Realizó 14 allanamientos al detectar una evasión impositiva de más de $ 500 millones en exportaciones de cebolla
La Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP) realizó 14 allanamientos simultáneos en Mar del Plata, Buenos Aires, Misiones, para desarticular una compleja organización que comercializó cebollas a Brasil en forma marginal por unos 1.000 millones de pesos, lo que significaría una evasión de $ 500 millones, en concepto de IVA y Ganancias. En los procedimientos intervino la Justicia Federal de Bahía Blanca y funcionarios de la DGI, DGA y DGRSS.
Los allanamientos se realizaron sobre escribanías, estudios contables, despachantes de aduanas y varias «cuevas»que proveían y confeccionaban documentación apócrifa para facilitar las maniobras, como por ejemplo facturas de venta, guías frutihortícolas, etc.
En los allanamientos efectuados hoy, los agentes de la AFIP recogieron elementos que demuestran que los reales vendedores de las cebollas no estaban inscriptos ante el Organismo. También secuestraron documentos que demuestran la actuación de varios profesionales que diseñaron una compleja ingeniería destinada a facilitar los ilícitos.
Toda la información recopilada por los agentes de la AFIP ya está en manos de la Justicia Federal de Bahía Blanca, a fin de determinar el grado de culpabilidad de cada uno de los integrantes de la organización delictiva.
La exhaustiva investigación de la AFIP apuntó a desarticular una compleja organización que inicia sus operaciones con productores de la zona del sudoeste bonaerense -no inscriptos ante el fisco y que suelen utilizar empleados sin registrar en condiciones laborales infra-humanas.
Un importador brasileño sería el responsable intelectual y logístico de la maniobra (mediante la constitución y utilización de sociedades fantasmas), así como de la financiación de la operatoria a través del envío de divisas por fuera del sistema cambiario formal (utilizando “cuevas”).
La AFIP descubrió esta operatoria ilegal y denunció operaciones de comercio interior y exterior, más las consecuentes deudas fiscales, en cabeza de personas físicas y jurídicas insolventes entre los años 2012 y 2013.
En lo que va del año, mediante controles en ruta, la AFIP decomisó por inconsistencias y falsedades documentales como las descriptas precedentemente, unas 1.000 toneladas de cebolla en tránsito que, en su mayoría, iban hacia Brasil.
Evasión en todos los eslabones de la cadena
La cadena productiva de la cebolla está compuesta por siembra, cosecha, comercialización y exportación. En todos esos eslabones se encontraron irregularidades y la investigación apunta a identificar a todos los actores intermedios, que brindan unaasistencia técnica o profesional para la evasión, como escribanos, abogados, contadores y finalmente despachantes de aduana.
Conexión brasileña
Asimismo, también se investiga a un grupo de empresarios brasileños que, en connivencia con pequeños y medianos productores, interponían en cabeza de las obligaciones tributarias a sujetos insolventes, simulando operaciones que estas personas nunca habían efectuado ni tenían la capacidad de hacerlo. El objetivo de la maniobra es desviar la mirada del Fisco hacia indigentes, para evitar el pago del impuesto a las Ganancias y al Valor Agregado de los verdaderos vendedores.
Para completar esta maniobra, tanto los empresarios brasileños como los productores, se apoyaban en una banda delictiva que preparaba «carpetas», consistente en una serie de documentos apócrifos que le dan un marco de formalidad a una operatoria marginal. Para el armado de estas «carpetas» se necesita del asesoramiento de abogados, contadores y escribanos.
Dentro de las «carpetas» existen sociedades fantasma; nombres y firmas de personas insolventes haciendo las veces de socios, productores, intermediarios y/o exportadores, sobre quienes finalmente caerá la obligación de pago de impuestos; y todos los documentos necesarios para completar la operación (facturas de venta, guías de transporte frutihortícola falsas, adulteradas o incompletas. En los casos de exportación, también llevan facturas E apócrifas).
Hasta el momento, en las investigaciones realizadas se detectaron certificaciones notariales de domicilios societarios falsos; y contadores que se repiten inscribiendo y representando a numerosas sociedades ficticias.