Indice de competitividad fiscal 2022 – Tax Foundation – Dr. Alfredo Collosa

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El objetivo del presente comentario es sintetizar los principales aspectos del índice de competitividad fiscal (ITCI – The International Tax Competitiveness Index en ingles) del año 2022 que es elaborado año tras año por la Tax Foundation y busca medir en qué medida el sistema tributario de un país considera dos aspectos importantes de la política tributaria: la competitividad y la neutralidad[1].

Hoy por hoy muchos países se encuentran analizando reformas tributarias por lo cual me pareció interesante hacer una referencia a este tema puesto que la competitividad y la neutralidad son aspectos muy importantes a la hora de analizar un sistema tributario.

1.     OBJETIVOS DEL ÍNDICE.

Se trata en definitiva de una comparación relativa de los sistemas fiscales de los países de la OCDE con respecto a la competitividad y la neutralidad.

Respecto a la competitividad se dice que un código tributario competitivo es aquel que mantiene bajas las tasas impositivas marginales.

Hoy el capital es altamente móvil y por ello las empresas pueden optar por invertir en cualquier lugar del mundo para encontrar la tasa de rendimiento más alta.

Por ello puede que las empresas buscarán países con tasas impositivas más bajas sobre la inversión para maximizar su tasa de rendimiento después de impuestos.

Si la tasa impositiva de un país es demasiado alta, impulsará la inversión en otros lugares, lo que conducirá a un crecimiento económico más lento.

Además, las altas tasas impositivas marginales pueden obstaculizar la inversión nacional y conducir a la evasión fiscal.

Según una investigación de la OCDE, los impuestos sobre la renta corporativos son los más perjudiciales para el crecimiento económico, siendo los impuestos sobre la renta de las personas físicas y los impuestos sobre el consumo menos dañinos. Los impuestos sobre la propiedad inmobiliaria tienen el menor impacto en el crecimiento.[2]

Respecto a la neutralidad se dice que un código fiscal neutral es simplemente uno que busca recaudar la mayor cantidad de ingresos con la menor cantidad de distorsiones económicas.

Esto quiere decir que no favorece el consumo sobre el ahorro, como ocurre con los impuestos a la inversión y al patrimonio. También significa pocas o ninguna desgravación fiscal específica para actividades específicas realizadas por empresas o individuos.

A medida que las leyes tributarias se vuelven más complejas, también se vuelven menos neutrales. Si, en teoría, se aplican los mismos impuestos a todas las empresas y personas, pero las reglas son tales que las grandes empresas o las personas ricas pueden cambiar su comportamiento para obtener una ventaja fiscal, esto socava la neutralidad de un sistema fiscal.

Por ello los autores del Indice dicen que un código tributario competitivo y neutral promueve el crecimiento económico sostenible y la inversión al mismo tiempo que genera ingresos suficientes para las prioridades del gobierno.

Un estudio del Banco Mundial encontró que los países con sistemas tributarios más simples y eficientes tenían tasas de crecimiento económico más altas que aquellos con sistemas tributarios más complicados[3].

El estudio también encontró que las empresas en países con sistemas fiscales más simples tenían más probabilidades de invertir y crear puestos de trabajo que las empresas en países con sistemas fiscales más complicados.

El ITCI brinda una descripción general completa de cómo se comparan los códigos tributarios de los países desarrollados, explica por qué ciertos códigos tributarios se destacan como buenos o malos modelos para la reforma y brinda información importante sobre cómo pensar sobre la política tributaria.

  1. METODOLOGIA DE CÁLCULO

Para medir si el sistema tributario de un país es neutral y competitivo, el ITCI analiza más de 40 variables de política tributaria.

Estas variables miden no solo el nivel de las tasas impositivas, sino también cómo se estructuran los impuestos.

El índice analiza los impuestos corporativos, los impuestos sobre la renta de las personas físicas, los impuestos sobre el consumo, los impuestos sobre la propiedad y el tratamiento de las ganancias obtenidas en el extranjero de un país.

Cada año se revisan los datos y la metodología del Índice en busca de formas que podrían mejorar la forma en que mide tanto la competitividad como la neutralidad.

Se contemplan asimismo diversos cambios normativos y la creación de nuevos impuestos como por ejemplo los impuestos a los servicios digitales.

  1. RESULTADOS DEL AÑO 2022.

Por noveno año consecutivo, Estonia tiene el mejor código fiscal de la OCDE.

Su puntuación más alta está impulsada por cuatro características positivas de su sistema tributario.

Primero, tiene una tasa impositiva del 20% sobre los ingresos corporativos que solo se aplica a las ganancias distribuidas.

En segundo lugar, tiene un impuesto fijo del 20% sobre los ingresos individuales que no se aplica a los ingresos por dividendos personales.

En tercer lugar, su impuesto sobre la propiedad se aplica solo al valor de la tierra, en lugar del valor de los bienes inmuebles o el capital.

Finalmente, tiene un sistema tributario territorial que exime el 100% de las ganancias extranjeras obtenidas por corporaciones nacionales de impuestos internos, con pocas restricciones.

Estonia es uno de los países mas digitales del planeta. En ese país, el 99% de los servicios gubernamentales se prestan en línea, el 98% de las recetas médicas se emiten digitalmente, y el 99% de la población tiene una identidad electrónica[4].

En la página de E-estonia se dice que en el mundo globalizado de hoy, las empresas pueden optar por invertir en cualquier número de países en todo el mundo para encontrar la tasa de rendimiento más alta[5].

Esto significa que las empresas buscarán países con tasas impositivas más bajas sobre la inversión para maximizar su tasa de rendimiento después de impuestos.

Así se afirmar que si la tasa impositiva de un país es demasiado alta, impulsará la inversión en otros lugares, lo que conducirá a un crecimiento económico más lento.

Además, las tasas impositivas marginales altas pueden conducir a la elusión fiscal.

Ocupa el primer lugar de la Unión Europea en Servicios Públicos Digitales según el Índice de Economía y Sociedad Digital 2021[6] de la Comisión Europea.

Como se ve la digitalización puede colaborar y mucho para hacer más eficaces y eficientes a los estados incluyendo por supuesto su sistema tributario.

Si bien el sistema fiscal de Estonia es el más competitivo de la OCDE, los sistemas fiscales de los otros países principales reciben puntajes altos debido a la excelencia en una o más de las principales categorías de impuestos.

Letonia, que recientemente adoptó el sistema estonio de impuestos corporativos, también tiene un sistema relativamente eficiente para gravar los ingresos laborales.

Nueva Zelanda tiene un impuesto sobre la renta individual relativamente uniforme y de tasa baja que también exime en gran medida las ganancias de capital (con una tasa máxima combinada del 39 por ciento), un impuesto a la propiedad bien estructurado y un IVA de base amplia.

Suiza tiene una tasa impositiva corporativa relativamente baja (19,7 por ciento), un impuesto al consumo bajo y de base amplia, y un impuesto sobre la renta de las personas físicas que exime parcialmente de impuestos a las ganancias de capital.

Luxemburgo tiene un impuesto al consumo de base amplia y un sistema fiscal internacional competitivo.

Francia tiene el sistema fiscal menos competitivo de la OCDE. . Tiene un impuesto a la riqueza sobre bienes inmuebles, un impuesto a las transacciones financieras y un impuesto a la herencia. El IVA francés cubre menos del 50 por ciento del consumo final, lo que revela brechas tanto en la política como en la aplicación.

Los países que se clasifican mal en el Indice a menudo imponen tasas impositivas marginales relativamente altas sobre los ingresos corporativos o tienen múltiples capas de reglas impositivas que contribuyen a la complejidad.

Cuatro de los cinco países en la parte inferior de la clasificación tienen tasas impositivas corporativas más altas que el promedio.

Irlanda ocupa un lugar bajo en el ITCI a pesar de su baja tasa de impuestos corporativos.

Esto se debe a los altos impuestos sobre la renta personal y los dividendos y una base de IVA relativamente estrecha.

Además, los cinco países con la clasificación más baja tienen altas tasas de impuestos al consumo, con tasas del 20 por ciento o más.

 

Si bien las variables a considerar para su conformación del indice pueden ser determinantes a la hora de considerar sus resultados, me pareció importante compartir el presente.

Ello porque en definitiva como dije en un comienzo analizar la competitividad de un sistema fiscal me parece muy relevante a la hora de proponer reformas fiscales.

 

Dr. Alfredo Collosa

Octubre 2.022

 

 


[1]https://taxfoundation.org/2022-international-tax-competitiveness-index/

[2] Organisation for Economic Co-operation and Development (OECD), “Tax and Economic Growth,” Economics Department Working Paper No. 620, July 11, 2008.

[3]https://www.worldbank.org/en/news/press-release/2022/02/17/trust-key-for-higher-tax-revenues-in-developing-countries

[4] Para ampliar ver https://blogs.iadb.org/administracion-publica/es/8-ensenanzas-de-la-transformacion-digital-de-estonia-para-america-latina-y-el-caribe/

[5]https://e-estonia.com/tax-competitiveness-index-2022-estonia-has-the-worlds-best-tax-system/

[6] https://digital-strategy.ec.europa.eu/en/policies/desi