Sobre la arena del comercio internacional y el triunfo republicano – Dra. María José Etulain Sórensen
Ganó Trump. Fin. Y por amplia ventaja. Fin 2.
Pero, qué votó el pueblo norteamericano en materia de relaciones internacionales? Priorizar su trabajo interno, rechazar el ingreso irregular de extranjeros, limitar las importaciones de productos y no participar en guerras que no son propias. Es hora de fortalecernos puertas “adentro”.
El mundo que vio nacer al GATT luego de la segunda guerra mundial tenía muchos perdedores y un liderazgo único, no desafiado, en cabeza de Estados Unidos. Este liderazgo no fue fruto de una victoria sencilla, ni de tiempos gentiles. El liderazgo de Estados Unidos a mediados del siglo pasado era, especialmente, industrial y tecnológico.
Si el lector visita el Arco del Triunfo en Paris, podrá leer tallado en piedra en el piso, un fragmento del llamamiento del 18 de Junio de 1940, con el cual el General Charles de Gaulle, desde su exilio en Gran Bretaña, convocaba a la resistencia francesa frente a la invasión nazi, en estos términos:
Infinitamente más que su número, los tanques, los aviones, [y] la táctica de los alemanes nos hace[n] retroceder… han sorprendido a nuestros mandos…. Pero, ¿se ha dicho la última palabra? ¿La esperanza debe desaparecer? ¿La derrota es definitiva? ¡No!
Créanme, a mí, que les hablo con conocimiento de causa y les digo que nada está perdido para Francia. Los mismos medios que nos han vencido pueden darnos un día la victoria.
¡Pues Francia no está sola! ¡No está sola! Tiene un vasto imperio de su lado. Puede formar bloque con el Imperio Británico que domina el mar y continúa la lucha. Puede, como Inglaterra, utilizar sin límites la inmensa industria de los Estados Unidos. … Aplastados hoy por la fuerza mecánica, podemos vencer en el futuro con una fuerza mecánica superior. El destino del mundo está en juego…
Y desde esas cenizas nació el Acuerdo General sobre Aranceles Aduaneros y Comercio, congregando vencedores y vencidos en una misma mesa: la cercanía del horror de la guerra extendida, un liderazgo sin desafíos y cierta responsabilidad a partir de la decisión de Hiroshima y Nagasaki.
El concepto multilateral de la convivencia comercial internacional parte del “ponemos todos”, a diferencia del concepto transaccional que parte del “te doy si me das”. Esta última concepción es la que promete adoptar el Presidente Trump.
La propuesta multilateral de convivencia para el comercio internacional, fue institucionalizada en la Organización Mundial del Comercio en 1995 junto con un ambicioso Sistema de Solución de Diferencias (OSD – ESD). Un jugador de gran tamaño geográfico y poblacional, pero con poca fuerza industrial relativa se incorporó al club multilateral en 2001: la República Popular China.
El gigante dormido, China, logró en 2016 la accesión completa a dicha membresía. Y para ese momento el Presidente Trump en su primer mandato (2017-2021) ya imponía aranceles especiales contra las importaciones de las “naciones abarcadas y entidades extranjeras motivo de preocupación” por cuestiones de seguridad nacional: Iran, Corea del Norte, Rusia y China (2018) al tiempo que cuestionaba el equilibrio multilateral bloqueando el funcionamiento del Órgano de Solución de Diferencias de la OMC (2019).
Sería conveniente recordar que, mas allá de la declamación crítica, ninguna de las medidas adoptadas durante el primer mandato del Presidente Trump fueron dejadas sin efecto durante la gestión demócrata del Presidente Biden. Y su línea política exterior fue similar: en 2022 y ante la invasión rusa a Ucrania, la administración demócrata adopta medidas de restricción sobre las importaciones rusas. Se multiplicaron los acuerdos y entendimientos bilaterales o de mesa chica con socios geopolíticos estratégicos, especialmente en Asia. A su tiempo, en el informe presentado en febrero 2023 por el Departamento de Estado ante el Congreso de Estados Unidos se detallaron los incumplimientos de la RP China a los compromisos asumidos ante la OMC (dirigismo estatal de su economía, falta de reciprocidad recibida por los inversores extranjeros al tratar de localizarse en China, vulneraciones a la propiedad privada y propiedad intelectual, entre otros), y la necesidad de defenderse de tal situación aun con soluciones por fuera de la OMC. Finalmente, mediante la Inflation Reduction Act se concedieron subsidios para el desarrollo de tecnologías y compras eco-amigables para sectores de menores recursos. Veremos si en su nueva gestión el Presidente Trump deja sin efecto estas demócratas decisiones.
Por lo hasta aquí expuesto corresponde reconocer una línea de trabajo análoga en los últimos 8 años, más allá del cambio de signo político imperante en Estados Unidos: el MAGA con distintos atuendos ha sido una constante en la política exterior norteamericana.
Párrafo especial merece la aparición de nuevos jugadores económico-políticos, no institucionalizados como países, retadores del poder de las naciones: Amazon, Apple, Tesla, Google, Ali Babá, Tik Tok, Huawei, YouTube, entre varios ponen en jaque y esmerilan las preferencias de quienes luego deciden quién ejerce el poder institucional de los países. Sin duda, la respuesta que pueda dar China a Ali Babá será distinta a la que Estados Unidos quiera dar a Amazon o Tesla. Pero ambos países reconocen el fenómeno, y todos lo “regulan” y abordan como “actor político competidor”.
La arena global que hoy recibe al 47° Presidente de los Estados Unidos presenta nuevos operadores económico-políticos, un claro retador industrial y tecnológico (China), y un abanico de potenciales enemigos bélicos (Irán, Rusia, Corea del Norte) que tampoco se sienten tentados de participar en una mesa multilateral. Podría pensarse que hay un retorno a la lógica de bloques similar a la que antecedió a la segunda guerra mundial, pero ello no sería exacto: La arena, los actores y el reparto es nuevo.
En este escenario, la OMC tal como la conocemos parece tener fecha de vencimiento marcada. Un nuevo orden deberá gestarse para la paz y el comercio, y Estados Unidos está encaminado a obtener ese liderazgo.
Dra. María José Etulain Sórensen
Noviembre 2024
Abogada, egresada de la Universidad de Belgrano (Argentina). Master en Administración de Empresa, egresada de la Escuela Superior del Instituto de Desarrollo Empresarial Argentino (IDEA). Ex analista y coordinadora de equipos de investigación antidumping de la República Argentina. Fundadora de MJE Comercio Exterior SRL (Argentina). Fundadora de MJE International Trade and Consulting Services LLC (Estados Unidos). Docente universitaria en la materia Comercio Internacional, Facultad de Ciencias Económicas, en la Universidad de Belgrano (Argentina). Tutora y contenidista en materias vinculadas al comercio internacional para la Facultad de Estudios a Distancia y Educación Virtual de la Universidad de Belgrano (Argentina). Fundadora de la comunidad Dumping Experts. Directora del Centro de monitoreo de investigaciones antidumping (Estados Unidos). Autora del libro “Sistema Antidumping OMC. Texto didáctico en español” (2022 – Estados Unidos). Foreign Legal Consultant en Derecho Argentino, inscripta en el Bar de Florida – Estados Unidos (no autorizada para practicar leyes de Florida). Miembro de número del Instituto Argentino de Estudios Aduaneros. Miembro de la Academia Mundial de Derecho Aduanero. Miembro de Customs and International Trade Bar Association.