Consideraciones sobre el Gas Natural Licuado (G.N.L) Parte II – Dr. Erick Alejandro Oms
Como ya hemos visto, en los últimos años han sucedido transformaciones en los mercados mundiales del gas con diferentes características y alcances, como el uso creciente del gas natural licuado, el incremento del transporte por vía marítima frente a los tradicionales gasoductos, la incorporación de recursos no convencionales, como el shale gas y la aparición de nuevos actores en la industria del gas.
Recordemos que en un principio debido a su estado gaseoso, el uso del gas quedaba limitado a los centros de consumo que se encontraban cerca de los yacimientos. Esto fue así hasta el desarrollo de los gasoductos, como el inaugurado en 1949 en Argentina, con una distancia de 1.700 km que unía el yacimiento del Golfo San Jorge con Buenos Aires, siendo -en su momento- el de mayor longitud de mundo. Sin embargo, ello aún no solucionaba las distancias existentes con los grandes centros de consumo.
A partir de 1960, con la construcción de la primera planta de licuefacción de gas natural con carga de base, desarrollada por EE.UU en Argelia, se logró mediante esta tecnología bajar la temperatura del gas natural hasta los – 160°C, reduciendo su volumen 600 veces al pasar de su estado gaseoso a líquido, permitiendo su transporte por otros modos como el marítimo y así, abastecer a diferentes centros de consumo ya sin importar la distancia en las que se encuentren.
El camino que recorre el GNL desde el pozo a su destino final las podemos agrupar en cuatro etapas importantes:
ü La exploración a fin de encontrar el gas en la corteza de la tierra y su producción para llevarlo a la planta de licuefacción.
ü La licuefacción para convertirlo en líquido (GNL) y su almacenamiento para poder ser transportado.
ü Transporte del producto.
ü Almacenamiento y Regasificación para luego ser trasformado de su estado líquido a gaseoso, listo para ser llevado a su destino final por un sistema de tuberías.
Sin dudas una vez extraído el gas, las dos etapas más costosas y complejas son los procesos de licuefacción y regasificación.
Dado los costos y el tiempo que insume la construcción de plantas terrestres para efectuar la operaciones ya mencionadas, las industrias del Gas y la Marítima fin de cumplimentar la cadena transporte implementó las: Unidades Flotantes de Almacenamiento y Regasificación FSRU (Floating Storage Regasification Unit) Unidades y las Unidades Flotantes de Licuefacción FLNG (Floating Liquefied Natural Gas), claro ejemplo es el de Argentina donde contamos con una “planta” situada en la localidad de Escobar, Provincia de Buenos Aires, donde se encuentra amarrada una FSRU (usualmente llamada“buque regasificador”) y en Bahía Blanca, en la misma provincia, en el puerto de Ing. White, se encuentra también amarrada una FLNG (“Tango”), sobre las que hablaremos en otra oportunidad.
Las unidades flotantes descriptas, permiten la carga/descarga del GNL en los buques “Metaneros” o “Gaseros”.
Dichos tanqueros, son especialmente diseñados, con una estructura de doble casco donde el GNL se encuentra almacenado en un sistema especial, que lo mantiene a presión atmosférica y a -161°C.
Actualmente en el mercado encontramos de dos tipos:
- 1. Esféricos o tipo Moss, que son auto-portantes y de acero inoxidable, donde la propia estructura soporta el peso de la carga.
- 2. De membrana de acero corrugado y expandible, donde le peso de la carga se transmite al propio casco interior y se sobre cubierta se puede observar una estructura de tipo prismático.
El tamaño de estos tipos de barco llegan a los 300 metros de eslora y 46 metros de manga, donde la carga es mantenida a las temperaturas ya descriptas y poseen característica de propulsión y seguridad propia, sobre las cuales analizaremos en nuestra próxima navegación en las aguas del Gas Natural Licuado.
Dr. Erick Alejandro Oms
[1] Abogado egresado de la Facultad de Ciencias Jurídicas y Sociales de la Universidad Nacional de La Plata. Miembro de la firma Lesmi y Moreno -Abogados especializados en Derecho Marítimo-. Docente Universitario. Prof. Titular de las Cátedras de Derecho del Transporte de la Universidad del Salvador y de Derecho de Marítimo y Aeronáutico de la Universidad Católica de La Plata. Jefe de Trabajos Prácticos de la Cátedra de Derecho Marítimo y Aeronáutico de la Universidad Nacional de La Plata. Profesor de Posgrado en el Curso de Comercio Exterior de la Universidad Austral de la Materia Seguros del Transporte. Comité de redacción de la Revista Ateneo del Transporte. Miembro de la Asociación Argentina de Derecho Marítimo y del Instituto Iberoamericano de Derecho Argentino.