Una revisión de los procesos de integración y tratados comerciales en América – Lic. Néstor Pablo Aleksink

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UNA REVISION DE LOS PROCESOS DE INTEGRACION Y TRATADOS COMERCIALES EN AMERICA

 

por Lic.  Néstor Pablo Aleksink

 

 

Desde la creación de la ALALC en los años 60, América Latina ha seguido en cierta manera la tendencia mundial de establecer convenios comerciales que posibiliten un mayor y mejor intercambio intraregional.

 

El Tratado de Montevideo 1980, que instituyó a la ALADI, sustituyó al Tratado por el cuál se había creado la ALALC y de esta manera se estableció un nuevo ordenamiento jurídico operativo para la prosecución del proceso de integración. Ambos Tratados coincidían en los mismos objetivos y perseguían como meta final, a largo plazo, el establecimiento de un mercado común latinoamericano, aunque el tratado de 1980 introdujo profundos cambios en la orientación del proceso y en la concepción de su operación.

 

El programa de liberación comercial multilateral y sus mecanismos auxiliares tendientes a perfeccionar una zona de libre comercio, fueron sustituidos por un área de preferencias económicas integrada por un conjunto de mecanismos que comprende una preferencia arancelaria regional, acuerdos de alcance regional y acuerdos de alcance parcial.

 

El carácter básicamente comercial del Tratado de Montevideo 1960 fue reemplazado, por tres funciones básicas de la nueva Asociación: la promoción y regulación del comercio recíproco, la complementación económica y el desarrollo de las acciones de cooperación económica que ayuden a la ampliación de los mercados.

 

Si bien el Tratado de Montevideo 1960 reconocía un estatuto especial para los países de menor desarrollo económico relativo, el nuevo esquema incorporó un sistema integral de apoyo en su favor y reconoció expresamente una categoría de países de desarrollo intermedio, a fin de determinar tratamientos diferenciales en los distintos mecanismos y normas.

 

Por otra parte, ALADI prevé la participación de países no miembros en acciones parciales con los países miembros, así como la participación de la Asociación como institución en los movimientos de cooperación horizontal entre países en vías de desarrollo, estableciendo cinco principios básicos: el pluralismo, la convergencia, la flexibilidad, los tratamientos diferenciales y la multiplicidad, que contrastan con las características unitarias del programa de liberación del comercio, eje del Tratado de Montevideo de 1960 y sus principios básicos de multilateralidad y reciprocidad.

 

Por lo tanto, en la nueva etapa a la que ingresó el proceso de integración con la ALADI se caracterizó por asimilar en un esquema pragmático la heterogeneidad de la región y canalizar institucionalmente la vocación integracionista de sus países miembros, contiene todos los elementos para que el esquema pueda evolucionar hacia etapas superiores de integración económica y alcanzar, en último término, el objetivo del mercado común latinoamericano.

 

Pero más allá del espacio y marco normativo del tratado de 1980, en la actualidad América Latina se encuentra inmerso en innumerables negociaciones que en algunos casos se superponen a procesos ya constituidos y en funcionamento, incluso dentro del marco regulador de ALADI.

 

A modo de ejemplo, dentro de los acuerdos celebrados en ALADI figuran el MERCOSUR, bajo el Acuerdo Parcial de Complementación Económica (ACE) nro. 18,  y en la misma modalidad, el propio MERCOSUR ha celebrado acuerdos con Chile (ACE 35);  con Bolivia (ACE 36) con Perú (ACE 58) y con Colombia-Ecuador-Venezuela (ACE 59),  más allá de otros acuerdos de los países miembros de carácter bilateral o multilateral, como la Comunidad Andina de Naciones (CAN)).

 

No obstante la presencia de ALADI como entidad “fundacional” de acuerdos de cooperación en América Latina, y reunidos en Cartagena de Indias, los cancilleres de 12 naciones de la región incluidas Bolivia, Ecuador, Argentina, Perú, Chile, Brasil, Uruguay, Paraguay, Suriname y Guyana acordaron firmar el tratado constitutivo de la Unión de Naciones Sudamericanas (Unasur, antes denominada Comunidad Sudamericana de Naciones) antes de junio próximo.

El canciller de Bolivia, país que ejerce la presidencia «pro tempore» de la unión, manifestó que hay un avance del 90% tras el trabajo realizado en Cusco, Brasilia y Cochabamba, ratificando decisiones de voluntad política de construir una integración más allá de lo comercial y que permita superar las asimetrías y la pobreza, al culminar el cuarto encuentro que reunió a los ministros del bloque fundado el 8 de diciembre de 2004 en la ciudad del Cusco, Perú, durante la III Cumbre Sudamericana.

 

La décima reunión de ministros de Relaciones Exteriores de la Unión de Naciones Suramericanas finalizó, con el compromiso de realizar la III Cumbre de Presidentes y Jefes de Gobierno en el primer semestre de este año, y también recomendaron que en la próxima reunión de la organización, prevista para el 13 y 14 de marzo en Rio de Janeiro, Brasil, concluya el trabajo para presentar el plan de acción 2008-2009 de Unasur y que fije las áreas en que los países desean desarrollar planes conjuntos, así como cronogramas para esos planes entre los que destaca un mecanismo para la solución de controversias en materia de inversiones, y la consolidación de Unasur requiere y pasa necesariamente por la convergencia gradual entre las áreas de trabajo de la CAN (Comunidad Andina de Naciones) y el Mercosur, según los documentos finales del encuentro.

Colombia, que este año recibirá de parte de Bolivia la presidencia pro tempore del organismo, propuso que además del texto constitutivo de Unasur se conformen instituciones no burocráticas y eficientes que permitan dar un tratamiento adecuado a los temas centrales del proceso integracionista, que deben ser superadas las asimetrías y a través del entendimiento estructural de las desigualdades entre los Estados, se debe consolidar una identidad suramericana en todo nivel y se debe posicionar la Unión Sudamericana frente a terceros.

En tanto, La Asociación de Estados del Caribe (AEC) concluyó su reunión ministerial en Panamá con el compromiso de aprovechar las riquezas comunes para fortalecerse como entidad internacional, y los países miembros coincidieron en la necesidad de un fortalecimiento de la asociación, que representa a 28 países del conocido como «Gran Caribe», que comprende la costa atlántica de México a Venezuela, y el reconocimiento del Mar Caribe como «un área especial de desarrollo sostenible» por parte de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) respalda su trabajo, dos de las comunidades políticamente organizadas de la región, Centroamérica y el CARICOM, utilizaron este foro común para reiterar su voluntad integracionista y de colaboración multilateral, y facilitó, además, la celebración de reuniones bilaterales entre los países participantes, para estrechar sus relaciones políticas y comerciales.

A la XIII Reunión del Consejo de Ministros de la AEC celebrada en Panamá estuvieron presentes ocho cancilleres de la región y representantes de otros 12 países de Centroamérica, el Caribe y Europa. La AEC está integrada por 29 estados y tiene como objetivo fortalecer la cooperación regional y el proceso de integración y crear un espacio económico y comercial común.

También, hace pocos días culminó la VI Cumbre de la Alternativa Bolivariana para los pueblos de Nuestra América (Alba).con la presencia de delegaciones de Venezuela, Bolivia, Nicaragua, Cuba, Dominica, San Vicente y de Antigua y Barbuda.

Se aprobó, entre otros temas, la constitución de la primera empresa multinacional de energía, cuya sede estará signada por el tratado de seguridad energética, e incluye la exploración, explotación de petróleo y refinación de crudo, así como la reserva de un bloque de petróleo que cuenta con unos 10 mil millones de barriles, aproximadamente, con el aprovechamiento del potencial de las naciones miembros que cuentan con gas y energía geotérmica.

Otro de los acuerdos suscritos fue el tratado de seguridad y soberanía alimentaria, para la inversión, producción y comercialización de alimentos con el potencial de cada uno de los países.

Recordemos que el ALBA surgió como una alternativa al ALCA, el Acuerdo de Libre Comercio de las Américas propuesto por Estados Unidos a principios de los 2000, pero su constitución hoy prácticamente tiene nulas posibilidades de concretarse; paralelamente, ante el fracaso de la negociación multilateral, Estados Unidos ha propiciado la generación de tratados bilaterales, como por ejemplo Colombia, Perú y paíse de América Central.

 

Fuera del ámbito de América, los países que integran la OMC fijaron la meta de alcanzar un acuerdo en abril para liberalizar el comercio de productos agrícolas e industriales en abril, los dos nudos gordianos que desde hace años trancan las negociaciones para concluir la ronda de Doha. Se insiste en este punto que la decisión política es fundamental para poder cerrar con algún éxito relativo esta demorada ronda de negociaciones multilaterales. Mientras tanto, Brasil criticó con dureza la reciente decisión de la Unión Europea de prohibir la importación de carne brasileña y contempla la idea de denunciarla ante la Organización Mundial del Comercio

 

Asimismo, el Consejo General de la OMC ha allanado el camino del ingreso de Ucrania como miembro pleno, al aprobar las condiciones para su adhesión. Ucrania tendrá que ratificar el acuerdo antes del 4 de julio de 2008 y pasará a ser Miembro de la OMC 30 días después de la ratificación. A futuro, este país será competencia directa de Argentina en términos de agricultura, uno de sus principales rubros de exportación.

 

Las negociaciones multilaterales, tanto en el ámbito regional como internacional no sólo deben ser contempladas a futuro dentro de la política comercial externa de nuestro país, sino que su conocimiento y modificaciones abre las posibilidades de internacionalización de las empresas nacioales, con el aprovechamiento de ventajas arancelarias o acuerdos comerciales obtenidos en dichas negociaciones.

 

Lic. Néstor Pablo Aleksink

Coordinador General

Programa Argentina Exporta

nestor@argentinaexporta.com

Junio 2008

 

Fuentes: ALADI / SELA / OMC