Comercio Exterior hoy – Contexto y perspectiva – Lic Karina Villagra

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Empezaba a escribir esta nota, teniendo en mente mi última reflexión sobre este tema, acá cerquita en el tiempo, en Febrero 2021. Evidentemente no pude dejar de pensar, en esas expectativas claras que nos proponía la apertura que acompañó el fin de la primera ola pandémica del COVID 2019 en nuestro país.

Hoy, junio 2021 la perspectiva es muy diferente, si bien –y esto es una opinión personal- considero que los argentinos tenemos siempre la postura de ver “el vaso medio lleno”, debo confesar que a la fecha, nos está costando un poquito más sostenerla a rajatabla.

Los indicadores económicos en Argentina están claramente en rojo, comenzando con las reservas del BCRA que si bien acusan un crecimiento continuo desde hace seis meses, aùn no llega a igualar los 43.785 millones con los que asumió el Presidente Fernández en 2019. El principal motor de esta recuperación, es atribuible al precio internacional de las commodities, producto de las operaciones de exportación.

Sin embargo y a pesar de la recaudación por ventas al exterior, los dólares siguen siendo un bien escaso en nuestra economía, lo que trae aparejado la consecuente imposibilidad de las autoridades para aminorar o cambiar el rumbo de las restricciones aplicadas a la compra venta internacional, persiste la necesidad de hacerse de divisas a través de la implementación de mayores métodos de recaudación.

Asì, los operadores del comercio internacional en nuestro país, hoy se encuentran alcanzados por una importante presión, generada por costos fiscales aplicados a la operatoria con el mundo. Según la interesante nota de Daniel Sticco: “La AFIP acumuló nueve meses consecutivos con aumento del total de la recaudación por arriba de la tasa de inflación de los 12 meses previos. En mayo ascendió a $862.480 millones, 72,7% más en valores nominales y 18,1% ajustado por inflación.

El notable desempeño del comercio exterior, por la concurrencia de aumento de los precios internacionales y también de las cantidades exportadas e importadas, se constituyó una vez más en uno de los estandartes del sostenido crecimiento de los recursos tributarios agregados, con un incremento de 140,6%, que se desagregó en 267,8% por retenciones y 92% por compras externas y tasa de estadística.” (1)

Pero la actividad del sector no está aislada del contexto, particularmente con los altísimos niveles de inflación que en este último medio año, ha subido en porcentajes mucho más allá de lo previsto por el Gobierno Nacional. Esto nos lleva a pensar que si bien la administración de las políticas comerciales con el exterior son una forma coadyuvante a la política económica, no podemos echar mano en todo momento a la caja de las divisas genuinas sin una propuesta eficiente en el manejo de otras políticas, más orientadas al desarrollo nacional productivo en su conjunto con la mirada sistémica de los factores macro y micro.

Y es allí donde reside el mayor problema. Los factores importantes a tener en cuenta y que hacen al saneamiento de la Economía no están bien: la emisión monetaria que hay que compensar, enormes partidas en el gasto público, asistencialismo sin fin,  niveles imposibles de presión tributaria sobre el sector productivo, subsidios, pobreza al 45%, niveles de desempleo críticos, tipo de cambio poco competitivo, etc, etc, etc.

No obstante lo antedicho, Argentina utiliza medidas de regulación y administración al comercio exterior para “ordenar” las grandes cuentas nacionales, está claro que hay que trabajar en las metas comprometidas con el FMI, pero no estaría siendo hora de empezar a gestionar para reactivar productivamente y consistentemente a los sectores que las llevarán a su cumplimiento?

Al parecer no está por ahora en los planes del Ministerio de Economía:: los precios internos de los productos exportables siguen subiendo para el mercado interno no obstante los controles de precios, por supuesto a causa de la inflación y la depreciación sistemática del peso argentino, por otra parte la industrialización de muchas empresas está en veremos (si depende de la importación) debido a las restricciones a la operatoria –SIMI-, la suba de precios externos dependientes del tipo de cambio desfavorable y a lo que mencionamos más arriba sobre los tributos aplicables a las compras internacionales. Es decir, no se vislumbra a priori un plan claro para el crecimiento y competitividad del sector productivo argentino.

Recordemos que la actividad exportadora permite ganar competitividad a través de economías de escala y asegura el uso pleno de los recursos productivos, mientras que la actividad importadora no sólo provee bienes y servicios que no se producen internamente, sino que introduce también innovaciones que favorecen los desarrollos competitivos de las industrias locales.

Surge de nuestro análisis que en esta primera mitad del año en curso, la suba en la operatoria del comercio internacional en nuestro país, deja en claro la robustez de un sector capaz de potenciar y generar la fuerza necesaria para apuntalar la salida de la crisis,  que además se articula intrínsecamente con todos los demás sectores productivos, generando empleo, impactando en la reactivación de la economía y dejando de ser entonces sólo un instrumento de política monetaria.

Veremos qué nos depara el segundo semestre 2021.

Para ilustrar esta nota y para su propio análisis querido lector,  aquí le dejo un cuadro de la evolución del comercio exterior argentino 2018/2021, publicada en un breve informe de la CIRA (2). (Encontrará el enlace a pie de página)

Hasta la próxima.

Gráfico 1. Comercio exterior mensual. En US$ millones. 2018-2021

Fuente: INDEC

(1)  https://www.infobae.com/economia/2021/06/02/gracias-al-comercio-exterior-la-recaudacion-de-impuestos-crecio-727-interanual-en-mayo-y-supero-a-la-inflacion-por-noveno-mes-consecutivo/

(2)  https://www.cira.org.ar/es/ejes-estrategicos/economia/el-comercio-exterior-en-el-primer-trimestre-de-2021/

 

Lic. Karina Villagra

Lic. Comercio Exterior

Esp. Educación – Formación de Formadores

Junio 2.021