La CCI y la OMA publican recomendaciones de facilitación del comercio para mejorar la integridad en las fronteras

Entre 1,2 y 1,5 billones de dólares estadounidenses. Ese es el asombroso coste anual del soborno, equivalente a aproximadamente el 2 % del PIB mundial anual. Sin embargo, el soborno representa solo una faceta del devastador impacto de la corrupción. El verdadero coste es mucho más profundo: socava los cimientos mismos del comercio justo y el crecimiento económico al erosionar la confianza institucional, distorsionar la competencia y crear barreras artificiales que limitan las oportunidades para las empresas de todo el mundo. La corrupción prospera precisamente donde más se necesita la facilitación del comercio: en entornos complejos y opacos donde los procedimientos abarcan múltiples agencias gubernamentales y la toma de decisiones discrecional crea oportunidades para el abuso. Las micro, pequeñas y medianas empresas (MIPYME) y las empresas propiedad de mujeres son particularmente vulnerables en estos entornos, ya que a menudo carecen de los recursos para sortear los trámites engorrosos o absorber los costes adicionales de los pagos informales.
Sin embargo, la facilitación del comercio –la simplificación y armonización de los procedimientos del comercio internacional– puede ser una poderosa palanca para combatir la corrupción, según un nuevo documento conjunto de la Organización Mundial de Aduanas (OMA) y la Cámara de Comercio Internacional (CCI).¿Cómo limita la facilitación del comercio las prácticas corruptas?
Al reducir la complejidad y aumentar la transparencia, la facilitación del comercio limita las oportunidades de prácticas ilícitas. Cuando se implementan correctamente, estas medidas crean un entorno donde la corrupción se vuelve más difícil de llevar a cabo y más fácil de detectar.
La digitalización de los procesos fronterizos para reducir la intervención humana y el establecimiento de marcos regulatorios claros y transparentes que limiten la discrecionalidad en la toma de decisiones son medidas concretas de facilitación del comercio que fortalecen la integridad. Las alianzas público-privadas desempeñan un papel esencial al promover la acción colectiva y reforzar la implementación de reformas centradas en la integridad.
Estos esfuerzos deben basarse en el Acuerdo sobre Facilitación del Comercio de la Organización Mundial del Comercio (OMC) y el Convenio de Kyoto Revisado de la OMA, que proporcionan una base fundamental para fortalecer la integridad, promover la transparencia, limitar la discreción y apoyar procedimientos fronterizos más predecibles y basados en normas.
Sin embargo, las prácticas fronterizas en muchos países siguen necesitando urgentemente reformas para facilitar el comercio. Por ejemplo, las licencias de exportación: en algunos casos, las empresas deben acudir a varias oficinas gubernamentales para sellar documentos en papel, un proceso largo y costoso. Cuando los funcionarios exigen documentación adicional arbitrariamente, se crea un terreno fértil para la corrupción, ya que los funcionarios pueden exigir pagos de facilitación mientras las empresas se sienten presionadas a cumplir simplemente para agilizar los procesos.
Si bien la facilitación del comercio es una poderosa herramienta anticorrupción, no está exenta de riesgos y limitaciones. Estas medidas pueden enfrentar desafíos como la manipulación de datos en sistemas digitalizados, amenazas a la ciberseguridad, riesgos de corrupción interna y resistencia a la adopción de tecnologías. Para abordar estas vulnerabilidades, tanto las autoridades aduaneras como las empresas deben implementar enfoques integrales que incluyan estructuras de gobernanza sólidas, auditorías periódicas, protección en ciberseguridad y programas de capacitación. Las alianzas público-privadas a través de los Comités Nacionales de Facilitación del Comercio y las cámaras de comercio son esenciales para generar confianza y crear estrategias eficaces de cumplimiento que aborden tanto la oferta como la demanda de la corrupción.
La facilitación del comercio en acción
Las empresas con visión de futuro están adoptando prácticas alineadas con los principios del Acuerdo de Financiación de Transacciones (TFA) como herramientas anticorrupción. Algunas empresas exigen a sus unidades de negocio que tomen medidas prácticas para reducir el riesgo de solicitación, incluyendo la digitalización de transacciones sensibles y la contratación de asistencia legal al asistir a reuniones con partes que presentan un mayor riesgo de solicitación.
Otras empresas exigen el uso de comunicaciones electrónicas o soluciones de gobierno electrónico en áreas como licencias, adquisiciones e impuestos para reducir las interacciones cara a cara con funcionarios públicos y minimizar los riesgos asociados de solicitud de sobornos.
De igual manera, algunos países que han adoptado la digitalización han obtenido resultados notables. Por ejemplo, en Guatemala, un proyecto apoyado por la Alianza Global para la Facilitación del Comercio digitalizó los procedimientos de llegada y salida de buques a través de la Ventanilla Única Nacional (VUMAR), reduciendo los tiempos de procesamiento en un 85 % y eliminando la necesidad de múltiples visitas presenciales. Esta reforma permitió la trazabilidad y verificación de todas estas transacciones, demostrando cómo la facilitación digital del comercio puede reducir las oportunidades de corrupción al sustituir los procesos en papel por procedimientos más transparentes y responsables.
Recomendaciones prácticas para aduanas y empresas
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Fuente: OMA