EL COMERCIO EXTERIOR ARGENTINO – PYMES Y TENDENCIAS INTERNACIONALES

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EL COMERCIO EXTERIOR ARGENTINO –  PYMES Y TENDENCIAS INTERNACIONALES

 

Ing. Ricardo Raúl Flores

 

Aclaremos en primer lugar que mi visión no es la de economista, porque no lo soy, ni tengo bandera de escuelas económicas, sino que hago una evaluación práctica de las perspectivas industriales nuestras frente a las tendencias de los mercados internacionales.

 

El comercio exterior no depende de una actitud voluntarista., ni menos de un cierre de fronteras  Hay decenas de “otros” países y hay una política global en constante desarrolló.

 

No hay una fórmula para que me plazca a mí o a nosotros.  El mundo cambia así sea que para algunos  sea avance y para otros retroceso.   El autor de teatro argentino Suarez de Deza escribió hace 50 años una obra  llamada “El calendario que perdió 7 días” donde ironizaba con dramatismo, que si deteníamos la vida, en verdad no habría muertes pero tampoco nacimientos.

 

O sea, en el fondo está una puja entre los que quieren conservar el hoy, además porque les conviene, y otros que lo quieren modificar.. Estoy  diciendo que ese cambio no lo puedo detener con utopías.  Menos aún si pecan de regresivas. El Sr. Eustaquio Tolosa, dirigente portuario, hizo huelga hace décadas cuando llegaron los primeros contenedores, porque eso dejaba sin trabajo a sus afiliados sindicales.  Pero el mundo de los contenedores siguió adelante, porque no era un invento que los argentinos pudieran ni siquiera posponer. Hoy, los boleteros de subterráneos se oponen a las máquinas expendedoras, que se usan en todo el mundo. Creo que la controversia es dolorosa sin duda para el mundo del trabajo y los desocupados. Como lo es para quienes se quedaron a nivel del curso de la Pitman y no se sumaron a la computadora.

 

Somos súbditos de un Goliat devorador, que algunos personalizan en un país o en un conjunto de naciones desarrolladas. Pero si hemos retrocedido y perdido décadas es porque no hemos sabido emanciparnos del retraso.

 

Para la prosperidad necesitamos aceptar un pluralismo. Mejor dicho ni siquiera repito aceptar, porque no hay opción de rechazo. Es la sensatez y equilibrio de saber en qué momento de la historia del mundo vivo. El artículo de Ricardo Lagos en LA NACION, sección enfoques el domingo 3 de julio, no postula el rechazo del llamado “consenso de Washington”, que Lagos señala produce resultados a largo plazo sin operar en el corto plazo,  por lo que lo complementaron en Chile con una política concreta en materia educacional,  para amparar  de la discriminación a quienes tenían o sabían menos.

 

Comparto que no debe haber una apertura indiscriminada.  Desde el sector que conozco, viví las negociaciones con los grandes de ALCA, La Unión Europea y algunos países como México.  Y el propio Centro de Economía Internacional de la Cancillería tiene evaluado el volumen y valor de las exportaciones de los sectores que perderán con los convenios en discusión. Pero es que  las pérdidas tendrán compensación en otros rubros  y el saldo se estima finalmente favorable.

 

Argentina necesita definirse  por sobre los intereses de las empresas y sectores.

 

El fluido intercambio está hecho a medida para los grandes y las PYMES tendrán sus nichos si se adaptan a las leyes generales de todos los negocios. Deben tecnificarse que no es sólo ponerse al día en maquinaria sino en gerenciamiento. Las empresas familiares heredadas son una estructura inexistente a nivel competitivo mundial.. Empresas pobres con dueños ricos, diversificados en el exterior, con propiedades ajenas al capital central de la fábrica, son parte de la historia. Como es historia que no se publica que durante la última década así como hubo empresas grandes que emigraron,  en la nómina de las desaparecidas hubo infinidad de dueños de empresas argentinas que prefirieron “vender” antes que competir, para lo que no estaban preparados ni dispuestos a invertir lo imprescindible, o a regularizar impuestos. . Lo que no es negar que hubo cierres forzosos pero sí es hacer las cuentas claras

 

Debo aceptar además la dimensión de los tamaños. Brasil con solo el estado de Río Grande do Sul supera a la Argentina en mercado, y todo el Brasil, ese que en la escuela conocimos como poblado por 48 millones, es hoy más de 170 millones. Es el país que elige la FIAT para producir un millón de autos, porque además la geopolítica de ubicación entre el Norte y el Sur lo favorece. Y la empresa que debe optar por instalar una planta digamos de 50 millones de dólares, va a tener claro que solamente la logística del transporte, por fuera de otros múltiples factores, ,juega a favor del Brasil, porque si el mercado está allá, no la vamos a instalar acá, porque el costo de la intensidad del movimiento de camiones en una u otra dirección define la partida.

 

Acá hay cosas que no se dicen cuando se habla meramente de aranceles. El Estado Argentino no ha ayudado a la industria a definir sus nichos. El país autoabastecido que todavía algunos sueñan con quejas plañiderras,, ese país murió. Los ejemplos de Suiza o de Suecia, para nombrar dos países pequeños de Europa buscaron su especialización. Y Argentina está a punto de perderla, porque hasta su ventaja de formación profesional emigra o ya se forma en niveles que no superan al resto de los vecinos.

 

Se cacarea un apoyo a las PYME y todos sabemos la imposibilidad de acceso al crédito aun en la banca oficial.   Argentina es pasiva en sí misma. Por fuera de que debe ser agresiva en la mesa de negociaciones para erradicar cuotas, paraarancelarias, etc.  Pero no hay duda de que el centro industrial argentino pasa por la agroindustria y no locomotoras. Es una resignación dura para quien tiene un aparato productivo en vías de ser reemplazado.  Vuelvo a lo que ví en mi sector, donde aún los grandes se enfrentaban según fuere donde estaban al momento radicadas sus plantas. Pero lo maravilloso es que el sector PYME existente se ubicó y hoy exporta a los mercados que pueden aceptar la imagen argentina como Chile, la CAN y Centro América. O sea en marcados también hay nichos. Y en lo local esas empresas pyme operan intensamente como terceristas. Y allí está otra vez el Estado constrictor, porque la dinámica de su producción les impone ser fluctuantes en mano de obra, y el gobierno dobla los despidos,  o reduce el periodo temporario. Es verdad  que no puede haber planeamiento, eficiencia,  ni competitividad, cuando no sé cuanto tiempo más me va a durar la legislación de hoy

 

Como promedio hoy el país necesita un 50% de insumos importados, o sea que los aranceles  y el valor de esos insumos conspira contra toda reducción de costos.  Hay tecnologías que no podemos tener ni nos la van a dar. Y el desarrollo tecnológico propio requiere capital ni puede emprenderse  para todos los sectores.

 

Recurro al ejemplo de Chile, que tiene el nivel más bajo de aranceles de Sudamérica y que exporta, tiene une economía fuerte. O sea el arancel no es un cuco con el que debo protegerme.

 

En voz alta se rechaza el intento de reducir la banca pública, pero no se condena a la par la corrupción que allí imperó, los créditos regalados, la ruina de la banca provincial hasta el nivel propio de la provincia más grande.

 

Con respecto al reintegro y devolución del IVA se menciona de que no debe ser interpretado como subsidio, pero silencia  que la tardía devolución, las múltiples gestiones, el capital ya puesto como anticipo a las exportaciones, son una lacra de este mecanismo que con los saldos que hoy tiene Economía se puede acusar de explotador y usurero al Estado.

 

Estamos de acuerdo con las restricciones de tiempo a los ingresos de capital, o sea fijación de plazos mínimos. También comparto que el área de comercio exterior sea propiedad de Industria y no de Cancilleria, por definición más social y acuerdista que firme en la defensa de los convenios. . En la nómina de embajadores sería posible dar nombre y apellido de quienes desconocen el rol de defender la industria y de sentarse en una mesa a discutir tarifas.

 

En MERCOSUR debemos integrarnos respetando al hermano mayor, como al fin lo somos  también nosotros en relación al Uruguay,  que silenciamos que ha sido devastado por el traslado productivo a nuestro país.  Tenemos que darnos las manos sin suspicacias, formando empresas “unidas”, porque hasta acá no quise decir una verdad que se disimula en los textos: Argentina no tiene volumen exportador, los argentinos no tienen voluntad ni experiencia asociativa  salvo excepciones.   Las PYME para exportar deben trabajar juntas, pero les cuesta elaborar  una estrategia solidaria, y es por eso natural que prefieran moverse en lo conocido y de menor riesgo que es el mercado doméstico. Los negocios de exportación requieren expertos y no pueden ser asumidos por los dueños Pyme.  Los negocios de exportación requieren viajes frecuentes  y solo en el contacto repetitivo se elabora el “negocio”

 

No podría agotar estas líneas sin mencionar la ANA,  su clásico descontrol, su mero rol recaudador, su operatoria de formuleo, una filosofía del pasado que da empuje a la posibilidad de corrupción.

 

Me parece imposible que hombres de negocios, que hoy presencian las dificultades de tratar en el Congreso leyes que hacen al control del gasto y responsabilidad fiscal, la misma que tenemos en nuestra vida privada, propongan  que los aranceles  y las pautas de negociaciones internacionales sean de tratamiento legislativo. Están votando por el pandemonio.

 

Vamos a coincidir eso sí, todos,  en la política de salario real mejorado y de recuperación en lo factible de los desocupados, porque  independiente de lo que es el problema social y nuestra calidad de vida,, sin base de mercado interno no hay economía ni país.

 

Sr. Ricardo Raúl Flores

rrii@ade.org.ar

Agosto 2004