Carry Trade o Carry Tarde: ¿Quién le acierta al dólar? – Mgter. Gustavo Scarpetta

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Un reconocido economista rosarino aconsejó el sábado 28 de junio vender la soja y ponerla en plazo fijo, subirse al carry trade. A su vez, el Ministro Caputo lanzaba la frase “Si te parece que el dólar está barato, comprá campeón”.

Y el lunes 30, los campeones se lanzaron a comprar, y el dólar subió 6% desde entonces y el Blue casi 8%. De esa manera el carry trade se pasó a llamar carry “Tarde” porque ya si lo hacías no convenía.

En esa misma fecha, el JP Morgan en su informe “Argentina, tomarse un respiro” recomendaba salirse del “carry trade” basado en tres factores: la menor liquidación del agro, la salida de dólares por turismo y la incertidumbre electoral.

Desde la salida del cepo, fue el mayor aumento. Ese fin de semana, previo al debut de la flotación Martín Rapetti de Equilibra había dicho que el dólar iba a estar entre 1.200 y el techo, mientras que Miguel Boggiano, director del Club de Inversiones pronosticó que los exportadores iban a empujar al precio hacia los $1.000.

Daniel Kahneman, ganador del premio Nobel de Economía, en su libro Ruido (“Noise”) indica que podemos necesitar reducir los sesgos, bajar los ruidos y buscar juicios independientes.

Kahneman promueve usar una visión externa, opiniones independientes y reglas claras para mejorar la precisión. Tal vez a dos de los economistas citados anteriormente la fuerte vinculación con el gobierno actual les terminó afectando el pronóstico.

El premio Nobel finalmente agrega que se puede acertar mucho en un pronóstico en el corto plazo, poco en el mediano término y nada en el largo plazo, por la gran influencia de variables inesperadas.

Sesgo, Ruido y Ruina: ¿Se Puede Predecir la Economía Argentina?”

¿Cómo pronosticar lo que viene? En el escenario actual, el Gobierno busca mostrar la baja de inflación como su mejor arma para la competencia electoral que se avecina, y está muy bien. Para eso necesita un dólar tranquilo que no afecte los precios, y no exista un pasaje de los movimientos de la divisa norteamericana a precios.

El pronóstico de los especialistas es que el dólar finalizará en diciembre a 1.470 pesos pero el Gobierno habría salido a intervenir en el mercado de futuros para que no supere los 1.300 en los mercados futuros. Mientras escribimos esta columna, la “SuperTasa” para las cauciones bursátiles buscan tentar para que los pesos no se vayan a los dólares.

Ese escenario tiene tres alarmas que llamaremos las 3 “R”:  Riesgo país, Reservas y Rojo en la cuenta corriente.

El Riesgo País se ubica en 770 puntos, luego de haber estado en 650 en mayo. Bajar ese indicador es necesario para volver a los mercados internacionales de deuda. El Riesgo no baja por motivos económicos y políticos. Sturzenegger lo llamó el Riesgo “kuka”. Y allí se abre una disyuntiva en el pronóstico, si gana el Gobierno el 7 de septiembre y luego al final de octubre o si por el contrario los resultados le son adversos. Los núcleos duros de cada grupo político están convencidos que ganarán, el tema es ¿qué dicen las encuestas y acertarán?. La oposición dice que el Riesgo es por malas políticas.

Caamaño de consultora Outlier dice que para bajar el Riesgo País es necesario acumular reservas.

Llegamos a la segunda “R”: Reservas. Las reservas brutas volvieron a los 40.000 millones mientras que las reservas netas están en 7.000 millones de dólares (negativas) cuando se había comprometido con el Fondo Monetario Internacional que fueran de 2.600 millones (positivas) para esta época.

Con reservas netas tan negativas es un gran impedimento para que el Riesgo País siga bajando. Y si no baja el Riesgo País debemos pagar los vencimientos en lugar de refinanciarlos, siendo un círculo vicioso.

Hay indicadores que deben destacarse en el tema de Reservas. El Gobierno decidió una especie de “dólar Soja” que finalizó el 22 de julio, luego de que se cerraran las DJVE a finales de junio. El gran ingreso de divisas del campo finalizó y hasta octubre se podrá exportar las commodities sin una llegada fuerte de divisas, mientras las importaciones y el turismo sigue agitando la demanda de los billetes verdes.

Adicionalmente el precio de la harina de soja-el producto más exportado por Argentina- está en el precio más bajo de los últimos 15 años (USD 281), dada la sobreoferta mundial de ese producto. Además, el precio en Chicago de la soja es el más bajo en 19 años, dice Gonzalo Agusto, Economista de la Bolsa de Cereales de Córdoba.

Las exportaciones vienen creciendo a un ritmo de 4% contra las importaciones a un velocidad de 34,6%, con otra gran diferencia. Las importaciones se deben pagar antes o al arribo, mientras que algunas exportaciones futuras ya se ingresaron (commodities) o pueden ingresar hasta dentro de 180 días.

Mientras la demanda por turismo sigue y genera un impulso adicional sobre el dólar. Se sumará que en la previa de las elecciones, muchos intentarán comprar sus paquetes turísticos para asegurarse un dólar más barato para el próximo verano, y hasta habrá algunos precavidos que compre pasajes para ver el último mundial de Messi en Estados Unidos.

La tercer “R”, el rojo en la cuenta corriente, preocupa porque es un indicador de que se gasta más de lo que se genera, y es más álgido con una situación de debilidad en las reservas.

El gobierno decidió un tipo de cambio pisado como parte de su estrategia inflacionaria, y eso fue también un instrumento en planes antiinflacionarios en Chile, Israel y múltiples ejemplos, y normalmente es una medida correcta. La gran debilidad es que Argentina tiene una pesada herencia con reservas alicaídas, pérdida de competitividad en sus exportaciones por varios factores -entre ellos las retenciones- y un riesgo país que imposibilita tomar deuda para refinanciar vencimientos. Volvemos al círculo vicioso.

El escenario optimista para el gobierno

El gobierno gana bien las elecciones tanto en el primer test en Septiembre como en Octubre, lo que disminuye el ruido político -que también genera la nueva actitud asumida por gobernadores- y el Riesgo País baja por debajo de los 450 puntos. Los nuevos vencimientos se pagan con refinanciación, y las reservas suben a través del superávit comercial. La inflación sigue su descenso y termina el año comenzando con una tasa menor al 1%. El dólar flota dentro de las bandas sin tocar techo evitando salir a vender.  Comienza una segunda etapa de reformas y discusiones que tienen que ver con el tema tributario y previsional.

Daniel Artana, economista de FIEL, dice que el techo de la banda es creíble y que llegado a ese punto, el carry trade sería más interesante y menos riesgoso, ya que sería ante una devaluación de 1% mensual contra una tasa mayor.  Un 2026 con crecimiento, baja inflación y dólar dentro de la banda. Sería tiempo de las reformas, aprovechando un año no electoral.

El otro Escenario

De las elecciones no surge un claro ganador o el gobierno es derrotado, y tanto el riesgo país como el mercado bursátil sienten el impacto. ¿Si al Gobierno no le va bien en las elecciones vas a comprar dólares o te quedas en plazo fijo?. El dólar aumenta de precio por la mayor demanda, y se traslada a precios.

El último reporte del FMI -External Sector Report 2025- reportó que el tipo de cambio de 2024 estaba sobrevaluado un 18,9%. Si corregimos ese número a hoy, debería estar cerca del techo de la banda. Sin dólares por un alicaído superávit y bajas reservas, el techo de la banda se perfora.

El gobierno ha mostrado cierta dosis de dogmatismo: “no vamos a comprar sino es al piso de la banda” y finalmente compró a otro precio.

Cada lector le otorgará un porcentaje diferente de probabilidad a cada escenario, y también podrá crear una mezcla u opciones alternativas. Mientras más se acercan los actos eleccionarios los sesgos complican más para realizar buenos pronósticos, e incluso al Gobierno para tomar las mejores decisiones.

Mgter. Gustavo Scarpetta