China acelera la inversión en América Latina

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A medida que va incrementando su inversión al exterior, China ha logrado convertirse ya en el segundo país en exportación de capitales del mundo. Durante la crisis financiera (2007-2008), dicho índice representó un 8,5% de todo el capital exportado a nivel global.

 

 

Asimismo, las inversiones chinas de los últimos años en América Latina y el Caribe (ALC) siguen sobresaliendo. ALC llegó a ser en 2011 el segundo destino de las inversiones chinas en el exterior. Según estadísticas de la CEPAL, China fue el tercer país de inversión directa en 2010 en ALC (9% de todo el capital extranjero que la región atrajo), tras EE. UU. (17%) y Holanda (13%).

 

 

En los últimos años, las inversiones directas chinas en ALC se han caracterizado por los siguientes puntos.

 

Rápido ritmo de crecimiento

 

Tanto en el flujo como en la suma existente, las inversiones directas de China en ALC han experimentado un rápido ascenso. Hace cinco años sus cifras no significaban casi nada.

 

 

Solo a partir de 1983, cinco años después de la aplicación de la reforma y apertura al exterior, China comenzó a establecer unas cuantas empresas mixtas en Latinoamérica. En la década de 1980, China desarrolló 40 proyectos en dicha región. De una inversión mixta total de 40,8 millones de dólares, la contribución de la parte china fue de 20,92 millones. A principios del siglo XXI, las empresas chinas crearon 200 compañías de capital chino y mixto en más de 20 países, y la suma de las inversiones chinas alcanzó los 1.000 millones de dólares.

 

Desde 2003 las inversiones en ALC reflejan una tendencia de acelerado crecimiento: 1.038 millones de dólares (2003), 6.466 millones (2005) y 8.469 millones (2006). Entre 2003 y 2009 las inversiones directas en ALC ocuparon un 29,7% del flujo total de las inversiones directas chinas en el extranjero, ubicándose solo por detrás de lo invertido en la región asiática.

 

 

2010 fue el año en el que China invirtió la mayor cantidad de dinero en América Latina, lo que hizo que el flujo a esa región sumara 15.000 millones de dólares, cifra que llegó a los 10.100 millones en el año siguiente, y que representó un 16,8% de las inversiones chinas no financieras de aquel 2011. Al mismo tiempo, las inversiones latinoamericanas en China fueron también incrementándose. Hasta finales de 2011, el monto total acumulado de las inversiones sumaba unos 153.300 millones de dólares, un 13,1% de toda la inversión que llegó a China.

 

 

Desequilibrios en países y sectores

A pesar de que América Latina y el Caribe son importantes destinos para la inversión china, hay un desequilibrio en la distribución. La mayoría de las inversiones fluyen hacia las islas Caimán y Vírgenes de Gran Bretaña, dos paraísos fiscales, además de países como Brasil, Argentina, Perú, Venezuela, Ecuador, Bolivia, Chile, entre otros, quienes mantienen mayores vínculos comerciales con China. Por otro lado, China invierte poco en México y América Central (con excepción de Costa Rica), aunque en los últimos dos años se ha registrado un rápido crecimiento de las inversiones en el país azteca.

 

 

Las inversiones chinas se distribuyen principalmente en sectores como la energía y la minería. Últimamente se han ido extendiendo a otras áreas, como la manufactura, la infraestructura, la agricultura, etc.

 

 

Gran terreno para la inversión

 

Vale la pena señalar que las grandes empresas estatales constituyen la principal fuerza en materia de inversiones chinas en ALC. Según las estadísticas, entre 2000 y 2010 las inversiones directas de las empresas gubernamentales chinas representaron un 87%, mientras que las de las privadas, un 13%. En el sector del petróleo sobresalen compañías transnacionales estatales como Sinopec, CNOOC y Sinochem, que colocaron grandes fondos en Brasil y Argentina; en el sector mineral, destacan CHALCO y China Minmetals Group en Perú y el Grupo Siderúrgico Wuhan en Brasil.

 

 

Otra notable tendencia de los últimos años es que las empresas privadas chinas vienen aumentando sus inversiones en ALC, sobre todo en áreas como las telecomunicaciones (Huawei, ZTE, entre otras), en computación (Lenovo) y en la industria automovilística (BYD, Chery, Geely, Great Wall y otras marcas).

 

 

De acuerdo con el Ministerio de Comercio de China, hasta fines de 2009 las empresas chinas establecidas en ALC sumaban 500. Aunque dentro de esa cifra no podemos hallar muchas grandes compañías estatales, la mayor parte de las inversiones pertenecen a estas.

 

 

Beneficio mutuo y ganancia compartida

A finales de 2011, la suma existente de inversiones directas chinas no financieras en Latinoamérica alcanzó los 54.000 millones de dólares y el volumen comercial sino-latinoamericano fue de 241.500 millones. Sin duda, este considerable y rápido desarrollo fomentará la cooperación económica entre ambas partes y sobre todo impulsará en gran medida las inversiones directas en esta región.

 

Gracias a estas inversiones, China proporciona fondos, tecnología y empleos en ALC, que son utilizados por los gobiernos de algunos países para abrir un nuevo camino de desarrollo, como ocurre con sectores como la construcción de infraestructuras y el desarrollo de procesamientos.

 

 

Por otra parte, las favorables condiciones de la región, consistentes en ricos recursos naturales, amplio mercado, políticas preferenciales para la inversión extranjera, TLC suscritos con Chile, Perú y Costa Rica, así como la condición de China como miembro del Banco Interamericano de Desarrollo, ofrecen un buen incentivo para el ingreso de las empresas chinas en ALC. Además, los nuevos ajustes en la estructura industrial generados por los países latinoamericanos, debido a la crisis financiera mundial, han creado también buenas oportunidades para los inversionistas chinos.

 

 

Obstáculos a vencer conjuntamente

 

A finales de 2006, la reserva de divisas de China registró el récord de 1,07 billones de dólares, convirtiéndose en el país de mayores reservas en el mundo. Dicho índice alcanzó los 3,18 billones a fines de 2011, con el que se mantuvo el liderazgo. Como se señala en el Documento sobre la Política de China hacia América Latina y el Caribe, emitido el 5 de noviembre de 2008, el Gobierno chino estimula y apoya a las reconocidas empresas chinas que se dirigen a ALC a incrementar la cooperación en áreas como la manufactura, la agricultura, la silvicultura, la pesquería, la energía, la explotación de recursos minerales, la construcción de infraestructuras y los servicios, y que realizan contribuciones al desarrollo económico y social común. Al mismo tiempo, el Gobierno chino le da la bienvenida a las empresas latinoamericanas que deseen invertir en el país. El Gobierno considera a ALC como una de las zonas más importantes de inversión al exterior. Hay confianza en que las inversiones directas hacia Latinoamérica continúen experimentando un rápido crecimiento.

 

 

Del mismo modo, debemos tomar en cuenta los obstáculos y desafíos que enfrentan las empresas chinas en ALC: riesgos en el Estado, la gestión y la tasa de cambio; los problemas en la infraestructura, el ambiente de financiamiento, las políticas tributarias, la eficiencia del Gobierno; la barrera del idioma; las limitaciones en el capital extranjero; las normas sobre protección laboral en ALC, pues los sindicatos tienen poder y son frecuentes las huelgas y negociaciones en cuanto a los salarios; la aplicación de nacionalizaciones en algunos países en los que invierten; así como el desconocimiento que las empresas chinas tienen sobre las políticas locales, las leyes, la cultura, las costumbres, el mercado, las características de consumo, la competitividad, etc. Todo lo que se menciona antes necesita del esfuerzo aunado entre ambas partes, con el fin de vencer los obstáculos y generar ganancias compartidas.

 

Fuente: http://spanish.mofcom.gov.cn