Relevancia de las Gigafábricas para América Latina y El Caribe – Lic. René Suástegui (desde México)
Quizá muchos de nosotros al escuchar el concepto Gigafábrica, inmediatamente pensamos en un lugar en el que se desarrollan procesos productivos de grandes dimensiones a gran escala; el concepto va más allá, tiene que ver con el hecho de que los distintos sectores industriales están transformando sus centros de producción con el apoyo de la tecnología, la automatización y la globalización en el afán de aumentar sus rendimientos y eficiencia, sin descuidar el medio ambiente.
De acuerdo con Federico Guerra, Arquitecto y Project Manager, en un sentido estricto, una gigafábrica es un espacio dedicado a la producción de baterías con una capacidad total superior al GWh (gigavatio hora); se trata de proyectos de gran escala que han logrado adaptar en su operación las diferentes tecnologías digitales para convertirse en espacios de producción más ágiles, flexibles y con una huella de carbono reducida al máximo, es decir, están estrechamente relacionadas con la Cuarta Revolución Industrial de la que ya platicamos en una publicación anterior.
Un sector que es un claro ejemplo del desarrollo de este concepto es el automotriz, el cambio de vehículos de combustión interna a totalmente eléctricos está marcando la pauta del desarrollo y reconversión de esta industria, ampliamente posicionada en México y Brasil, considero que para el desarrollo pleno de este tipo de industria se requiere de dos elementos básicos, minerales (litio) para la fabricación de baterías y de semiconductores (chips).
Empecemos por los minerales, ¿nuestra región tiene potencial para la extracción de litio?
Fuente: visualcapitalist.com
El litio es uno de los elementos fundamentales para la transición energética y ha sido considerado como un recurso estratégico por los países de la región que cuentan con yacimientos abundantes. Por ello, la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) recalca la importancia de generar una agenda de desarrollo productivo en torno al litio para promover su extracción en beneficio de las actividades económicas directa e indirectamente relacionadas al mineral.
Argentina, Bolivia y Chile poseen el 68% de los reservorios globales de litio en forma de salmueras, de más práctico procesamiento y mayor rentabilidad de extracción. Además, este mineral está considerado en uno de los elementos que aporta al futuro de una sociedad ecológicamente sustentable, según el estudio “Litio en Sudamérica”, publicado por CLACSO (Consejo Latinoamericano en Ciencias Sociales) y el IEALC (Instituto de Estudios de América Latina y el Caribe.
Al respecto, la publicación titulada Extracción e industrialización del litio. Oportunidades y desafíos para América Latina y el Caribe, de la CEPAL examina el papel de los países productores de litio de la región (principalmente Argentina, Brasil y Chile) en la cadena de valor global de las baterías de iones de litio (principal uso actual del litio), así como los regímenes de gobernanza, normativo y fiscal que determinan el funcionamiento de la explotación del mineral en los países del llamado “triángulo del litio” (Argentina, Bolivia y Chile). El informe concluye con lineamientos de políticas públicas que pueden contribuir a una agenda de desarrollo productivo en torno al litio, así como la industrialización de este y otros minerales en tecnologías limpias para la transición energética y la electromovilidad.
De acuerdo a la citada publicación sólo tres países explotan litio a gran escala comercial en la región. En 2021, Argentina representó el 9,8% de la producción mundial, Brasil el 0,4% y Chile el 41%. Ese mismo año, los cuatro mayores productores de litio a nivel mundial (en orden de importancia, Australia, Chile, China y Argentina) concentraron más del 96% de la producción global, lo que ha motivado a los países productores de baterías de ion-litio a incluir el mineral en su listado de minerales críticos.
Nuevamente el desafío para nuestros países ricos en recursos de litio radica en trascender de tener una participación importante en la primera etapa de la cadena de valor de las baterías de litio (extracción), a integrarse en las etapas de procesamiento y producción de precursores, cátodos/ánodos, celdas y baterías, siendo China, Japón, República de Corea, Estados Unidos y Europa quienes lideran esa etapa del proceso.
Aquí radica la relevancia del establecimiento de Gigafábricas en nuestra región.
¿Qué pasa con los semiconductores?
La industria de los semiconductores abarca toda la cadena de diseño, fabricación e instalación de circuitos integrados, a los que también se conoce como chips o microchips.
De acuerdo al artículo “Fabricación de semiconductores: mapeo de países productores” de Carlos Juárez, siete de los mayores fabricantes de semiconductores del mundo han establecido planes para aumentar la fabricación y profundizar las asociaciones tecnológicas en Japón. Se trata de una nueva medida de aliados occidentales que intensifican los esfuerzos para remodelar la cadena mundial de suministro de “chips” en medio de las crecientes tensiones con China. Adicionalmente, los semiconductores en particular se han convertido en una cuestión estratégica para Estados Unidos y sus aliados.
A finales del año 2022, el área de finanzas del portal Yahoo! realizó un recuento de las principales fábricas de semiconductores esparcidas por el mundo, clasificando las regiones y áreas de acuerdo con la cantidad de centros de manufactura que están presentes en ellas, así como las plantas que ya se encuentran en construcción:
- Israel
- Países Bajos
- Malasia
- Reino Unido
- República de Corea
- Alemania
- China
- Estados Unidos
- Taiwan
- Japón
De acuerdo con la publicación “Cambios en la industria de los semiconductores: oportunidades para México” de Agustín Filippo, Carlos Guaipatin, Lucas Navarro y Federico Wyss, el proceso productivo de un semiconductor es sumamente complejo y especializado. Se trata de una cadena muy globalizada y dispersa geográficamente, que involucra una gran cantidad de etapas muy específicas y una fragmentación de la producción a lo largo de todo el hemisferio norte.
De manera simplificada puede decirse que la Cadena Global de Valor (CGV) de semiconductores se conforma de tres eslabones: uno de diseño, muy intensivo en conocimiento, uno de fabricación (frontend) más intensivo en capital, y finalmente el eslabón de ensamblado y testeo (backend), trabajo intensivo, donde los chips son testeados masivamente, y empacados para ser finalmente entregados a las verticales tecnológicas que los demandan.
Respecto a la distribución geográfica de la CGV, las actividades del eslabón de diseño son desarrolladas mayormente en Estados Unidos y Europa. El eslabón de fabricación, que hace veinte años era de dominio estadounidense-europeo, hoy tiene fuerte presencia en Asia, sobre todo en Taiwán, y la nueva capacidad instalada es objeto de disputa para los países de cara a la próxima década. El eslabón de backend, está dominado mayormente por países asiáticos. En el caso de México, se cuenta con cuatro empresas que realizan actividades de la CGV en los eslabones de diseño y backend, lo cual puede presentar oportunidades significativas para el territorio.
La característica del proceso fragmentado hace que ningún país pueda desarrollar el proceso completo por sí solo.
Parece que en el caso de semiconductores la estrategia para la región debe encaminarse a la especialización en alguna fase del proceso.
Vehículos eléctricos.
El componente esencial de los vehículos eléctricos e híbridos son las distintas variedades de baterías recargables (de ácido de plomo, hidróxido de níquel o iones de litio) donde se almacena la energía que propulsa el vehículo.
Como se ha venido mencionando, el escenario ideal para nuestra región es que los vehículos se empiecen a producir dentro de la región para reducir o eliminar ciertos costos, en la medida en que la región comience a producir este tipo de vehículos serán más asequibles para los consumidores locales.
A continuación se presenta la gráfica publicada por Statista sobre el número de registros de vehículos ligeros eléctricos en algunos países de América Latina y el Caribe en 2021, por tipo.
En 2021, Colombia se posicionó como el líder en la comercialización de vehículos ligeros eléctricos de batería (BEV) en América Latina y el Caribe con 1.296 registros de dicho tipo de vehículos, seguido por México con más de 1.100 nuevos registros de vehículos ligeros propulsados por motor eléctrico. En el campo de los eléctricos híbridos enchufables, el país azteca se posicionó como el líder en la región con casi 3.500 registros en 2021.
A continuación, se presenta una gráfica de Blomberg sobre ventas de vehículos eléctricos entre China, EUA y UE.
Conclusión
Con base en lo anteriormente expuesto, tiene sentido pensar en el establecimiento de Gigafábricas en nuestra región, siendo lo más recomendable, no solo participar en la fase de extracción de minerales (litio), sino, adicionalmente, en el desarrollo de la infraestructura para la fabricación de baterías, participar en alguna fase de la fabricación de semiconductores e instalar o reconvertir plantas armadoras de vehículos eléctricos.
Como en todo proyecto, no es suficiente contar con la materia prima, buena voluntad y actitud positiva, es necesario tomar en cuenta que se requerirá de financiamiento, acceso a otros minerales considerados críticos, infraestructura, políticas públicas que fomenten su desarrollo educación y capacitación que fortalezca las competencias humanas y tecnológicas.
Por supuesto que todos los elementos son importantes, pero para quienes estamos involucrados en el comercio internacional y servicios aduaneros, resultan relevantes los aspectos relacionados con el control de la cadena de valor, el uso de los programas de fomento como Operador Económico Autorizado y de Maquila, estímulos fiscales, aplicación de reglas de origen y preferencias arancelarias derivadas de Tratados Comerciales, la normatividad de cada uno de nuestros países; por otro lado, para los gobiernos implica cobro de impuestos, generación de empleos, ampliación de número de contribuyentes, muy interesante por donde se le vea.
Interesante también será el desarrollo de la industria regional que se integre a la cadena productiva con insumos y servicios que den valor agregado al producto terminado, lo que se alinea a la potencialización de los Tratados de Libre Comercio, al “Nearshoring” y la integración regional.
Fuente de información:
“Análisis de Tecnología, Industria, y Mercado para Vehículos Eléctricos en América Latina y el Caribe”, Lorena Isla, Martín Singla, Manuel Rodríguez Porcel, Isabel Granada, Banco Interamericano de Desarrollo, Marzo de 2019.
https://futurociudades.tec.mx/es/Gigafabricas
Lic. René Suastegui
septiembre 2.023
