El Puerto de Buenos Aires recibió al primer buque portacontenedores propulsado a GNL – el m/v “CMA CGM Bahía” – Dr. Erick Oms

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“El futuro de los puertos estará marcado por cinco fenómenos: tamaño, espacio, velocidad, sostenibilidad e inteligencia”, Olaf Merk.

En ese escenario los expertos aseguran que subsistirán los puertos que apuesten por la digitalización. Aun así, señalan que para alcanzar la categoría de smartport, no bastará con adquirir grúas de transferencia y sistema de carga automatizados, blockchain, IT o inteligencia artificial, sino que también, su interrelación con los sistemas y necesidades del mercado internacional.

No podemos desconocer, que la competitividad de los puertos se relaciona directamente con los servicios que puede brindan a los usuarios, y si bien la carga es una base fundamental, sus principales clientes son los buques.

Muchas veces se ha pensado en que la tecnología, los nuevos combustibles, y la ciberseguridad son preocupaciones de las grandes terminales portuarias de Europa o Asía.

Sin embargo, los grades gigantes del mar, necesitan recalar en diferentes puertos, sin diferenciar país, zona o ruta marítima. Claro ejemplo de ello fue la necesidad de la ampliación del canal de panamá y su rápida adaptación a las necesidades de los buques en materia de abastecimiento.

Los servicios que brinde un puerto, son la clave de su elección en lugar de otros. Los buques no solo necesitan cargar o descargar contenedores, sino que también, se optimicen los servicios requeridos por los mismos y, es en este punto donde quiero detenerme.

Puntualmente en la sostenibilidad y medio ambiente.

Hay dos grande servicios básicos que un puerto moderno debe brindar. El procesamiento de los residuos de los buques, y el suministro de los nuevos combustibles, en cumplimiento de las exigencias de reducción de emisiones de gases de invernadero, conformidad a la disposición IMO 2020.

Si bien mucha tinta se derrama y se busca encasillar al Gas Natural Licuado (GNL), como un combustible de transición; lo cierto es que la flota mundial –y sin importar o justificar sus razones – se ha volcado a su uso.

Los grandes cruceros, los buques antárticos, los porta contenedores y el restos de la flota, necesitan puertos que suministren este combustible para ser utilizado como bunker y así, alimentar sus motores.

Claro ejemplo, fue el arribo al puerto de Buenos Aires el paso 31 de enero del buque portacontenedores CMA CGM Bahía, propulsado a GNL.

Recodemos que es uno, de una seria de buque diseñado para reducir su impacto medioambiental, todo esto en marco de la decisión de la naviera francesa de implementar tecnologías con el objetivo de llegar a emisiones cero para el año 2050.

En este contexto, no podernos dejar de recordar que en Latinoamérica, contamos con el primer ferry de pasajeros que consume GNL como bunker, el buque “Francisco” una a nuestro con país con las los puertos de Uruguay.

En este caso, el GNL licuado en una planta terrestre (paso de gas a líquido), transportado en camión al buque y mediante una operación TRUCK-TO SHIP, abastecido en muelle.

Sin duda alguna hay una serie de interrogantes en las que debemos reflexionar sobre nuestros puertos, ¿se encuentran en condiciones de suministrar dicho combustible? O ¿las navieras, escogerán otros países para poder hacer bunker? ¿Qué estrategia siguen nuestros puertos vecinos, en materia de suministro de nuevos combustibles? ¿Podemos generar GNL o necesitas importarlo en iso- contenedores u obtenerlo de los residuos, como el caso del “BIO-GNL”?.

Es evidente que las respuestas, impactarán en las decisiones a tomar por las navieras para fijar las derrotas de los navíos en búsqueda de puertos que suministren este tipo de combustible amigable con el medio ambiente.

Dr. Erick Oms

Febrero 2.024