Argentina en el mundo del Comercio Internacional – Mgter. Gustavo Fadda

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En 1940, Argentina participaba a nivel global con el 2,5 % del total de las exportaciones globales, que, para ponerlo en contexto actual, sería la misma participación que hoy tienen Bélgica y Francia, 8° y 9° exportadores mundiales de Bienes, con montos de 633 y 618.000 Millones de dólares.

Éramos desde 1880 hasta esa fecha, la 5° economía mundial y principal exportador global de pocos productos a pocos mercados, que generaban un gran ingreso de divisas por exportaciones con lo cual se sostenía y solventaba el funcionamiento del estado. Todo llevaba a que el país funcionara como una economía de renta.

Final de la 2° guerra mundial y nuevo escenario internacional.

En 1953, en el escenario de un nuevo orden mundial, post segunda guerra, con un mundo bipolar, dividido en 2 grandes bloques, occidental y oriental, uno liderado por EE. UU. y encolumnados tras el mismo los países europeos, con dos sistemas, el político, denominado democrático, y uno económico, denominado, capitalismo. En tanto, el bloque oriental era encabezando por la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas – URSS, funcionando con el sistema político llamado socialismo soviético (más conocido como comunismo), y el económico denominado economía centralmente planificada.

En el mundo occidental, y en el cuál Argentina se encolumnó, surgieron en este escenario organismos claves en el funcionamiento del:

a) sistema democrático, como ser la Organización de las Naciones Unidas – ONU.
b) sistema económico para la asistencia y el desarrollo de los países devastados por la guerra, siendo el caso del Banco Internacional de Reconstrucción y Fomento – BIRF (actualmente una de las 5 instituciones que conforman el grupo del Banco Mundial).
c) sistema financiero, siendo en este caso, el Fondo Monetario Internacional – FMI, el encargado de crear una moneda fuerte, que actuara como caja de conversión y garantizara las transacciones comerciales. Es de destacar que nuestra nación fue invitada a ser socio, miembro pleno desde el momento de su creación, siendo declinada tal posibilidad por el presidente de ese entonces, Juan Domingo Perón. Recién en 1957, se asocia a dicho organismo, y ya, un año después, empezaba a hacer uso de los beneficios de este gran club, es decir a pedir préstamos o créditos.
Todos estos organismos son de carácter supranacional, con personería jurídica y con capacidad para imponer decisiones.

¿Y el Comercio Internacional?

Faltaba un solo aspecto a cubrir, el del sistema del comercio internacional, para lo cual se buscó crear un organismo con las mismas características que los anteriormente descriptos y que iba a tener por nombre, Organización Internacional del Comercio, y que a punto de crearse, contemporáneo a aquellos, fracasó por diferencias entre los principales socios, EE.UU y los países europeos, entonces solamente quedo en pie la firma de un Tratado internacional, impulsado por el resto de los países convocados, implementando un acuerdo marco, general, llamado Acuerdo General de Comercio y Aranceles Aduaneros – GATT, por sus siglas en inglés, con todas las limitaciones que eso implicó, ya que nunca estaría a la altura de los otros organismos internacionales. Nace el GATT, con 23 países que concentraban el 80 % del comercio global.

Vale la pena recordar, que nuestra nación no fue invitada a participar de dicho tratado, al contrario, fue cuidadosamente excluido del mismo, a pesar de que seguíamos siendo una potencia mundial, incluso con el peso relativo en el comercio internacional cayendo, siendo la participación al inicio del acuerdo del 1,34 % del total transable internacional.

¿Que motivó tal decisión?

Es que nuestro país, a pesar de haber declarado públicamente su política de neutralidad ante el enfrentamiento armado, la realidad mostraba en los hechos, una simpatía y apoyo encubierto con los países del denominado eje, aquellos que finalmente resultaron vencidos en el conflicto bélico, Alemania, Italia y España, fundamentalmente.

Resultaba, que la figura política preponderante de Argentina en ese entonces, el General Juan Domingo Perón, de extracción militar y que había sido formado en la Escuela Prusiana, era un profundo admirador de sus colegas, especialmente de Benito Mussolini en Italia, Franco en España y Hitler en Alemania, incluso llegó a prestar servicios como agregado militar en la Embajada Argentina en Italia.

Ya con el resultado final de la guerra a la vista, Argentina fue presionada a adherir a la posición de los países Aliados, vencedores, entre ellos EE. UU., Inglaterra, Francia.

Sin embargo, le pasaron factura por lo descripto, que termina siendo excluida del sistema comercial internacional.

Pasado 7 años, ya en 1960, y con el mundo creciendo a pasos agigantados, en dónde todos los indicadores macroeconómicos, entre ellos el comercio internacional, crecían exponencialmente, y así fue hasta la década de 1970 en la que se da la primera crisis del sistema capitalista, la crisis del petróleo, la participación argentina en las exportaciones globales seguía cayendo y arrojaba un guarismo del 0,8 % mundial.

Últimos 40 años.

En este período, pudimos comprobar que el orden mundial fue cambiando, finaliza la guerra fría, desaparece el bloque socialista soviético y fundamentalmente la economía centralmente planificada, y desde la década de los años noventa del siglo pasado, el mundo se volvió unipolar, con EE. UU. como potencia hegemónica y con una profundización de la economía de mercado como paradigma económico.

En 1995, nace la Organización Mundial de Comercio – OMC, el postergado Organismo multilateral y que establece las reglas del sistema comercio internacional, tanto para bienes, servicios, propiedad intelectual, inversiones, etcétera.

Ahora sí, el orden mundial occidental se completa.

Otro tema no menor, comienzan a proliferar los Acuerdos Comerciales, y en el mismo año, se produce oficialmente, la entrada en funcionamiento del Mercado Común del Sur – MERCOSUR.

Luego con el comienzo del nuevo siglo y a la luz de varios fenómenos disruptivos desde lo político, cultural y económico, con un punto cúlmine en 2008 – 2009, con la segunda crisis financiera y económica global, el orden mundial se vuelve multipolar, con la irrupción de poderosos países emergentes que traccionan la demanda mundial China, Rusia, India, y por otro lado con la conformación de la mesa chica de gobernabilidad mundial, el G20, que manejan una nueva agenda de temas mundiales, en los que indudablemente EE.UU no puede decidir solo.

Finalmente, desde 2016 a la fecha, nuevos hechos y acontecimientos globales, tales como gobiernos neoproteccionistas, xenofobia, guerras comerciales y económicas, crisis sanitarias, conflictos armados, micro guerras en distintos continentes, vuelven a modificar el orden mundial, y hoy transitamos un mundo nuevamente bi o tripolar, con China, EE. UU. y Rusia como abanderados.

Volviendo al comercio exterior de Argentina, observaremos perdió el 30 % de su participación en el total de las exportaciones mundiales, y un 34 % en las Latinoamericanas, es decir, más de un tercio del total regional.

Lo más preocupante es que las mayores pérdidas se han dado en los últimos 13 años.

Dentro de este panorama sombrío, podemos destacar que, en los años, concretamente entre 1996 y 1998, período conocido como la convertibilidad, tuvo una “buena performance”, 046 % del total mundial.

Entre los años 2000 al 2009, la participación promedio fue del 0,40 %, y desde 2010 al 2021 fue de 0,30 %.

En 2022, año récord de exportaciones de bienes por 88.446 millones de dólares, e intangibles por 14.442 millones de dólares, es decir un total de 102.888 millones por parte de nuestro país, la participación se incrementó al 0,36 %.
Lamentablemente, el año 2023, con todo lo que ha pasado en materia climatología (sequía) y los descalabros económicos, se espera una fuerte caída y cerraría en un 0,25 % de participación a nivel mundial.

Todo esto, es lo mismo que decir, que de cada 10 dólares que se exportan en el mundo, Argentina vende dentro de ese total, solamente 0,02 centavos de dólares.

En definitiva, la contracción de las ventas argentinas al mundo, en los últimos 40 años, y en dónde se perdieron importantes mercados, fue casi de un 74 %, muy por encima de las caídas que ha experimentado el comercio mundial y regional en determinados años puntuales.
Panorama Regional.

Si nos ubicamos en nuestra región, América Latina, surge que la economía más grande es Brasil y México la segunda, pero a la hora de las exportaciones, las posiciones se invierten y México es el líder indiscutido exportando un poco menos que el doble de Brasil.

Tomando la Participación de LATAM en el comercio global de bienes, es históricamente del 5% promedio. De ese total, México y Brasil, participan con 2,4 y 1,20 % de las exportaciones mundiales.
México exportó 578.000 millones de dólares, ocupando el puesto 13 en el ranking mundial de países exportadores. Por otro lado, es la economía N°15 en el mundo.

En tanto, Brasil sumó exportaciones por 335.007 millones de dólares y alcanzó el puesto 26 en el ranking mencionado anteriormente, siendo a su vez, la economía N°13 en el mundo.

Idéntico análisis podemos hacer con respecto a la Argentina y Chile, dónde los números nos indican que nuestro país es la economía número 3 y el país trasandino la 4°, pero a la hora de las exportaciones, las posiciones se invierten.

Chile exportó por 97.491 millones de dólares, llegando al puesto 39 en el ranking mundial de países exportadores, y siendo la economía N°44 de PIB Global.

En tanto, Argentina sumó 88.446 millones de dólares en sus ventas externas, alcanzando el puesto 46 en el ranking mundial de países exportadores, logrando ser la economía N°33 en el mundo.

En definitiva, en la comparación Regional con nuestros vecinos, las exportaciones Argentinas equivalen al 26,4 – 15,3 y 90,7 % de las Brasileñas, Mexicanas y Chilenas respectivamente. (2022).

En este marco, debe decirse que entre nosotros lo previsible es que las exportaciones argentinas (de bienes y servicios) totales cuando decrecen, lo hacen a un ritmo mayor que el resultado mundial. Argentina no solo muestra una performance peor que la mundial total, sino también es menor comparándola con la región a la que pertenece.

Conclusiones.

En el contexto global, Argentina no es un gran país Exportador, y a través de la presente nota hemos reflejado la involución que ha sufrido a lo largo de la historia.
La tendencia (decreciente) de participación argentina en el comercio internacional total se agrava en 2023.

Lo inentendible y hablando en términos de inteligencia comercial, es que existen 20 mercados emergentes, que están entre los 30 mayores importadores del mundo, que generan en conjunto el 25 % del total de Importaciones mundiales, no están entre los mayores mercados para las exportaciones Argentinas.

Mgter. Gustavo Fadda
Docente Universitario
Especialista en Comercio Internacional