Modernización Aduanera – Ab. Rodrigo González Holmes (desde Santiago, Chile)

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Los servicios aduaneros están en constantes procesos de modernización en Latinoamérica, con miras a contar con Aduanas más eficientes en la fiscalización del flujo de mercancías y control de la correcta tributación que afecta el movimiento transfronterizo de bienes, en un contexto de permanente cambio del escenario internacional.

 

Las exigencias tradicionales derivadas del crecimiento del comercio internacional han debido reorientarse con la aparición de algunas políticas proteccionistas que parecen ir en sentido contrario y frente a medidas de guerra comercial entre potencias o bloques.

 

Al mismo tiempo, las Aduanas han debido adaptarse rápidamente a los cambios ocurridos de manera vertiginosa a raíz de la pandemia por coronavirus, permitiendo el rápido despacho de mercancías para atender la emergencia sanitaria y atendiendo un creciente flujo de comercio electrónico al que acceden particulares y empresas desde plataformas globales y que arriban a través de líneas de envíos expresos e incluso por correo tradicional.

 

Desde fines de los años 90 se han generado importantes iniciativas de modernización en los servicios aduaneros, especialmente con la incorporación de sistemas electrónicos de declaración, con equipamiento de tecnología para revisión no invasiva, sistemas de ventanillas únicas y otras iniciativas ya conocidas, algunas de las cuales están por cumplir más de veinte años en aplicación, mientras que otras han quedado obsoletas sin haber alcanzado siquiera a pasar la etapa de proyectos, frente a la velocidad de los cambios en el comercio exterior.

 

Paralelamente, los fenómenos delictuales que aprovechan los canales de comercio lícito, se constituyen y reorganizan en forma mucho más rápida que las instituciones estatales, pues se adaptan y se coordinan con sus contrapartes en forma expedita y flexible, utilizan todo tipo de canales formales e informales para comunicarse y enviar sus productos, obteniendo el rédito de sus operaciones en forma desenvuelta para volver a financiar el ciclo ilegal. Tal es el caso del tráfico de drogas, armas, cigarrillos, vehículos robados, productos falsificados y un largo etcétera que varía en el tiempo, según como se visualicen las oportunidades comerciales y las vulnerabilidades que el sistema ofrece.

 

Frente a esta realidad, los cambios modernizadores al sistema aduanero no deben limitarse a la digitalización de algunos formatos de declaraciones que aún se tramitan en papel o en adquirir más equipos de alta tecnología para revisión no invasiva, ya que estas herramientas, por sí solas, no darán los frutos esperados o anunciados. La digitalización de formularios existentes mantiene la misma lógica del proceso antiguo que ahora hace vía sistema, mientras que un equipo scanner -de alto valor- sin contar una metodología de selectividad robusta como respaldo para definir cuáles cargas deben ser sometidas a una revisión exhaustiva, no supera en esencia el valor fiscalizador de la apertura física del contenedor.

 

Una verdadera modernización aduanera debe centrarse en redefinir la lógica, los objetivos de la fiscalización y los procesos de control asociados, mediante una efectiva metodología de gestión de riesgos, focalizando los recursos y las acciones en aquellas operaciones, usuarios, envíos, medios de transporte, regímenes y mercancías que realmente presenten un riesgo de afectación de los intereses fiscales o de otros objetos de protección estatal. Lo anterior implica necesariamente facilitar los procesos logísticos, la declaración y los flujos de mercancías para el amplio espectro del comercio internacional legítimo, en forma expresa, amplia y sin complejos, centrando el control aduanero en los tráficos ilícitos, de tal forma de colaborar en la mejora de la productividad del sector formal de la economía de nuestros países frente al actual contexto de crisis económica mundial.

 

La metodología de gestión de riesgos aplicada de manera real y eficiente en todas las diferentes secciones de la Aduana, es la única herramienta que ha permitido a los países desarrollados mantener la fluidez en el movimiento de bienes y, al mismo tiempo, prevenir y detectar eficazmente los tráficos ilícitos, más allá de cualquier cambio de escenario en las políticas o flujos comerciales internacionales a los que nos tenemos que comenzar a acostumbrar.

 

Ab. Rodrigo González Holmes

Octubre 2.020

 

El autor es Abogado, Magíster en Dirección y Gestión Tributaria, se desempeña como consultor en comercio internacional y aduanas con sede en Santiago de Chile en www.gonzalezholmes.cl