La sustitución de importaciones protege a los trabajadores argentinos
El vicepresidente reiteró que una política de sustitución de importaciones permite proteger el empleo de los argentinos. Subrayó que ello es «fundamental» y que se focaliza en «la producción, industrialización de la ruralidad y la incorporación de nuevas tecnologías».
Al ser entrevistado en Canal 26, el vicepresidente criticó que “hay un ataque permanente hacia funcionarios del Gobierno por la política de defensa de la producción nacional”.
“Esta es una política que le sirve a todos los argentinos: cuando nosotros estamos cuidando en la frontera algún producto es porque estamos cuidando el trabajo de los argentinos”, contrapuso Boudou ante las críticas.
Analizó al respecto que “en los 90, cuando hubo una apertura indiscriminada y nadie se ocupaba de esto, los grupos económicos estaban felices. Lo que pasaba era que cerraban todos los días puestos de trabajo y llegamos a tener cerca del 25% de desempleo”.
Por ello, consideró que “está bueno trabajar muy fuerte en un modelo de sustitución de importaciones que, como todo proceso transformador, va a tener algunas cuestiones que vamos a ir revisando e ir corrigiendo”.
“La Presidenta lo dijo muy claro: hay que poder tener modificaciones para no cambiar el rumbo. Lo importante es no cambiar el rumbo. Después hay aciertos y errores que se van ajustando permanentemente. Pero la defensa que tiene el modelo de la sustitución de importaciones del trabajo de las argentinas y los argentinos para nosotros es una premisa fundamental”, sostuvo Amado Boudou en ese reportaje realizado ayer.
En esa línea, y a modo de ejemplo, relató: “Hace dos años y medio se tomaba en sorna cuando nosotros trabajábamos muy fuerte con la industria automotriz en convenios de mediano plazo para que incorporaran más nivel de producción local a los autos que tienen partes importadas”.
“Nosotros nos sentamos, hicimos convenios de tres o cuatro años, para que vaya incrementándose la parte de fabricación local. Se burlaban hasta que se demostró con esfuerzo, con muchos funcionarios, que esos instrumentos sirvieron para que se sigan fabricando más autos, que no se perdieran puestos de trabajo. Y en eso vamos a seguir”, garantizó.
Consultado respecto de la figura pública del titular de Comercio Interior, arremetió: “Acá no es (Guillermo) Moreno sí, Moreno no. Es un equipo de trabajo donde el secretario de Comercio es una pieza importante. Pero lo importante es la política de sustitución de importaciones. Hay que hacerla”.
“Cuando se plantea ‘sería mejor de otra manera’, ‘sería mejor de tal o cual manera’, es la forma de que no se pueda avanzar. Entre lo mejor y posible uno siempre tiene que elegir el camino de lo posible, sobre todo cuando está en uno transformador, en un camino que se está ocupando del conjunto de los argentinos, de cuidar la producción. El mundo está muy complicado y todos los días tenemos noticias que, realmente, no dan tranquilidad hacia delante”, expresó Boudou.
Enfatizó, entonces, que “nos focalizamos en eso que la Presidenta marca: la producción, industrialización de la ruralidad, la incorporación de nuevas tecnologías”.
El vicepresidente destacó que este tipo de políticas sirvieron, incluso, para posicionar a la Argentina en el exterior. “Estuvo sesionando la FAO en Buenos Aires, que es el organismo vinculado a la alimentación de las Naciones Unidas, y fue muy importante. El presidente de la FAO decía que necesitan ‘mucho más de la Argentina’. Esto marca un reconocimiento a cómo se ha trabajado en estos años: tanto el Gobierno y los productores en ir incrementando de forma sustancial el nivel de producción que es bueno para nuestras exportaciones, para el conjunto del país, la dinámica económica, pero que también es bueno para la población internacional”.
Por otra parte, y respecto una posible sanción de los EEUU, explicó que ello “consistiría en algunas preferencias que se perderían dentro del comercio bilateral”. “En términos concretos son muy pocos –aclaró. Pero son estas inconsistencias que uno advierte muchas veces en aquellos que quieren enseñarnos a hacer todo con el manual de ellos”.
Boudou sostuvo que “la verdad es que hay gran cantidad de productos argentinos que no pueden ingresar a los Estados Unidos por barreras para-arancelarias. El caso más paradigmático son los limones”.
“La Argentina es el primer productor mundial de limones, hay firmas muy importantes que utilizan los limones argentinos, y sin embargo hacen proteccionismo de algunos productores agropecuarios norteamericanos”, se quejó. “Entonces, nuestro supuesto proteccionismo espanta al diario La Nación, a algunos actores económicos, pero el de los Estados Unidos les parece fantástico”.
El funcionario opinó que “claramente hay un establishment que es financiero, de grupos económicos concentrados, que es de una cierta aristocracia argentina y que pretende que nada cambie porque ellos son los ganadores permanentes”.
Pero explicó que desde el Gobierno “estamos convencidos que para que la Argentina pueda estar cada día mejor (para todos: los que piensan igual y los que piensan distinto) es muy importante profundizar las transformaciones; que haya una mejora en la distribución del ingreso ha demostrado en esta etapa que es muy importante porque sostiene la demanda agregada, sostiene el consumo”.
“Si algo le permitió a la Argentina atravesar la crisis internacional con crecimiento, con inclusión social, han sido las políticas que la Presidenta tomó. Esto es inobjetable”, arguyó el ex ministro de Economía.
Prosiguió con que “esos grupos concentrados están atados a sus propias ideas, con una carga muy fuerte de un status quo que pretenden mantener. No les interesa que se incorporen nuevos consumidores, más empleo”.
“En los gobiernos de Néstor (Kirchner) y Cristina Fernández de Kirchner se ha trabajado de forma muy fluida en el crecimiento. Antes cada tres año venía un plan: Primavera, Austral, Bonex, todos planes en los que parecía que el mundo empezaba ese día y lo que en verdad pasaba era que había una distribución de ingresos de los que menos tienen hacia los que más tenían”.
Con todo, destacó el vicepresidente que “la ciencia económica va entendiendo que una mejor distribución del ingreso no es solo un imperativo moral sino que, además, ha demostrado que es una herramienta eficiente para enfrentar las crisis”.
“Porque cuando hay más consumo hay más demanda, se focalizan los ingresos hacia personas que van resolviendo necesidades pero, al mismo tiempo, mueven el motor de la economía a través de su consumo y esto permite que haya un sistema de inversiones que genere nuevos puestos de trabajo y, de esta manera, poder sortear la crisis”, concluyó.