Estudian sin apuro pesificar el comercio de granos

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Según el Banco Central, actualmente el productor sólo recibe pesos por su cosecha, pero aclaró que igual se tomará su tiempo para decidir. En Argentina funcionan dos mercados a futuro: el Matba y el Rofex, por los que se transan los contratos de la totalidad de granos que se comercializan en el país.

La presidenta del Banco Central, Mercedes Marcó del Pont, confirmó ayer que la autoridad monetaria estudia la pesificación del mercado de futuros de commodities que opera en el país, aunque aclaró que se tomarán el tiempo necesario antes de tomar una determinación al respecto.

Marcó del Pont realizó declaraciones radiales después que el diario El Cronista informara al respecto en su edición de ayer.
En los mercados de futuros no se negocian bienes físicos, sino que se compran y venden contratos cuya ejecución se realizará en un futuro determinado.
En el país funcionan el Rofex, de Rosario, y el Mercado a Término de Buenos Aires (Matba).
Por allí pasa prácticamente la totalidad de la cosecha de granos del país.
Apenas se conoció la iniciativa oficial, hubo críticas desde la dirigencia rural. Hugo Biolcati, titular de la Sociedad Rural dijo que de aplicarse, se trataría de «una medida visceral que destruya otro tipo de posibilidad y refugio para los productores».
Según el ruralista, los contratos a futuro realizados en dólares cubre a los productores de «la inflación».
Sin embargo, esto no explica cómo sería una cobertura con una inflación que según pregona Biolcati es del 25% y el dólar apenas se devaluó un 7,4% en lo que va del año.
En realidad, el mercado de futuros concentra la especulación de granos, la que en buena medida es motorizada por los grandes exportadores de cereales que se aseguran un precio determinado para una producción que muchas veces aun no se sembró.
Pero también se aseguran un volumen de producción, porque el mercado a futuro vende contratos de producción.
Así, los grandes exportadores pueden fijar el precio a futuro y asegurarse grandes volúmenes de producción en función de la especulación vinculada al mercado mundial y no a las necesidades de los productores, que finalmente recibe su cosecha en pesos.
Fuente: Presidencia de la Nación