Hemos decidido comenzar el año, haciendo algunas reflexiones sobre un tema de incuestionable importancia que hoy registra datos significativos de su desarrollo y  alcance, nos referimos,  a la sostenibilidad del medio ambiente. Dada su jerarquía, las naciones del mundo, así como  organismos,  empresas e instituciones nacionales e internacionales, de carácter  público o privados, entre otros, han asumido al unísono,  el reto en la búsqueda de un solo objetivo:  “salvar el planeta” . Por lo que,   han comenzado a ejecutar  una desafiante agenda 2030 que les permita  desarrollar  iniciativas  concretas  en pro de lograr  el ambicioso  desarrollo sostenible eficiente y efectivo,  que nos conduzca de forma directa o tangencial,  al uso adecuado de los recursos naturales e  igualmente,  a consolidar una responsabilidad o protección con el  medio ambiente,  confiable y segura; pero  sobre todo,  a conquistar la posibilidad de garantizar un futuro para las nuevas generaciones.

            La sostenibilidad ambiental es un término que se ha convertido en la  protagonista de  los grandes escenarios gubernamentales,  empresariales , académicos  e institucionales, por lo que la primera pregunta que vale la pena realizar es ¿ si a la fecha la población tiene conocimiento sobre su significado  y relevancia?

Porque a diferencia de los que piensan algunos,  la sostenibilidad ambiental,  no es un concepto moderno,  sino que viene circulando desde décadas pasadas,  específicamente  cuando salió a la palestra  pública internacional, la problemática del calentamiento global o la contaminación ambiental.

Para consolidar el conocimiento, hemos establecido como obligatorio revisar y analizar el termino en estudio:

Según el Diccionario Panhispánico del Español Jurídico, la sostenibilidad ambiental es el “principio de gobierno de la utilización de los recursos naturales que permita satisfacer las necesidades de las generaciones presentes sin comprometer las posibilidades de las generaciones futuras para atender sus propias necesidades”. Concepto que involucra la Gobernanza y la participación activa del Estado.

La Organización de la Naciones Unidas  (ONU), acuño una  definición de desarrollo sostenible durante la Cumbre de la Tierra de Río en 1987 y la delimitó como: «la satisfacción de «las necesidades de la generación presente sin comprometer la capacidad de las generaciones futuras para satisfacer sus propias necesidades».

Derivado de esto,  la  sostenibilidad o el desarrollo  sostenible  significa establecer o crear  un equilibrio entre los seres humanos y el uso de los recursos naturales que permita a futuras generaciones hacer un uso responsable de estos, sin dejar a un lado un aspecto muy importante que es la concientización ciudadana,  sobre la importancia de tomar responsabilidad y respeto con el medio ambiente.

Haciendo una breve historia,  el término “sostenibilidad” se registró  por primera vez en el año 1987 con el informe Nuestro Futuro Común, donde  se reafirmaba que no hay avance posible si no es en concordancia y equilibrio con el medio ambiente. Efectivamente, en Octubre de 1984 se reunió por primera vez la Comisión Mundial sobre Medio Ambiente y Desarrollo (World Commission on Environment and Development) atendiendo un urgente llamado formulado por la Asamblea General de las Naciones Unidas en el sentido de establecer una agenda global para el cambio (A global agenda for change). La Comisión partió de la convicción de que es posible para la humanidad construir un futuro más próspero, más justo y más seguro.

El referido informe planteó,  la posibilidad de obtener un crecimiento económico basado en políticas de sostenibilidad y expansión de la base de recursos ambientales. En palabras de la misma Comisión, el informe no pretendió ser una predicción futurista sino un llamado urgente,  en el sentido de que ha llegado el momento de adoptar las decisiones que permitan asegurar los recursos para sostener a esta generación y a las siguientes. Cuando se conformó la Comisión en 1983 como un cuerpo independiente de los Gobiernos y del sistema mismo de las Naciones Unidas, era ya unánime la convicción de que resultaba imposible separar los temas del desarrollo y el medio ambiente

Ahora, es pertinente resaltar,  que  este concepto se ha venido modificando o ampliando en el tiempo ya que al hablar de desarrollo sostenible no solo consideramos  aspectos ambientales, por el contrario de acuerdo a lo que sostiene la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), “refleja  un complejo equilibrio entre distintas perspectivas sobre la relación entre medio ambiente y desarrollo económico y social”. Sustentándose así,  en tres  pilares: el económico, el social y el ambiental.

Retomando nuestro recorrido histórico,  podemos afirmar que,  debido al interés que generó este tema en los años setenta,  se observó  un fuerte activismo sobre la cuestión ambiental, por lo que se puso el vértice  de atención,  en un  tema  que se convirtió  en el origen de dilatadas e interesantes  discusiones  con el trascurrir del tiempo.

Como consecuencia de la notoriedad del problema ambiental,  en el año 1972 se celebró la primera Conferencia sobre el Medio Ambiente en Estocolmo, Suecia, evento donde se suscribió el primer acuerdo de gran trascendencia internacional. A partir de este momento,  se fueron sentando las bases debido a los  acuerdos y conferencias  que produjeron de forma sucesiva, teniendo como corolario los objetivos actuales para hacer frente a la crisis climática.

En conclusión,  sostenibilidad ambiental  significa  equilibrio armónico entre el ser humano y la naturaleza.  De allí que  la fundación Wiese, afirma que  “implica promover el desarrollo económico y alcanzarlo, pero sin amenazar, ni degradar el ambiente, es decir, el impacto en el ambiente debe ser mínimo”. En este punto, debemos entonces aceptar que el crecimiento económico debe establecerse sin ser nocivo al medio ambiente.

Todo esto nos lleva a reafirmar de manera categórica, que la sostenibilidad ambiental depende del compromiso de todos los actores que están interactuando es este gran  escenario que hemos  concebido como planeta tierra, por lo que,  se requiere el compromiso de los Estados, instituciones, empresas, universidades y  organizaciones, entre otro; pero lo más importante en esta ecuación,  es la consideración  del individuo.   Si, efectivamente  todos nosotros, somos ese colectivo que juega  un papel activo  y trascendental en el cambio de patrones, sistemas, procedimientos y métodos  de desarrollo productivo. Por lo que debemos buscar la forma eficiente de concientizar, educar  y  capitalizar su esfuerzo.

En el siglo XXI,  las voluntades las hemos visto intensificarse  con respecto a esfuerzos y diseños de planes o programas,  es por eso,   que  el 25 de septiembre de  2015, los lideres mundiales de 193 países de las Naciones Unidas,  lograron  alcanzar un consenso global, para erradicar la pobreza, proteger el planeta y asegurar la prosperidad para todos como parte de una nueva agenda de desarrollo sostenible. Consecuencialmente a esto, se establecieron  los 17 Objetivos del Desarrollo Sostenible,  conocidos internacionalmente como  (ODS). Como es bien sabido,  con ellos  se pretende conquistar   un mundo  diferente basado en la igualdad y la justicia, pero además pretende  de forma proactiva  establecer  un avance  eficiente por detener los efectos negativos del  cambio  climático bajo los presupuestos de una agenda 2030 que consagra múltiples desafíos, que buscan su solución mediante los  ideales o propósitos  que conforman esta gran epopeya en pro del futuro y la sostenibilidad ambiental.

Cuando hablamos de sostenibilidad ambiental comenzamos a girar de manera ininterrumpida entorno al calentamiento global,  cuya data es  del siglo XIX. Por lo que este  fenómeno,  fue atribuido al  modelo productivo adoptado a partir de la Primera Revolución Industrial, que generó el aumento de los gases de efecto invernadero y de forma consecuencial derivó en  la subida de la temperatura global.  Los datos de la NASA así lo confirman.

Sin embargo, en  los últimos años,  esta situación se ha venido agravando de forma acelerada debido a factores como la globalización, el crecimiento poblacional y un desarrollo exponencial en la actividad productiva.  Consagrándose , esta situación como un peligro real para el planeta.  Por tal motivo, en  la Cumbre del Clima, celebrada en Glasgow a finales de 2021, se confirmó el compromiso para  consolidar  de forma urgente lo pactado en el Acuerdo de París (2015): instituyéndose de forma vehemente  la necesidad de reducir las emisiones CO2 para el  2030.  Y en esta gestión de alcanzar una conciencia universal en función de los recursos naturales, se han  incorporado otros términos como la transición verde, el cual se convierte en una panacea urgente  a nivel mundial.

            Se ha comprobado que la década de 2010-2019 fue la más calurosa en la historia y la cifras en este 2023  no dejaron de encender las alarmas, por eso en  este punto,  concretamente debemos resaltar la importancia de  los ODS, específicamente el 13 que tiene relación directa con esta problemática.  Y así lo hemos venido confirmando, ya que en la última conferencia anual de las Naciones Unidas, celebrada  en Nueva York,  los días 18 y 19 de septiembre de 2023, como pieza central de la Semana de Alto Nivel de la Asamblea General.  Se hizo un balance de los avances logrados a mitad de camino en la implementación de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible y sus 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), convirtiéndose,  en una marca para solidificar los esfuerzos e intereses   para el cambio que se espera conquistar. El Secretario General Antonio Guterres  instó a adoptar medidas urgentes para afrontar la amenaza del cambio climático y preservar la vida humana.

Para reconfirmar este compromiso hacia el logro de los ODS,  los portales noticiosos reflejaron  que la Gran Cumbre,  adoptó una declaración política  que proporciona una hoja de ruta para volver a encaminar al mundo hacia el logro de los ODS antes de su fecha límite en 2030. Sin vacilaciones ni limites ,  la declaración se compromete a emprender acciones audaces, ambiciosas, aceleradas, justas y transformadoras;  estableciendo además,  áreas de acción concretas con un fuerte enfoque en la reforma de la arquitectura financiera global y la necesidad de datos mejorados para monitorear los ODS.

En  conclusión,  se requiere de un trabajo sostenido en el tiempo y de inversiones  suficientes para la preservación de la vida en el planeta,  por lo que todo depende de la consolidación de  las estrategias gubernamentales, diseñadas  para alcanzar un uso consciente y responsable de los recursos naturales, previniendo la escasez que puede poner en riesgo la humanidad, lo cual hace del tema sobre sostenibilidad ambiental algo obligatorio para todos.

Tratando de resumir los esfuerzos se han establecido los principios de sostenibilidad ambiental  tomando en cuenta que hay una obligación de cuidar la naturaleza  y minimizar el impacto de la acción del hombre. Los especialistas hasta el momento nos hablan del : a-Consumo energético: que implica  el  fomentar el ahorro de energía y alcanzar en el corto y mediano plazo fuentes de energía alternativas o verdes, b- Protección y conservación  del agua: esto implica  generar estrategias enfocadas en hacer un ahorro de este bien y utilizarlo de manera consciente, c- Consumo de combustible: se promueve minimizar el uso de combustibles fósiles y reemplazarlos por fuentes de energía amigables con el ambiente, d-Reciclaje: con la finalidad de genera un ciclo que permite fabricar nuevos productos con base en los residuos de otros.

Ahora como se pretende acceder a la transición verde, se ha consolidado un esquema de trabajo enfocado en:

  • Economizar el uso de energía y comenzar a utilizar sus alternativas renovables: revisar la infraestructura de los espacios y el aprovechamiento de los flujos energéticos existentes e implementar otros tipos de fuentes no basadas en los combustibles fósiles.
  • Aprovechamiento de recursos de cercanía: comprar a proveedores locales supone un ahorro de energía en el transporte, a la vez que fomenta el desarrollo de las comunidades donde se encuentran localizadas las empresas.
  • Principios de economía circular: tender hacia la eliminación de los residuos no solo es un modelo más natural, sino también más sostenible. Supone una reducción en la extracción desmedida de los recursos naturales y en la contaminación ambiental.
  • Gestión ecológica del transporte: es importante que los directivos de las empresas comiencen a fomentar prácticas sostenibles de traslado, implementando diferentes políticas con su personal, para que todos sean parte de la transformación. Por ejemplo, motivar a los empleados al desplazamiento en bicicleta, a compartir vehículo o a utilizar el transporte público.

Hasta el momento hemos destacado el papel de los Naciones y de los múltiples operadores jurídicos que confluyen en la sociedad internacional , pero como la sostenibilidad ambiental supone  formación, capacitación  y educación , queremos traer un ejemplo de lo que debe ser el trabajo académico en estos tiempos, destacando  que varias universidades del mundo  junto con la  Cambridge Judge Business School, -quien es líder a nivel mundial en investigación sobre cuestiones de sostenibilidad-, en la actualidad tiene un  programa dirigido a personas que quieran ser parte de las iniciativas verdes de su entorno laboral o busquen reorientar su carrera profesional hacia la sostenibilidad. Con este trabajo programático se pretende  lograr una visión global acerca de los problemas y retos ambientales y de sostenibilidad que rodean al concepto de «transición verde» a partir de ejemplos y casos de empresas líderes.  Sin duda, este es un ejemplo a seguir y se espera que a nivel mundial la educación,  se adecue a la consolidación de programas académicos que nos ayuden  a superar  los retos de esta  Era Digital y de Descarbonización con miras a dominar sus desafíos y cambios de paradigma.

Por lo tanto, después de este corto recorrido podemos decir que estamos  en cuenta regresiva,  y lo científicos  han confirmado cambios profundos que suponen un impacto ambiental en la tierra.   Por lo que,  no hemos parado de escuchar  sobre eventos que confirman,  aumento de la temperatura global, el deshielo en los polos o la subida del nivel del mar. Siendo estos  resultados  suficientes para considerar una alerta mundial, ya que está en juego la vida que conocemos .

Si bien los cambios climáticos han sido de forma sistémica  parte de la evolución en el planeta,  lo que se evidencian en  lo que va de este siglo XXI, es que el 99% de los científicos coinciden en que  este fenómeno  tiene su origen en la actividad  humana y  atenta contra el futuro y nos lleva a inferir  de forma rigurosa que estamos ante una emergencia climática.

Ahora bien, haciendo caso omiso al  deterioro del planeta y sin apegarnos a las tesis que revelan lo irreversible del daño,  de manera de no perder el foco de atención,  debemos mantenernos esperanzados y trabajar por  frenar las acciones nocivas  que han detonado esta nueva realidad, por eso creemos en que hay que formar y concientizar especialmente a las nuevas generaciones,   con la finalidad de que se ocupen con  estimulo y esfuerzo,   en la  naturaleza,  haciendo de esta bandera su identidad con mirar a lograr los objetivos mundiales. Como se ha venido insistiendo se requiere establecer un  modelo de voluntad y compromiso. Y en aras de cerrar esta entrega, con la certeza de que lo lograremos,   queremos reseñar un acontecimiento que nos alegra a todos:  la primera isla energética artificial a nivel mundial, el cual en 2023 obtuvo el permiso medioambiental. Ella estará en Europa, siendo Bélgica el país que contará con la primera isla de energía artificial del mundo. Denominada “Princess Elisabeth Island (Isla Princesa Isabel)”.

Este proyecto recibió el permiso medioambiental para hacerla realidad. La Isla Princesa Isabel es una extensión de la red eléctrica del Mar del Norte, que conecta parques eólicos desde el mar con el continente, y crea nuevas conexiones con los países vecinos.

El comienzo de su construcción  será a principios de este  año 2024 (en el mes de marzo) y se estima que finalice en agosto de 2026. A partir de 2026, y hasta 2030, se llevarán a cabo otras construcciones y puesta en marcha de infraestructura eléctrica.

Elia Group, es el  promotor del proyecto y en la actualidad está dando los toques finales a un diseño inclusivo de la naturaleza para la isla. Dicho diseño, tendrá en cuenta el aumento de la biodiversidad, tanto en la propia isla artificial como en sus alrededores.”

Si quieren ver sus avances aquí les dejamos un link:  https://www.youtube.com/watch?v=GOqZbkJQCmM&ab_channel=DEMEGroup.

Dra. María Grazia Blanco

Bibliografía

https://climate.nasa.gov/enespanol/datos/evidencia/#:~:text=La%20temperatura%20promedio%20de%20la,atm%C3%B3sfera%20y%20otras%20actividades%20humanas.

https://www.santanderopenacademy.com/es/blog/sostenibilidad-ambiental.html

https://www.cepal.org/es/notas/la-cumbre-ods-2023-paises-unidos-nueva-york-acelerar-la-accion-objetivos-desarrollo-sostenible.

chromeextension://efaidnbmnnnibpcajpcglclefindmkaj/https://www.upv.es/contenidos/CAMUNISO/info/U0506189.

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https://elpais.com/economia/negocios/2021-12-05/urge-pasar-a-la-accion-para-salvar-el-planeta.html.

https://www.fundacionwiese.org/blog/es/que-es-la-sostenibilidad-ambiental-y-como-impacta-en-nuestras-vidas/

https://www.ey.com/es_gt/assurance/why-sustainable-development-goals-should-be-in-your-business-planhttps://www.upv.es/contenidos/CAMUNISO/info/U0506189