Nuevo Acuerdo Aéreo de Transporte Argentina / Chile (23 de abril) – Dr. Manuel Alberto Gamboa.

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Abordar el sistema bilateral en materia de transporte aéreo con nuestros vecinos chilenos, nos retrotrae a caminos dificultosos lleno de susceptibilidades, por mucho factores y hechos que se dieron a lo largo de la historia aeronáutica comercial entre ambos países.

Seguramente producto y cuestiones propias por compartir un extenso límite geográfico de más de cinco mil kilómetros de extensión.

No tan solo estamos frontera lindante, sino además intereses comerciales, culturales, deportivos. Incluso podemos afirmar que últimamente la economía doméstica también la compartimos con el pueblo chileno, habida cuenta el  desequilibrio cambiario a ambos lados de la cordillera andina.

En este caso, el encuentro de autoridades asdministrativas de ambos gobiernos mostró ciertas particularidades, a saber: del lado chileno su Jefe de Delegación fue el Secretario de la Junta de Aviación, funcionario de cuarta o quinta graduación. Sin embargo, del lado argentino fue presidida por el mismísimo Secretario de Transporte de la Nación, que tiene bajo su órbita todos los modos de transporte existentes. En el caso, el aéreo es apenas el diez por ciento de su cartera, medido según los interese económicos, sociales y políticos.

Entonces, llama la atención esta delegación oficial, en un negocio internacional mínimo, en comparación con los modelos de la carga terrestre, pasajeros en bus o de los puertos internacionales que interesa a los argentinos y ofrecen los chilenos,  que detentan el mercado de los Tratados sobre el Pacifico.

Además, a la luz de los intereses aeronáuticos,  se actuó a la tradicional e insistente petición chilena a través de décadas si nos atgenemos a la firma del “Memorándum de Entendimiento” suscrito, que traduce un  claro desequilibrio, el cual favorece al empresariado aeronáutico trasandino.

En primer lugar: por el tamaño del mercado argentino mayor que el chileno, las comunidades del tráfico de Tercera y Cuarta libertad, ciudades argentinas son tres a cuatro veces de mayor tamaño que las similares chilenas, al menciona el “Memorandún” de cualquier punto, contra cualquier punto.

En segundo lugar, por la posición geográfica de Argentina, está más cerca de los mercados generadores de tráfico regional y de largo recorrido, como San Pablo, el sur industrial brasileño en conexión con los mercados de Europa y Estados unidos. Es decir, se liberó las Quintas y Sextas Libertades, como surge del texto, beneficiando a las empresas chilenas antes que a las argentinas.

¿De nuestro lado, que podemos ganar sobre el Pacifico? ¿Qué punto más allá esta después del largo país trasandino? Sólo la Isla de Pascua y Nueva Guinea podemos imaginar como posible.

En tercer lugar: entregar y negociar nuestro cabotaje, ya que desde ahora lo permite la Novena Liberta firmada por las autoridades. Esto es lo más perjudicial y pernicioso para las empresas argentinas.

A pesar que nuestro Código Aeronáutico lo permite en su articulo 97, existe una condición que preveía la doctrina desde los años 60: cual es que haya reciprocidad, pero que esa reciprocidad sea REAL Y EFECTIVA. Esto es,  que se ejecuta con aviones iguales, frecuencias y capacidades iguales, oportunidades semejantes. Cuestión que hoy para la doctrina liberal del gobierno argentino, es una irreverencia y una intromisión gravÍsima.

Podemos dar un dato de color, por los que asistieron a la reunión, que demuestra la preocupación o en todo caso simple curiosidad del empresariado argentino: estuvieron doce empresas, de las cuales solo cuatro están legitimadas en ejercicio de sus títulos habilitante y designados, contra las tres empresas designadas chilenas. parece que demuestra confianza en sus autoridades.

Conclusión:

Permite afirmar:  Inoportuno, por un fuerte impacto NEGATIVO en. empresas argentinas, con problemas de financiamiento debido a la lucha diaria con la inflación experimentada en los últimos años y acceso al mercado de divisa por el cepo cambiario. Esto, afecta  la competitividad que requiere el desafío de producir en este ambiente de acuerdos bilaterales y regionales. Si nos remitimos también al Tratado de Fortaleza del año 1997.

En un futuro cercanos, encontrar un inversor que sea del negocio aéreo, que a la vez tenga el expertís, los recursos financieros y económicos, acceso a los mercados internacionales, regionales y quiera mejorar el servicio o el dominio del doméstico, será muy difícil. Mucho menos, que se haga cargo la empresa de propiedad del estado argentino. En donde están agravadas las perspectivas con estas nuevas condiciones de normas y tratados internacionales, al igual con un DNU70/23 que DEROGA LEYES, REGLAMENTOS y CONVENIOS LABORALES.

Dr. Manuel Alberto Gamboa.

Abril 2.024

(Ex Director Nacional de Transporte Aerocomercial 1990/2000). Participo como Presidente de la Delegación Argentina en varias reuniones Bilaterales Argentina/Chile en esa Década