Entrevista al Presidente del Tribunal Fiscal de la Nación, Dr. Ricardo Xavier Basaldúa

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Foto: Martin Gordo

 

Desde que asumió como Presidente del Tribunal Fiscal de la Nación (TFN) el último 20 de diciembre, el Dr. Ricardo Xavier Basaldúa ha tenido que lidiar con los numerosos problemas del organismo. En esta entrevista con Mercojuris, nos habla de estos inconvenientes y cómo está trabajando para solucionarlos.

¿Cuál es la situación del TFN?

El organismo está en una situación bastante complicada, porque el Tribunal Fiscal de la Nación está integrado por 21 vocales, 9 aduaneros y 12 de impositiva. En este momento, solo hay 11 y uno de ellos está con licencia, por lo que hay 10 en funciones. Esto hace que sea muy difícil trabajar correctamente, ya que apenas contamos con la mitad de los cupos.

Además, me encuentro un Tribunal en el cual no hay concursos. Cada vocalía tiene un grupo de asesores que es gente que se va especializando tanto en tributos como en aduaneros, que son los sectores que nosotros supervisamos, porque el TFN interviene en las apelaciones que realiza la DGI y la Aduana. Cualquier apelación por esas decisiones nos llega a nosotros, por lo que necesitamos tener gente especializada. Al no haber concursos para ocupar esos puestos, se resolvió todo con contratos de Ley Marco, que le encantan a cualquier gobierno, porque puede designar a la gente que más le guste. De las cerca de 250 personas que trabajan acá, en planta permanente solo son 60 aproximadamente.

Los contratados no tienen ni estabilidad ni remuneraciones adecuadas. Este es uno de los problemas que tenemos en el TFN, ya que recibimos jóvenes abogados y/o contadores a los que preparamos durante un tiempo, hasta que se hacen muy apetecibles para distintos estudios tanto legales como contables. Se encuentran con gente lista, a la que no tienen que formar y con un poco que les ofrezcan, ya se van, lo que es lógico.

¿Qué se puede hacer para mejorar la situación del TFN?

Con los nuevos gobiernos, llegan siempre las promesas. En este caso, estamos frente a un proceso de modernización, a través del Ministerio del mismo nombre, que ya inició un cambio en cuanto a la informática de toda la administración pública.

Acabamos de firmar un compromiso con PROFIP (Programa de Fortalecimiento Institucional Provincial y de Gestión Financiera) para digitalizar todo nuestro archivo. En un período de 8 meses y a través de un préstamo del BID (Banco Interamericano de Desarrollo) de más de 9 millones de pesos, se van a comprar escáneres y fotocopiadoras necesarias para pasar todos los archivos, expedientes administrativos, sentencias, etc. que tenemos a formato digital. De esta manera, nos queda como material de consulta en nuestros servidores.

¿Y en cuanto a la situación del personal?

Ya se llamó a concurso para los vocales y también están designados los jurados y se está haciendo la preselección. Aún falta la selección final para poder hacer las designaciones, pero yo tengo la esperanza de que para septiembre, a más tardar, ya tengamos a los vocales. Esto nos va a solucionar un problema.

Por otra parte, estamos gestionando los concursos públicos para toda la gente que está contratada y también trabajamos sobre el tema de las remuneraciones. En ese sentido, no podemos competir ni con el Poder Judicial ni con los estudios privados, lo que hace que nuestro personal se vaya ante una oferta más tentadora. Nuestra idea es dar mayores incentivos para que la gente se quede aquí.

¿Qué objetivos tiene como presidente del TFN?

Ocuparme de que brindemos un mejor servicio de justicia. Para ello, necesitamos fortalecer la situación de los empleados, desde los administrativos hasta los técnicos.

El 21 de junio vamos a hacer una presentación ante todos los empleados con gente de PROFIP para explicarles los cambios que se vienen. También se está hablando de una mudanza a un edificio más grande ubicado en la avenida Belgrano, que también sería ideal.

¿Siente que las nuevas autoridades valoran la importancia del TFN?

Sí, porque el Ministerio de Hacienda es consciente de que mientras los expedientes estén acá, la DGI y la Aduana no cobran, porque el efecto de las apelaciones es suspensivo. Por ende, ante cualquier ejecución que quieran hacer, no pueden cobrar hasta que el TFN no se pronuncie. Tenemos causas que llevan años y hace que miles de millones de pesos están congelados hasta que las resolvamos. Trabajamos con tres partes: la Aduana, la DGI y el sector privado, que reclama por las apelaciones. Somos un organismo independiente e imparcial y aplicamos la legislación vigente.

¿Por qué los fondos que recauda AFIP con el pago de tasas de actuación no se destinan al funcionamiento del TFN?

Los profesionales pagan una tasa de actuación del 2,5% del dinero que está en juego. Al ser una tasa, eso debería venir al TFN, pero va a parar a rentas generales. Nuestro presupuesto es el que se asigna en el presupuesto de la Nación y no el que se asigna en la tasa que abonan, por lo que no tenemos participación de los fondos de estímulo que tienen la DGI y la Aduana. Tampoco tenemos interés en participar de ellos, ya que sería un compromiso para nuestra imparcialidad.

¿Qué balance hace de la jornada del TFN que se realizó en el Colegio Público de Abogados de la Ciudad de Buenos Aires?

No pude participar de la jornada en su totalidad, ya que arrancaron a la mañana y estuve con mucho trabajo. Sí participé del cierre. Estos eventos suelen tener un alcance muy determinado, ya que no son temas que llamen a las multitudes. Me parece positivo que se realicen estas jornadas para que la gente conozca lo que hace el TFN y la importancia que tiene. Las personas tienen que saber que acá tienen la garantía de la especialización.

¿Algún comentario sobre su último libro, Tributos al Comercio Exterior?

Este libro es el fruto de estar hace muchos años en la actividad, tanto como juez como en mi nueva labor. Hace más de 20 años que estoy en la administración pública y conozco muy bien la materia aduanera, tanto nacional como internacional. Eso, sumado a mi vocación docente, me llevó a la necesidad de escribir libros pensando tanto en los estudiantes como en los profesionales.

 

Martín Gordo

@martin_gordo