ANIMAL FARM – "Rebelión en la granja" – Dra. María Gottifredi
ANIMAL FARM “ Rebelión en la granja”
por Dra. María Gottifredi
“ALL ANIMALS ARE EQUAL
BUT SOME ANIMALS ARE MORE
EQUAL THAN OTHERS”
By George Orwell
Se invita a la lectura y estudio literario de esta novela que representa una realidad – en términos literarios fabularios – y reflexiona sobre la ingenuidad e inocencia de un pueblo de rancho, la demagogia de unos pocos, las promesas de una vida independiente basada en un proyecto común, la libertad y el principio de la igualdad.
Los Cerdos, conducen a los animales de una granja en la esperanza de una utópica comunidad de prosperidad e independencia del yugo humano a la construcción de un Molino. Precisamente en el momento de mayor esplendor en la conquista del objetivo, obtenida con esfuerzos inmensos, el trabajo solidario y el sudor de cada miembro de la granja, los “pocos más iguales que el resto”, someten a los animales, los traicionan, al punto de prescindir del único trabajador dócil, amable y fuerte, el Caballo, enviándolo al matadero, devastando en conjunto con el molino, toda ilusión y pérdida del símbolo de unión y dicha.
Estimadísimo lector, amén de que “Animal Farm”, procura por medio de la analogía literaria y recursos de la fábula adentrarse y mostrar con ojos inocentes la revolución rusa, considero que cabe hacer el intento de leer este buen cuento.
Todo floreciente nuevo líder, – como demuestra toda historia que se respete – atemoriza a su poblada endemoniando al ex líder, exponiendo que toda situación vivida en este presente es una ilusión de prosperidad creada por los ex malevos inescrupulosos, exponiéndose ellos mismos como Mesías y únicos salvadores. Convencen con recursos de oratoria y retórica amistosa – léase “camaradas, compañeros, ciudadanos, etc” – por medio del consenso y fuerza del grupo, colectividad, comunidad, llegar a la liberación definitiva, la igualdad, la real, celestial y verdadera prosperidad. Con la fortaleza suficiente del nuevo líder – que hoy nace y enfrenta al antiguo opresor – y con la tan conocida tenacidad, fuerza de caballo, sudor y perseverancia de cada miembro del grupo un destello de esperanza surge en los ojos y almas de cada gallina, pato, pollito, caballo, oveja, cordero y vaca para lograr en comunión desarraigar el mal provocado por los endemoniados.
Pero claro, para ello el nuevo líder ha de prometer algo, ha de crear algo más que la esperanza de conseguir dicha mencionada libertad del yugo humano, – quizás la superación de la profunda crisis del 2001 – allí es cuando encamina EL PROYECTO, aquel que no podrá ser conseguido por el líder solo, sino con el esfuerzo y sacrificio de cada miembro, la construcción de un Molino.
Los animales creen con convicción en su nuevo líder, se sienten contenidos y salen de la crisis – pero a sabiendas de tener que enfrentar las duras épocas que se avecinan.
Así las cosas, es el Caballo el que pone todo su trabajo a fuerza de pulmón y es el más importante en la consecución del proyecto, sin él nada podría conseguirse, – léase, sin el desarrollo y exportaciones del campo de “todas” las exportaciones y sudor del AGRO hoy Argentina habría triplicado la cantidad de ciudadanos que comían de la basura en el 2001 a las 8pm en las puertas de los restaurantes de la Av. Alem, – a cuadras nomás de la flamante Casa Rosada – entre otras muchísimas consecuencias aberrantes y descorazonadas que vimos, que vivimos y que tanto hoy nos duele recordar como argentinos.
El Caballo, el más dócil, el más fuerte, es enviado al matadero, a su ruina a su definitivo fin. Los animales lloran, gritan y se estremecen, no comprenden cómo el más fuerte, el más leal, el más perseverante fue abandonado por sus líderes, desoyendo sus gritos y patadas de relincho en el camión camino al frigorífico. De repente se sienten inseguros de sus propios líderes porque al miembro más importante en términos de fuerza y desarrollo fue dejado morir. Los animales consternados y asustados necesitan una explicación de esta traición de los Cerdos para con el Caballo.
Y es esta la parte más expresiva y triste de toda la prosa, al Caballo se lo había llevado un camión con una inscripción que decía “Matadero de Equinos”. Estimado lector, los Cerdos procurando calmar a los animales explican que el camión había sido comprado por el veterinario y el Caballo en realidad estaba internado en un Hospital Veterinario. ¡Mienten! Siempre mienten, lo habían vendido. Habían acopiado riqueza y comprado más wisky.
Aquellos Cerdos se pararon en dos patas, ya no había diferencia con los humanos.
Paciente lector, paciente, muy paciente amigo la fábula es eso, un sencillo cuento cuyos personajes son animales. Trabajando todos en nuestro país, hacemos patria de ese modo. Confiamos y apoyamos al dirigente responsable, que desarrolle la virtud de la prudencia imponiendo la tranquilidad en el orden en su pueblo. No somos animales ni unos ni los otros, somos una linda Nación, con una historia común, una lengua, un pasado. No todo lo vivido debe ser estigmatizado, somos todos y cada uno argentinos y estamos orgullosos de ello.
En esa actitud patriótica, y retomando lo expresado por George Orwell, deberemos observar que en esencia sí somos todos iguales, no hay algunos más iguales que otros. Sin embargo, el verdadero principio de igualdad es aquella medida que respeta las desigualdades accidentales en la alteridad. Busquemos el respeto, busquemos equidad.
Ni unos son cerdos ni otros caballos degollados, evitemos la animalización que expresa el autor.
Me despido, con estas palabras del Dr. Bernardino Montejano (H.) que al estudiar la Ley del Fomes expresó: “Por eso cuanto más lejos se encuentre el hombre de la razón, más cerca está de la irracionalidad, más cerca está de las bestias, más se animaliza.” […] “El bien arduo, que es el bien conforme a la razón, hay que lograrlo mediante la lucha permanente que se da entre lo espontáneo y lo difícil, ‘porque toda existencia humana, de individuo o de pueblo, es una pugna trágica entre lo espontáneo y lo difícil’. La libertad es el medio para obtener el bien racional, arduo, difícil.[1]”
María Gottifredi
Abogada
mariagotti@estudiogottifredi.com
[1] Curso de Derecho Natural. Bernardino Montejano (H.). Ed. Abeledo Perrot. 6ta Edición. Pags. 137 y 138.