Pronóstico de posibles inconvenientes que nos encontraremos al salir de la Pandemia en la vía aérea – Dr. Manuel Alberto Gamboa

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En este Sitio, citábamos una reunión que había sucedido en la ciudad de New York (EEUU), organizado con motivo de la IATA LEGAL SYMPOSIUM  2020, resaltamos lo manifestado en esa oportunidad por su presidente Alexandre de Juniac, luego de una exposición de análisis de la industria aerocomercial mundial, realizando además una especial mención al síndrome: COVID-19 y sus consecuencias.

 

Esto motivó, que en esa oportunidad, ensayemos una perspectiva, previendo las posibles acciones en el transporte aéreo nacional e internacional. Sin embargo, debemos reconocer que cualquier proyección fue realizada sobre un vacío de conocimiento, debido a que, más allá de lo inédito de la situación, los hechos y las circunstancias superaron todo pronóstico. Este desconocimiento estaba basado, entre otros temas, sobre la determinación que tomarían los distintos gobiernos para aminorar los efectos de la pandemia, esto es cerrando o no sus espacios aéreos. Algunos países fueron muy severos como el peruano o el nuestro, sin embargo otros como el Brasilero o de los EEUU fueron flexibles.

 

Hoy observamos, en pequeños videos, en los distintos aeropuertos del mundo cientos de aeronaves desprogramados y en tierra, que reflejan en los hechos, la caída de la actividad a nivel mundial por encima del 80 por ciento. En nuestro país esta caída es prácticamente del ciento por ciento.

 

Solamente y de manera eventual se autoriza un vuelo puntual con empresas nacionales, con motivos muy fundados. También se autoriza la operación de alguna aeronave extranjera de carga pura en el aeropuerto de Ezeiza, a los efectos de traer insumos sanitarios.

 

En este momento ha llegado la hora de que nos preguntemos cómo será el proceso y los métodos de reinicio de las operaciones, asi como las consecuencias futuras para la actividad.

 

En primer lugar, debemos tener presente que es inédito a nivel mundial este forzado lock out empresario, concretamente la desaparición de la oferta. Se debe a que se detuvo un sistema de transporte muy coordinado, integrado, regulado y perfectamente sincronizado. Se paró la actividad del personal comercial, de tráfico, los operativos de plataforma, los tripulantes de vuelo y de los controladores de tránsito aéreo que ordenan los vuelos.

 

El vuelo, desde el rodaje al despegue está controlado y protegido. Todo debidamente estudiado, diseñado, reglamentado sea en el orden nacional e internacional divido por regiones, todo responde a la seguridad operacional, a la eficiencia de los recursos como de los elementos dispuestos en cada una de las etapas de las operaciones; que se desarrollan simultáneamente con mayor o menor complejidad, según el congestionamiento de la zona que se trate.

 

Desde que la aeronave es “puesta en línea”, como dicen los mecánicos, que es colocar en la plataforma la aeronave pronta para realizar un vuelo, está dispuesto y ha superado todos los controles.

 

Pero esos controles provienen desde una actividad anterior en los hangares de la empresa, donde se hace el mantenimiento preventivo, además de estar estudiados desde el historial de la aeronave y de cada uno de los motores, los vencimientos, por el transcurso de las horas de vuelo, sino también por el tiempo trascurrido de sus habilitaciones.

 

Hay partes de las aeronaves que son consumibles y otras que van rotando o reciclando de acuerdo a los fabricantes. Todo esto está hoy interrumpido con una vigilancia mínima en cumplimiento de la preservación de las aeronaves en los amarres o estacionamientos, generalmente a la intemperie, sufriendo la acción del calor, sol o la humedad, como el accionar de la fauna silvestre que rodea los aeropuertos, los insectos, etc. Todo es una agresión al material.

 

Como se licenció a la mayoría de los mecánicos y operativos, seguramente luego de levantar la cuarentena, se deberá dar un tiempo prudencial para poner todo el sistema en marcha. Y ello no será sencillo.

 

Esto puede llevar semanas o meses para que funcione como estaba en el momento de la interrupción.

 

Por otro lado, está el personal aeronáutico, desde los pilotos hasta el personal de tierra, con sus habilitaciones y recurrente de instrucción. Los que deben estar al día. Porque así lo exige la seguridad.

 

Las distintas autoridades de aplicación en cada país, elaboran normas de prórrogas de habilitaciones, como lo hacen en Europa, también nuestra administración ANAC, pero eso hay que tomarlo con mucha precaución. No es lo mismo prorrogar la habilitación de un taller, que posponer el entrenamiento de una tripulación completa. De repasar las emergencias en un simulador luego de estar parado y sin volar más de 90 días, suponiendo que esto se resuelva a fin de mayo, como estamos viendo que podrá suceder.

 

Además, estamos hablando de un cuerpo de 600 pilotos entre comandantes y copilotos de una empresa como Aerolíneas, que cuenta con una flota de 60 737 800 NG. O los 400 pilotos de Austral de 25 Embraer. Podemos imaginar lo que puede requerir empresas como American Airlines o United Airlines de los EEUU, que están volando al treinta por cien de su capacidad. O Air France o British Airways.

 

Este tema preocupa y deben observarse igual que a los controladores, o el personal de rampa.

 

Este personal debidamente habilitado con su certificado de idoneidad correspondiente merece su atención y su entrenamiento.

 

En el tema comercial, reservas, ventas, también tiene su problemática. La idea es que cuando todo ese mundo técnico esté operativo y pronto para volar, existan los pasajeros para que ocupen los asientos de las aeronaves.

 

Esta es una actividad muy compleja para haberla detenido abruptamente y ponerla en marcha con la misma facilidad. No será así, si queremos que todo salga bien.

 

Para destacar temas técnicos como el que nos ocupa en este artículo, en este sentido, más allá de la cuestión política, en estos precisos momentos, se está realizando un vuelo muy particular, para traer insumos sanitarios directamente desde Shangai, República de China.

 

Lamentablemente la poca vocación carguera de Aerolíneas Argentinas, de no hacer vuelos ni tener aviones de carga pura, se pone de manifiesto ahora con los inconvenientes de no contar con un sistema de explotación operativo y comercial en ese rubro: CARGA AÉREA, con aeronaves para ese propósito.

 

Estamos en una situación crítica, con los recursos del personal y material técnico que cuenta la organización. Por tanto, se transforma casi en una acción épica y voluntaria de los tripulantes, mecánicos y despachantes de aeronave, quienes son protagonistas en este histórico vuelo. Confiamos en un ciento por ciento, en sus capacidades y experiencias. Deseándoles un buen vuelo.

 

Dr.  Manuel Alberto Gamboa AN

Wilde, 15 de abril de 2020

gamboamanuelalberto@gmail.com