
Al empresario lo que le ocupa es contratar al mejor perfil posible; pero no necesariamente el mejor perfil es el alumno que obtuvo las mejores notas en la Universidad; por supuesto que eso tiene un gran mérito y merece ser reconocido; sin embargo, lo relevante es que ese alumno pueda insertarse en el mercado laboral con la capacidad de resolver problemas reales; es relativamente fácil ver el estatus de los países de nuestra región en el mercado laboral; si en los sitios web que se dedican a la contratación de personal encontramos solicitudes como la siguiente:
“Se solicita especialista aduanero, recién egresado con tres de experiencia en la atención a trámites en la aduana”.
Lo que yo interpreto de una solicitud de estas características es que, la empresa que busca al especialista aduanero pondera la experiencia adquirida fuera de las aulas y eso nos debe llevar a reflexionar nuevamente sobre las matrículas o planes de estudio, en este ejemplo hipotético, queda claro que el empresario ha vivido la experiencia de contratar a personal recién egresado de la carrera profesional y que no está suficientemente preparado, pues requiere tres años para equilibrar el conocimiento adquirido en las aulas, con las necesidades reales del mercado laboral.
Tenemos una tarea muy importante por delante, qué es lo que están haciendo mejor que nosotros en Europa o Asia, entiendo que debe haber una curva de aprendizaje entre la Academia y el mundo empresarial, pero es evidente que esa brecha es menos pronunciada en los países de esas regiones.
Sin quien esto escribe sea experto en pedagogía, me parece que lo que tenemos que hacer es generar el acercamiento entre las autoridades educativas, Universidades y Cámaras Comerciales para, en primera instancia, hacer una revisión de los planes y programas de estudio, con un afán propositivo, podemos pasar meses criticando lo que cada parte considera que no está bien hecho y no avanzar en propuestas concretas; una segunda etapa es trabajar en esos planes y programas con materias que sean un tronco común elemental, mismo que se robustece con aquellas materias que resultan de utilidad práctica para el mercado laboral, siendo importante valorar que este bloque de materias se revisen cada tres años para actualizar aquellas que así lo ameriten y suprimir aquellas que resulten obsoletas y sustituirlas por materias que aborden temas de actualidad.
Otro aspecto indispensable es el nivel y preparación del cuadro docente, estoy seguro que en todos nuestro países tenemos líderes en la formación en materia aduanera y/o logística, quienes cuentan con la capacidad, herramientas y un equipo altamente capacitado, es crucial el apoyo de estos docentes, puesto que ellos se dedican a la preparación de personal y además, conocen lo que el sector empresarial requiere, saben cuáles son las áreas de oportunidad de las personas que se incorporan al mercado laboral como recién egresados en el medio aduanero.
Otra forma en que se puede generar el vínculo entre Academia y sector empresarial es mediante la implementación de semilleros, en los que podría involucrarse a alumnos que se encuentren en los últimos dos años de su carrera profesional, para que trabajen en proyectos específicos en alguna empresa; no hablo de lo que en México se le llama servicio social; de lo que hablo es, por ejemplo, una empresa del sector manufacturero está evaluando exportar latas de aluminio a un país de la Unión Europea, de lo que se trata es de que se incorpore al alumno o grupo de alumnos en ese proyecto concreto y dirigidos por un directivo de la empresa y arropados por personal de la misma con experiencia, para que trabajen en equipo, analizando ventajas, desventajas y haciendo todo lo necesario para echar a andar ese proyecto, claro, se necesita que se motive con una beca al alumnado que participe en proyectos de esta naturaleza.
También se puede evaluar la “tercerización” de proyectos, la empresa contrata a la Universidad para que sea ésta la que desarrolle el proyecto completo o alguna etapa del mismo, evaluando qué conviene más, tener a personal de la empresa, pagando sueldos y demás gastos para el desarrollo del mismo, o se contrata a la Universidad para que sea ella con su grupo de docentes y alumnos quienes implementen ese proyecto o etapa del mismo, esto inclusive puede hacer multidisciplinario el trabajo, pues se pueden involucrar a alumnos de diversas carreras profesionales: economía, matemáticas, derecho, contaduría, negocios internacionales, mercadotecnia, etc.
Estas son solo algunas ideas sobre la formación y educación vinculada al mundo empresarial, se que muchos de ustedes tendrán otras adicionales todavía mejores.
Lo que queda para la reflexión es que tenemos un largo trecho por andar en esta materia, por lo pronto agradezcamos a la Academia Internacional de Derecho Aduanero por implementar este Congreso y esperemos que sea el primero de muchos en los que se aborde esta necesidad de vincular a la empresa con la Academia, un tema que estoy seguro que afecta a todos los países de nuestra región.
Fuentes de información:
https://unesdoc.unesco.org/ark:/48223/pf0000371076
https://tecscience.tec.mx/es/humano-social/colaboracion-de-la-industria-con-la-academia/
Lic. René Suastegui
abril 2.024