Crisis con el biodiésel

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Argentina es el primer productor mundial de biodiésel, fabricado a base de aceite de soja, con una producción de 2,5 millones de toneladas en 2012 (1.800 millones de dólares), de las cuales 1,6 toneladas tienen por destino la exportación, por delante de Indonesia y de Malasia que lo elaboran a partir de aceite de palma.

La crisis comenzó en mayo a partir de la decisión de la Unión Eurpea (UE) de incrementar las trabas aduaneras al biodiésel de origen argentino e indonesio por considerar que ambos países realizaban prácticas de «dumping» y ejercian una competencia desleal. En respuesta, Cancillería presentó su denuncia contra la comunidad europea ante la Organización Mundial del Comercio (OMC) por considerar que con estas medidas están llevando a cabo un «proteccionismo agresivo».

Dado que el mercado europeo era el comprador del 90% del biodiésel de orgien local, el sector registra una fuerte recesión. En este sentido, Gustavo Indigoras, experto en bioenergías de Business Issue Managment,  explicó cuál es la situación del sector: «En un primer momento se estimaba que las exportaciones argentinas de biodiésel rondarían los dos millones de toneladas pero en 2013 finalmente no superarán las 500.000 toneladas, dado que las medidas de la UE «colocan al biocombustible argentino a un precio prohibitivo»,

Idigoras puso como ejemplo la situación del grupo francés Louis Dreyfus Commodities que «invirtió sabiendo que sería más

competitivo producir en Argentina y estructuró su producción para poder responder a las normas europeas».Además de Dreyus, los principales actores son las empresa estadounidenses Bunge y Cargill, la suiza Glencore y las argentinas Molinos Río de la Plata y Vicentin.

Hasta ahora, 90% de las exportaciones argentinas de biodiésel estaban destinadas a la Unión Europea, que consume 11.000 toneladas al año, el resto va a Perú y Australia.»No es fácil sustituir a la Unión Europea por otros mercados. Donde sí se puede crecer es en el mercado interno», estimó el economista Luciano Cohan.

Actualmente, el diésel vendido en las gasolineras de Argentina debe contener de 8 a 10% de biodiésel, por lo que los productores aspiran a recibir un empujón del gobierno, que lo lleve a 20%. En 2012, fueron inyectadas 900.000 toneladas de biodiésel en el mercado argentino.

Los industriales que se dedican a la transformación de la soja temen que el aumento del volumen de aceite de soja no convertido en biodiésel pese en el mercado y signifique una caída de los precios. Alrededor de 40% del aceite de soja producido está destinado al biodiésel.

Fuente: AAACI