La demanda de litio en la pospandemia llevaría las exportaciones de 190 a US$ 2.100 millones

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«El litio será uno de los ejes de la transición hacia la industrialización verde, basada en la electromovilidad, las energías renovables y el desarrollo sustentable de recursos naturales», destacó la subsecretaria de Desarrollo Minero, Laura Rópolo.

Los funcionarios de la Secretaría de Minería de la Nación confían en capitalizar la nueva ola de demanda de litio que se podría registrar en el corto plazo, en el marco de la recuperación pospandemia y de cara a los próximos años, de manera de incrementar las exportaciones del metal blando, que en la actualidad ronda los US$ 190 millones anuales, a más de US$ 2.100 millones en un década.

«El litio será uno de los ejes de la transición hacia la industrialización verde, basada en la electromovilidad, las energías renovables y el desarrollo sustentable de recursos naturales», destacó la subsecretaria de Desarrollo Minero, Laura Rópolo, esta semana durante un seminario virtual.

Víctor del Buono, director de Economía Minera, resaltó a su vez que «el empleo total en el sector litio se duplicó en tres años de 2.200 en 2017 a 4.400 en la actualidad».

Según los registros a junio pasado, agregó el funcionario, «hay 1.474 puestos directos y se estiman casi 3.000 indirectos (de contratistas y proveedores), que representan «empleo calificado y bien remunerado, de gran relevancia para la Puna».

Durante el encuentro «Litio en Sudamérica 2020», Rópolo resaltó que la minería «es una de las actividades económicas que dará posibilidades de crecimiento y exportación», y sostuvo que el Gobierno busca «generar instrumentos de impulso, en diálogo con las provincias y con el sector privado».

De ese modo, consideró, se podrá «potenciar ese desarrollo endógeno territorial, con sustitución de importaciones, industrialización local y nuevos emprendimientos».

Rópolo destacó que el país tiene una de las mayores carteras de proyectos de cobre a desarrollar, presencia en el país de los principales productores mundiales de oro y plata, y una posición destacada en litio.

«La Argentina es el primer destino global en presupuestos de exploración litífera mundial y tercer productor mundial, con 7% del total aún con pocos proyectos en marcha, después de Australia (61%) y Chile (19%)», precisó.

Además, el país posee la tercera reserva mundial del metal (12%), detrás de Chile (58%) y de Australia (17%), y explota hoy solo 0,38% de sus recursos.

Del Buono puntualizó que los recursos identificados de litio en la Argentina son de 93 millones de toneladas, pero el potencial geológico determinado tras las inversiones en exploración asciende a 350 millones.

«Sobre 21 proyectos, los 10 de mayor escala representan el 86% de los recursos identificados, y tomando los primeros 14 el potencial de producción es de 305.000 toneladas anuales», proyectó.

Los funcionarios detallaron que «para el litio hay 18 proyectos avanzados, dos de ellos en operación: Olaroz y Fénix, con expansiones en marcha que podrían casi duplicar su capacidad; y uno en construcción, Cauchari Olaroz.

Otros 11 emprendimientos están «avanzados en distintas etapas»: Centenario Ratones, Sal de Vida, Salar del Rincón (dos proyectos), Tres Quebradas, Cauchari, Mariana, Pastos Grandes, Sal de Oro, Sal de los Angeles y Salar del Hombre Muerto Norte.

Rópolo agregó que en el conjunto del sector minero «hay 16 proyectos en producción de todo tipo de metales y 7 en construcción; y una amplia cartera de exploración avanzada (11 con estudios de factibilidad y 7 de prefactibilidad).

A eso se añaden 13 emprendimientos más con evaluación económica preliminar; 26 con exploración avanzada; y 260 con exploración primaria.

El conjunto de inversiones acumuladas en 2017-20 asciende a US$ 1.188 millones, y para este año se estima US$ 467 millones, frente a los US$ 413 millones del año pasado y los US$ 253 millones de 2018

La minería «también puede ser una amenaza», admitió Rópolo, «pero si hay un Estado presente y una empresa responsable es un círculo virtuoso, dadas las regulaciones ambientales de la Nación y las provincias, y la policía minera que controla el cumplimiento», concluyó.

 

Fuente: Daniel Víctor Sosa – TELAM