Repensando los viejos modelos – Dr. Oscar Palomba

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“Una parte demasiado grande de la economía “matemática” reciente es una simple mixtura, tan imprecisa como los supuestos originales que la sustentan, que permite al autor perder de vista las complejidades e interdependencias del mundo real en un laberinto de símbolos pretensiosos e inútiles”, John Maynard Keynes.

 

Estas complejidades e interdependencias a las que se refiere Keynes cobran una inusitada vigencia en momentos como el actual, donde se espera que la Ciencia Económica sea el salvavidas que permita sortear la actual tempestad.

 

En primer lugar, y sin entrar en la discusión de si la economía es o no una ciencia dada su imposibilidad de poder establecer reglas generales y universales, bien es cierto que el conocimiento de las “técnicas”, la historia económica, etc. juntamente con la integración con otras disciplinas, serán en forma indudable quienes tendrán que dar el marco referencial que permita la mejor resolución a la parálisis económica generada por la actual pandemia. En síntesis, lo novedoso de esta situación es que pone nuevamente en vigencia el pensamiento de Keynes cuando refiere “La dificultad reside no en las ideas nuevas, sino en rehuir las viejas que entran hasta el último pliegue del entendimiento de quienes se han educado en ellas”.

 

Lo complejo de la situación actual permite prever la aparición de nuevas ideas o desarrollos que significarán un punto de arranque de una economía verdaderamente globalizada que no se puede detener, pero que tampoco puede sostenerse con asimetrías irresolutas como hasta el presente. No es dable esperar que resuelto por antídoto o vacuna el tema del Covid19 la economía global siga funcionando como funcionó hasta ahora.

 

A modo de ejemplo: como se va a continuar con la teoría de las “ventajas comparativas”, en efecto, impacta que países desarrollados con altísimos ingresos per cápita, no admitan en sus centros médicos el ingreso a mayores de 60 años para ser tratados por la pandemia por carecer de los recursos de infraestructura necesarios; ese pensamiento se fundó en que contar con fondos financieros suficientes podrían tener acceso a todo lo que su población pudiera demandar, no fue así. Localmente, ante la carencia de recursos se van a plantear temas como si es necesario fabricar respiradores o si alcanza con tener los fondos suficientes para importarlos a un costo menor, lo que no se planteó es la no disponibilidad por la gran demanda mundial. Así como la necesidad de una “línea de bandera” para el caso de repatriación de argentinos en el exterior o bien si al estado desde un punto de vista estrictamente económico le hubiera sido preferible contratar ese servicio a terceros en un momento de exceso de oferta, etc. etc.

 

Tomar conciencia de lo limitado de los recursos y de la importancia de un planeamiento por parte del estado, que como todo plan debe ser sometido a reajustes pero sin ceder a las presiones sectoriales y sólo tratando de respetar el tan difícil de definir “interés general”, tal vez sea un beneficio que deje la dura experiencia actual.

 

La conclusión es que se ha tomado “conciencia social” de lo limitado de los recursos, la necesidad de una coordinación global de las políticas sociales y económicas, la imposibilidad de retornar a un nacionalismo mercantilista que ya estaba pasando el estado de incipiente y la necesidad de apertura a “ideas nuevas” tal cual lo señalara Lord Keynes en un tiempo también crítico.

 

Dr. Oscar Palomba