Para Mujica, la integración es un proyecto de largo aliento que necesita mayor dinamismo

El Presidente de la República José Mujica, el ex presidente de Brasil, Luiz Inacio «Lula» da Silva, el secretario general de la Confederación Sindical de Trabajadores y Trabajadoras de la Américas, Víctor Báez y la secretaria ejecutiva de la CEPAL, Alicia Bárcena, participaron en la apertura del Foro Internacional de Sindicatos y Partidos Progresistas. El evento organizado por la Fundación Friedrich Ebert se desarrolló en el Edificio MERCOSUR y fue moderado por el politólogo e historiador uruguayo Gerardo Caetano.

Ambos líderes políticos coincidieron en la relevancia que ocupa el proceso de integración latinoamericano de nuestro tiempo para crecer con distribución equitativa, en un contexto de amplia democracia y libertades civiles. Mujica señaló que es necesario “mirar a la democracia desde abajo, el ejercicio efectivo de la democracia es el único instrumento que tenemos en la mano para corregir los errores que inevitablemente tenemos en el andar”. Lula da Silva enfatizó que hoy están dadas las condiciones para crecer desde el punto de vista económico, pero sobre todo desde lo social, y por eso los trabajadores no pueden perder esta oportunidad.

Lula da Silva recordó que durante la dictadura brasileña de los años ’70 el crecimiento promedio de esos años llegó al 14 %, pero la gente salió de ese proceso de quiebre democrático siendo aún más pobre porque, considera, hay una deformación conceptual consistente en diseñar políticas públicas que piensan primero en el crecimiento, para distribuir la riqueza después. En ese sentido, la secretaria ejecutiva de la CEPAL, Alicia Bárcena, felicitó a la administración brasileña por promover la transferencia condicionada de recursos, indexar el salario mínimo nacional al PBI, generar una red productiva y económica de pequeñas y medianas empresas y salir a buscar a la indigencia para incorporarla a la sociedad brasileña.

José Mujica se manifestó contrario al reeleccionismo y la permanencia en el Estado. Se mostró partidario de la renovación, tanto de recursos humanos como también de la propia Constitución. “La democracia tiene que ser renovada”, dijo.

“La permanencia en una función de confianza no le conviene al país, le conviene la renovación, y le conviene gente que venga con espíritu de novedad, de aventura, de entrega, y no con el sedentarismo burocrático de los años que pasan y pasan, y se convierte la actitud del ser humano en algo vegetativo”, dijo Mujica, para concluir que “la democracia, esencialmente, debe ser renovadora”.

Por su parte, el representante de los trabajadores latinoamericanos señaló en este foro que es necesario el desarrollo con mayor inclusión, lo que implica explicar a la población las políticas concretas que identifiquen las posiciones políticas de los distintos actores. Subrayó el papel de los movimientos de trabajadores organizados en la calidad de la democracia, por lo cual llamó a fortalecer la negociación colectiva en todo el continente, como también el goce de los derechos civiles, como el sindical. También señaló que para dar continuidad a los cambios, es necesario detener el crecimiento de los latifundios mediáticos.