Entrevista al representante de la organización de las “X Jornadas de Derecho Aduanero” (UBA), doctor Harry Schurig – 25/10
Como representante de la Comisión de Derecho Aduanero y coordinador de las X Jornadas de Derecho Aduanero de la Facultad de Derecho, nos interesa saber cómo entiende será este nuevo encuentro académico que año a año organiza la UBA.
En primer lugar, quiero agradecer a la Revista Mercojuris la posibilidad de difundir este evento tan importante para los aduaneristas y en general, para la comunidad académica toda, que de manera ininterrumpida nos congrega desde hace una década.
Surgidas de la mano de la Dra. Catalina García Vizcaíno, estas reuniones han convocado a las figuras más destacadas del quehacer aduanero de nuestro país y del exterior, en un devenir incansable de ideas y reflexiones que en muchos casos han ayudado a los letrados a sortear los inconvenientes o incertidumbres que la normativa cotidiana, con sus contingentes y aleatorias mutaciones, ponen en vilo o generan incertidumbre sobre cómo afrontar situaciones novedosas.
En otras oportunidades, tal como las que ahora nos convoca, la idea es reflexionar sobre los fundamentos básicos sobre los que se asienta nuestro Derecho Aduanero, focalizando en el Acuerdo del GATT de 1994 y el Acuerdo sobre Facilitación, punto de eje indiscutible para todo operador y esquema en el cual deben inspirarse las organizaciones estatales.
¿Cómo ve los significativos cambios normativos en la materia, teniendo en cuenta que muchos están previstos en “Facilitación”?
Hoy la Aduana Argentina ha orientado sus objetivos en base a cuatro presupuestos: la facilitación del comercio, el control, la apertura al mundo y la integridad institucional. En este sentido, la noción de “Facilitación” requiere necesariamente la unificación de criterios jurídicos y operativos que permitan una actuación lineal y coherente del organismo. Ello elimina las contradicciones internas y la burocracia mal entendida, permite el respeto del principio de coherencia con los actos propios, fomenta la seguridad jurídica y -en definitiva- la confianza de los operadores y -muy especialmente- de los inversores extranjeros.
El sentido de estas Jornadas consiste en bregar por un sistema legal aduanero que -respetando los parámetros de seguridad y control de las operaciones internacionales- se constituya en un instrumento de crecimiento para el país.
Es que la norma por ella misma no tiene demasiado sentido, si carece de utilidad o aplicación real, que no sería otra cosa que -parafraseando al Goldschmidt en su visión trialista del Derecho- la dimensión sociológica de la ley, además de la dikelógica (los valores) y la normológica (la regla en sí).
La verdadera importancia de la norma es su efectivización en la vida real y el impacto -positivo- que genera en las interacciones humanas. En Argentina ello se traduce hoy en inversiones, incremento del comercio exterior, más industria y trabajo y en definitiva, progreso nacional.
Un encuentro con tan significativos exponentes académicos, ¿cómo visualiza serán las conclusiones que seguramente serán publicadas en “Debates”?
Con seguridad muy enriquecedoras, ya que abarca una misma temática pero desde ópticas o miradas diversas, sea desde el letrado privado, de quien desempeña funciones administrativas o de quien tiene a cargo la resolución de conflictos, con el plus de la visión de juristas extranjeros que siempre nos han enriquecido.
Es probable que la temática focalice el análisis en el (a veces difícil) equilibro entre control aduanero y simplificación de trámites, la aplicación de la tecnología y muy especialmente de la inteligencia artificial (IA), la incorporación de normativa regional e internacional al ordenamiento interno, entre otros aspectos.
¿Cuál es la expectativa de este Congreso, en la actual coyuntura (obviamente de cambios normativos)?
Venimos de un período complejo para la economía de nuestro país que obviamente repercutió en el comercio exterior y obligó a la adopción de una serie de decisiones que afectaron de manera profunda este campo, al punto tal de convertirse en una fuente inagotable de litigios judiciales y conflictos administrativos, que repercutieron en toda la cadena de operadores vinculados al comercio exterior; transportistas, aseguradoras, depositarios, bancos, entidades de crédito, etc. e incluso consumidores finales, además de -obviamente- importadores y exportadores y todos los empresarios y actores de las cadenas comerciales.
Considero que las distintas posturas que se vienen adoptando en nuestro país de manera muy reciente, coinciden con los objetivos consagrados en el Acuerdo de Facilitación que consisten básicamente en la adopción progresiva de una serie de medidas para la rápida circulación de las mercaderías a través de las fronteras, que se inspiran en las mejores prácticas de todo el mundo.
Las recientes modificaciones normativas y de lineamiento administrativo sobre valores criterio, régimen de estampillado, revitalización de los OEA, trasbordos y el desmantelamiento de toda una serie de estructuras paraarancelarias y “paralegales” que existían, coinciden en el mismo objetivo: fomentar la facilitación del comercio exterior.
La decisión muy reciente y aun pendiente de reglamentación de eliminar la AFIP y sustituirla por un nuevo organismo que se estima denominar Agencia Nacional de Recaudación y Control Aduanero -ARCA-, conllevará un cambio profundo; tal como en su momento fue el Decreto 618/97 de creación de la AFIP y de eliminación de la vieja (ahora más antigua aún) Dirección General de Impuestos – DGI y de la Administración Nacional de Aduanas – ANA.
Allí es donde entran a jugar otros aspectos de la facilitación, los vinculados a la transparencia de la gestión pública, la profesionalización de los funcionarios, la simplificación de las estructuras administrativas y la digitalización de los trámites, que necesariamente derivan en la destrucción de circuitos corruptos, la mejora en la eficiencia de la recaudación y del control aduanero.
¿Qué reflexiones o perspectivas se presentan a futuro?
Estamos viviendo profundos cambios a nivel local, nacional, regional y mundial. Los próximos meses son decisivos respecto al rumbo y el éxito que las políticas actuales puedan tener sobre la gestión administrativa en general y la aduanera en particular.
Resulta imposible en un mundo globalizado mantenerse al margen de eventuales influencias que los conflictos armados actualmente activos y otros latentes puedan generar sobre la región. Las alianzas estratégicas a nivel político serán cruciales a la hora de gestionar nuestro intercambio comercial con los bloques mundiales y por ello, Argentina debe estar preparada, tanto desde el punto de vista normativo como de estructura administrativa para afrontar adecuadamente tales desafíos, recuperando su capacidad de reacción y aprovechando las oportunidades que el contexto internacional ofrezcan.
En ese marco, las X Jornadas de Derecho Aduanero, constituyen una oportunidad para repasar los Principios Generales del GATT que han marcado el rumbo de la actividad económica internacional de los últimos decenios, a la vez que esquematizan la situación actual, en miras a la formulación de propuestas, hechos y mejoras continuas.
¡Esperamos contar con la participación de todos!
Muchas gracias doctor Harry Schurig!!!