Trabajo, Estado y comercio exterior
El modelo argentino competitivo
por Rogelio E. Asteggiano Scotto
El desarrollo acelerado de la globalización, dejando de lado algunos de sus efectos positivos, esta ocasionando desequilibrios y crisis recurrentes a lo largo y ancho del planeta, principalmente debido a los excesos generados por el uso desacertado y poco controlado de un elemento estratégico como es el dinero. Varios países del Primer Mundo se encuentran sumidos en estancamiento con agudos cuadros de desempleo, caída del consumo y deterioro de la asistencia social. Esta etapa encuentra a la Argentina en una situación de pronóstico reservado dado el tipo de enfermedad macroeconómica que la aqueja.
No corresponde al objetivo de esta nota hacer un análisis político que explique nuestra actual situación, aunque la causa sea básicamente política. Solo cabe mencionar los principales problemas: retraso cambiario, inflación, mala gestión gubernamental, estructura productiva desequilibrada (1), alto costo del dinero y creciente déficit fiscal.
Trataremos de desarrollar una idea que aporte a la mejora futura de nuestra sociedad que sin duda debe estar ligada a los destinos de la región latinoamericana. Se pueden hacer varios pronósticos pero, lo mejor es diseñar y construir el futuro.
Comenzamos por el factor original, que es el humano, al que debemos cuidar y entrenar de acuerdo con sus inclinaciones y habilidades para crear el basamento de una sociedad productiva dirigida a mejorar la calidad de vida de todos los habitantes.
Los modos avanzados de organizar el trabajo y la habilidad para generar innovación deben ser los activos principales para competir en mercados cada día mas exigentes y competitivos.. Las empresas enfrentan el desafío de desarrollar una logística operativa que pueda desenvolverse en el medio de los obstáculos que presenta la economía globalizada, la intensificación del conocimiento en la fuerza de trabajo y cambios en la estructura de edades. El factor trabajo esta marchando hacia un cambio cultural en los años que vienen.
Un factor critico para que una región alcance altos niveles de competitividad en sus producciones es definir como organizar el trabajo y como serán los lugares de trabajo del futuro, considerando que un porcentaje creciente de personal contratado estará produciendo en sus hogares. No se puede negar que la competencia de los países se refiere prioritariamente a la posesión del conocimiento y en segundo lugar por la propiedad o utilización de los recursos naturales que son, cada día, más escasos.
“Un tema clave en el desarrollo de proyectos en el lugar de trabajo es incluir a los empleados en el desarrollo operacional. La creatividad e iniciativa de cada miembro del conjunto del lugar de trabajo debería ser utilizada en la vida del trabajo del futuro. La participación del empleado es también importante desde la perspectiva del bienestar en el trabajo. Los cambios en el lugar de trabajo son experimentados de manera diferente si se les permite participar en la generación de ideas y en su implementación.”(2)
Esperamos poder desarrollar de manera incremental el trabajo, en todas sus formas, con sistemas productivos y de gestión de alta eficiencia y calidad (toyotismo) adecuando nuestros recursos humanos y tecnológicos a modelos de producción flexible de baja y media escala, de media y alta intensidad tecnológica y, de manera orientada (a satisfacer) al cliente. Tomando en cuenta nuestra dependencia de factores como el capital y la magnitud del mercado que condicionan nuestra escala de producción.
La innovación debe ser impulsada en todos los ámbitos ya que nuestro país, que ha sido castigado por procesos de deterioro, retroceso y freno de nuestras capacidades, tiene un potencial importante en esos recursos intangibles que nos permiten competir en casi todos los campos donde el diseño implica una ventaja competitiva generadora de valor. Desde una silla hasta un satélite, pasando por casi todo el espectro productivo de bienes tangibles e intangibles que requieren talento agregado.
En las empresas se debe premiar la innovación para que los empleados se sientan motivados a innovar en el desarrollo de métodos de gestión mas eficientes reduciendo tiempos, consumos de energía y disminución de la contaminación.
El Estado, marcando el camino del desarrollo, debe ser el promotor, organizador y facilitador eficiente y confiable basado en un sistema burocrático profesional comprometido con los objetivos nacionales. El es también el responsable de orientar al sistema educativo, indicando las áreas de vacancia, para formar recursos humanos altamente calificados que tengan inserción asegurada en el sistema productivo de bienes servicios y en el desarrollo de la plataforma de ciencia y tecnología.
El Estado es también el responsable de la legislación y normas actuales que regulan el comercio exterior y dificultan y encarecen las operaciones y en particular el costo interno de insumos tecnológicos importados.
Al no existir una legislación que permita la creación de compañías de comercialización internacional la micro, la pequeña y la mediana empresa tienen que encargarse de la tarea altamente profesionalizada de conquistar mercados externos sin contar con la experticia necesaria para competir en el complejo y duro escenario internacional donde se debe competir de igual a igual con los mejores para lograr un buen y permanente posicionamiento. Ante esta falencia el pequeño y mediano, sin capacidad económica suficiente para mantener una gerencia de exportaciones, se basa solamente en la improvisación basada en la inexperiencia. Descuidando su función principal que es la de producir mejor.
Son inducidos a embarcarse casi “alegremente”en misiones comerciales a explorar destinos inciertos y poco investigados con resultado casi siempre desalentador y negativo. Poco serio.
Nuestros funcionarios de gobierno tienen que observar la experiencia de los países que se han diferenciado y han legislado para que el productor de bienes y servicios cuente con el respaldo de profesionales autorizados legalmente para exportar para que puedan negociar exitosamente sus productos en los mercados externos.
“A chacun son metier”, esa antigua expresión de la segunda mitad del siglo XVIII significa que: si cada uno se ocupa de aquello que conoce a la perfección, todo ira mejor.
Es decir que el fabricante de calefones no tiene que merodear por el mundo tratando de venderlos. Ni el productor de extracto de tomates debe ser un experto en mercados externos. Para ello se han entrenado los traders y los brokers que dedican su vida a analizar los mercados, encontrar las oportunidades y desarrollar los proyectos de comercialización internacional
Creemos que nuestro país esta a tiempo, aprovechando la oportunidad que nos da la situación de crisis mundial, para actuar sin demoras, creando la figura de la Trading, simplificando la operativa de comercio exterior, combatiendo las “propinas” en la aduana e impulsando fuertemente las exportaciones de medio y alto valor agregado.
Es tiempo también de apoyar y subsidiar la internacionalización de nuestras empresas para que al tomar el control de la comercialización de sus productos en los mercados externos consoliden su permanencia en los mismos y aumenten notablemente su rentabilidad. (neutralizando así el retraso cambiario) .
Rogelio E. Asteggiano Scotto 08/2012
(1) Marcelo Diamand. La Estructura Productiva Desequilibrada Argentina y el Tipo de Cambio. Desarrollo Económico Vol. 12 N° 45. 1972
(2)”A key issue in workplace development projects is to include employees in operational development. The creativity and initiative of every member of the workplace community should be utilised in the working life of the future. Employee participation is also important from the perspective of wellbeing at work. Changes at the workplace are experienced differently if you are allowed to participate in generating ideas for changes and their implementation.” Tuomo Alasoini Finlandia,
