Conocer la historia internacional y las Finanzas Publicas del mundo globalizado es imperativo en la Argentina actual para no equivocar Políticas de Estado

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CONOCER LA HISTORIA INTERNACIONAL Y LAS FINANZAS PÚBLICAS DEL MUNDO GLOBALIZADO ES IMPERATIVO  EN LA ARGENTINA ACTUAL PARA NO EQUIVOCAR POLÍTICAS DE ESTADO

 

por Dr. Oscar Palomba

 

 

Si en el siglo XX de pre-guerra se había planteado la dicotomía acerca de lo  que se debía producir en un contexto bélico sintetizado en: «mantequilla o cañones»,  en los inicios del s.XXI el problema estaría planteado en términos de «alimentos o  4 X 4»  atentos a los efectos que se producirán en el contexto macroeconómico global, y que hacen que parte de las superficies destinadas a producir alimentos lo hagan a derivados para producir energía (o sea, cambiar alimentos por quemar combustible en exceso).

 

El despertar del «gigante dormido» asiático, la India y poblaciones que cada vez más se incorporan al consumo, han significado un dramático incremento de la demanda de alimentos y energía (básicamente el petróleo). Si bien la oferta de alimentos y petróleo no puede considerarse totalmente inelástica, no está en condiciones de reaccionar con la misma velocidad de incremento con que lo hace la demanda. Consecuencia: importantísima suba de precios. Consecuencia: nueva marginación de sectores del consumo en beneficio de los países productores. Consecuencia: importantes flujos de dinero cambiando de titularidad.

 

El escenario descrito implica no sólo fuertes cambios en las economías de los distintos países, sino también en el tablero geopolítico mundial. Temporalmente tenemos «nuevos ricos» y ¿futuros nuevos pobres???. En efecto, es bien sabido que los Estados Unidos necesita que el resto del mundo «le preste» DOS MIL MILLONES DE DOLARES DIARIOS para cubrir los crónicos déficit de su balanza comercial y presupuestario. Los «nuevos ricos» accedieron a dar esta facilidad, colocar sus fondos en USA, a cambio de poder seguir vendiéndole sus productos y hacer continuar con el proceso de crecimiento a sus economías locales.

 

Pero, y en economía siempre hay un pero que pone en evidencia lo que se quiere ocultar, la mal llamada «crisis de la subprime» (créditos hipotecarios otorgados sin las garantías suficientes y sobre propiedades hipervaluadas) en realidad evidenciaba la crisis del sistema bancario de USA. Pero como son impensables e inimaginables las consecuencias de una quiebra del sistema bancario americano (1929 dejó una dura lección, a tal punto que no hay escuela de economía en USA que no la estudie) la Reserva Federal inyectó cientos de miles de millones de dólares y dio señales de estar pronta a inyectar TODO LO QUE HAGA FALTA a efectos de sostener el sistema. Respiro generalizado.

 

Ahora bien, la alarma ya se encendió. Nuestra cultura inflacionaria nos recuerda las consecuencias nefastas de la emisión de dinero sin la contrapartida del incremento de bienes y servicios. ¿Alcanzará para compensar este aumento en la oferta de dinero, la extraordinaria productividad del sistema americano?. Hay dudas. El incremento en el último año del valor del oro puede ser una respuesta. El vuelco de mucha inversión financiera especulativa en busca de la «economía real» a los commodities, es otra. Todo esto no es más que un reflejo de la poca certeza que hoy ofrecen las monedas en un contexto cambiante e inflacionario.

 

En este nuevo contexto, los países de economías emergentes (Argentina incluida), con  superávit en sus balanzas comerciales y reservas internacionales como nunca antes tuvieron, se encuentran en una posición privilegiada. En consecuencia, la posesión de activos básicamente productivos en estas «nuevas economías emergentes» brinda mayores garantías de seguridad y rentabilidad, que las inversiones en monedas extranjeras en un contexto tan cambiante. La «seguridad jurídica» es el elemento esencial que no puede ser dejado de lado a la hora de la decisión, y en la Argentina es particularmente importante; aunque siempre es recomendable tener presente el principio con el que el barón Rostchild amasó su fortuna: «comprar con los cañones y vender con los clarines». Habrá que pensar acerca de que otros elementos de análisis estuvieron detrás de la reciente disputa ocurrida en nuestro país, distinta de la reflejada en todos los medios de difusión.

 

 

Dr. Oscar  Palomba

palomba@fibertel.com.ar

Julio 2008