Consideraciones sobre el Gas Natural Licuado (G.N.L) – Dr. Erick Alejandro Oms

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Como es conocido por todos, nuestra Aldea Global sufre grandes necesidades  de bienes, y una de ellas, es producida por la  crisis de los combustibles fósiles que afecta a las matrices energéticas.

 

Sumado a ello, la gran preocupación mundial por la reducción de agentes contaminantes, llevo al surgimiento de una nueva alternativa en materia de combustibles,  asegurando los expertos, que es la única alternativa económicamente rentable a los combustibles convencionales en el transporte pesado y, además, la solución a la contaminación ambiental a corto plazo.


Así es, como nos encontramos ante un nuevo mercado internacional: el del Gas Natural Licuado (G.N.L.).

 

Este tipo de gas, posee la bondad de poder ser enfriado hasta el punto que se condensa a líquido, lo cual ocurre a una temperatura de aproximadamente -161°C y a presión atmosférica, reduciendo su volumen en 600 veces, haciendo  más rentable su transporte y por sus características, un producto muy amigable para el medio ambiente.

 

Si bien parece ser que el G.N.L. es nuevo en el transporte marítimo, su primer viaje fue realizado en el buque metanero –“Methane Pioneer”- en 1959, entre Estados Unidos y Gran Bretaña; siendo allí donde se inició “el principio de una era en la que el gas como combustible doméstico e industrial podría estar a disposición de los países que carecen de energía en todo el mundo”.


A 60 años de su primer transporte, necesidades mundiales, combinadas con la tecnología y la preservación del medio ambiente, han dado origen a la construcción de buques de alta tecnología denominados “buques metaneros” o “gaseros”, siendo uno de sus mayores exponentes el buque “Mozah” –perteneciente a la flota Catarí-  cuyas dimensiones de 345 metros de eslora, 54 metros de manga, un puntal de 34,7 y una capacidad de carga que asciende a 266.000 metros cúbicos, lo hacen uno de los buques metaneros de mayores dimensiones que navegan las aguas de nuestros océanos.

 

Actualmente, en el mercado del gas encontramos países exportadores, importadores y los que realizan ambas operaciones. A modo de ejemplo podemos ubicar en el primer grupo a Argelia, Australia, Libia, Qatar, Estados Unidos y Noruega entre otros. Mientras que en el segundo España, México, Canadá, Chile; en el tercero encontramos a Perú, Brasil, Argentina, China. Lo cierto es que con el correr de los días y el descubrimiento de nuevos yacimientos de G.N.L. -tanto en tierra como en el lecho marino- en el mercado surgen nuevos países o bien movilidad entre los agentes de cada uno de ellos, como el caso de Argentina que si bien continúa importando gas por una necesidad de su matriz energética, con el yacimiento de Vaca Muerta ingresó a ser miembro del grupo de los 20 países exportadores en el mundo.

 

La demanda de G.N.L, además sufrió un gran incremento a raíz de la incorporación en el mes de mayo de 2005, del Anexo VI al convenio IMO MARPOL73/78, sobre Reglas para prevenir la contaminación atmosférica ocasionada por los buques, donde se establecen los límites de las emisiones de óxidos de azufre y de óxidos de nitrógeno de los escapes de los buques y se prohíben las emisiones deliberadas de sustancias que agotan el ozono.

 

Dado que es prácticamente imposible que los combustibles derivados del petróleo pesado utilizados en la actualidad estén disponibles en una versión «Sin-Azufre», existen tres opciones para que los propietarios de buques puedan cumplir las nuevas normas: el uso de diesel marino (Marine Gasoil MGO) , lo que se traducirá en un aumento muy considerado en los costos de operación; la instalación de depuradores de humo a bordo de los buques, opción costosa e insatisfactoria para el medioambiente, y finalmente la utilización como combustible, del gas natural licuado (GNL).


El presente artículo, es solo el punta pié inicial de una serie que iremos realizando en diferentes publicaciones.

 

Dr. Erick Alejandro Oms

[1] Abogado egresado de la Facultad de Ciencias Jurídicas y Sociales de la Universidad Nacional de La Plata. Miembro de la firma Lesmi y Moreno – Abogados. Docente Universitario. Prof. Titular de las Cátedras de Derecho del Transporte de la Universidad del Salvador y de Derecho de Marítimo y Aeronáutico de la Universidad Católica de La Plata. Jefe de Trabajos Prácticos de la Cátedra de Derecho Marítimo y Aeronáutico de la Universidad Nacional de La Plata. Profesor de Posgrado en el Curso de Comercio Exterior de la Universidad Austral de la Materia Seguros del Transporte. Miembro de la Asociación Argentina de Derecho Marítimo y del Instituto Iberoamericano de Derecho Argentino.