BRASIL: Rousseff anuncia megaplan de inversión en infraestructuras

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La presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, dio a conocer la puesta en marcha de un gigantesco plan de estímulo económico por valor de 133.000 millones de reales (53.520 millones de euros), destinado a expandir la red de carreteras y ferrocarriles del país durante los próximos 25 años.

De acuerdo con la mandataria, el proyecto, que desembolsará la mitad de su presupuesto total durante los cinco años venideros y cerrará las concesiones a las empresas en el plazo de 13 meses, contempla la ejecución de 7.500 kilómetros de carreteras y 10.000 kilómetros de red ferroviaria, incluido el polémico tren de alta velocidad entre Río de Janeiro y Sao Paulo.

“Para continuar siendo un país justo, Brasil debe tener una economía cada día más competitiva, con buenas infraestructuras”, indicó Rousseff y adelantó que en los próximos días se darán a conocer también nuevas inversiones en puertos y aeropuertos.

Amplia acogida tuvo inmediatamente el anuncio del plan entre el sector privado y la opinión pública brasileña, que lo considera un importante impulso para la modernización de las atrasadas infraestructuras del país y, especialmente, para la economía nacional, que este año se prevé crezca apenas un 2 por ciento, muy lejos del 7,5 por ciento de 2010, lo cual hace temer que el gigante sudamericano se esté frenando.

El empresario más rico de Brasil y uno de los más ricos del planeta, Eike Batista, ha calificado el proyecto del Gobierno de Rousseff de “kit felicidad”. Según el magnate, se trata de una “iniciativa audaz”, pues «en los últimos 20 años hemos invertido muy poco en infraestructuras en relación al PIB. Me atrevo a decir que estamos con un déficit de 300.000 millones de dólares. Por ello, esta megainiciativa es espectacular”, indicó El País.

Por su parte, Paulo Sérgio Passos, ministro de Transportes, señaló que la ampliación y la mejora de las infraestructuras son “condiciones imperativas” para reducir los costes de producción del país y aseguró que las condiciones para la licitación de las obras serán inflexibles.

La única incógnita que plantean los expertos, agrega el diario español, es si esta vez las obras serán realmente llevadas a cabo sin que se queden en un mero anuncio como ocurrió en 2007, durante el Gobierno del ex presidente Lula da Silva, cuando se anunció una inversión de 1.200 millones de reales en carreteras.

Según aquel programa, las obras deberían concluir a principios del 2013, pero hasta febrero de este año, según el diario Folha de Sâo Paulo, solo se habían gastado 100 millones de reales y cinco de los ocho proyectos previstos aún no han empezado.

Analistas políticos consideran que la presidenta se juega mucho con este ambicioso plan, que en caso de no resultar exitoso puede costarle incluso la reelección en 2014.

(SPANISH.CHINA.ORG.CN)