La esperanza en el Comercio Exterior – Desp. Edgardo Abraham

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Han pasado gobiernos y aún no logramos establecer una regla clara para la estructura del comercio exterior argentino. Aquella que, décadas atrás, supo pregonar al mundo entero con fuerte inclusión en industrias nacionales.

Hoy nos toca atravesar una fuerte tormenta que va acompañada por la imperiosa necesidad de cuidar cada centavo de dólar en las arcas de un Banco Central, cada vez más urgido de fortalecer sus reservas.

Como bien dice la poesía, si los días son grises, se deberá conseguir colores para su resplandor y es ahí donde sale a flote las exportaciones de nuestro querido y amado país. A través, en su gran mayoría, del agro. Cada día que pasa, rezamos para que no haya sequías, inundaciones y todo aquello que entorpezca la producción.

Esos campos que recorren cada lugar del país llevando producción, mediante mano de obra calificada hacen aumentar las esperanzas para que, una vez por todas, volvamos a crecer como Nación.

Pero eso si, debo aclarar, que la única forma de llevar a cabo este sueño es incentivando y fomentando la producción nacional, con menos tributación e impuestos para poder ser capaces de ir aumentando la capacidad exportadora.

Sin embargo, queda mucho camino por recorrer, tierras por sembrar, fabricas por crear y sobre todo un estado que sea partícipe en el sostén de la sociedad, que la gente confíe en él y a través de ella, generar recursos en beneficio de la población.

Pueden aparecer países que quieran realizar acuerdos comerciales, debemos estar abiertos a escuchar las necesidades del otro pero sin olvidar las nuestras y, poder consensuar beneficios mutuos en busca principalmente, del crecimiento de esta Nación.

Dejemos de lado el partido político del que tengo al lado y busquemos la similitud en un mismo propósito: Que el comercio exterior crezca.

Unidos como país, como sociedad, como población la Argentina debe y tiene que estar por arriba de todo.

Creo que hay esperanza y de sobra, es cuestión de ir armando lentamente, sin pausa, el rompecabezas del nuevo comercio exterior argentino, sin banderas políticas y con una sola idea: Nuestra querida Patria.

Desp. Edgardo Abraham

 

Octubre 2.023