UNCTAD – Una esperanza comercial

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La guerra en Ucrania envió ondas de choque a toda la economía mundial, en particular a través de las interrupciones en el comercio de alimentos y fertilizantes de dos de los principales graneros del mundo, Ucrania y la Federación Rusa. Esto dejó a millones de personas en los países en desarrollo y menos adelantados al frente de una crisis alimentaria y de precios.

En julio de 2022, se firmaron dos acuerdos: uno es el memorando de entendimiento entre las Naciones Unidas y la Federación Rusa para facilitar el acceso sin trabas de sus exportaciones de alimentos y fertilizantes a los mercados globales. La segunda es la Iniciativa de Granos del Mar Negro (BSGI), firmada por la Federación Rusa, Türkiye, Ucrania, y atestiguada por las Naciones Unidas para permitir la exportación segura de cereales, fertilizantes y otros productos alimenticios desde los puertos ucranianos en el Mar Negro.

Estos acuerdos han ayudado a reducir el costo de los alimentos, estabilizar los mercados mundiales y mantenerlos abiertos.

Sin embargo, este progreso es frágil y persisten las presiones sobre los precios. Si bien los precios de los alimentos han bajado desde su máximo histórico al comienzo de la guerra, siguen siendo altos en comparación con los niveles anteriores a la crisis. Además, las depreciaciones de las monedas impiden que muchos países en desarrollo se beneficien de las disminuciones de los precios mundiales y, en los casos más graves, los precios incluso han subido. Además, como suele ser el caso, los más vulnerables son los más afectados, en particular las mujeres.

Las Naciones Unidas siguen comprometidas con ambos acuerdos y con eliminar todos los impedimentos restantes que restringen el acceso de alimentos y fertilizantes de la Federación de Rusia y Ucrania a los mercados mundiales.

Este informe se concentra en mostrar los beneficios de uno de los acuerdos, la Iniciativa de Granos del Mar Negro, y su contribución para aliviar las presiones del mercado y evitar los peores impactos de la crisis alimentaria.

La continuación y la implementación efectiva de ambos acuerdos son vitales para la seguridad alimentaria mundial.