La Argentina y Chile afianzan su intercambio de productos agropecuarios
El Senasa y el SAG aprobaron el certificado zoosanitario para el ingreso de lana ovina sucia, dinamizando la industria lanera de la Patagonia.
La Argentina y Chile afianzan su intercambio bilateral de agroproductos. Nuestro país abrió su mercado a la importación de lana ovina sucia proveniente de la Nación trasandina para ser procesada e industrializada en la Patagonia.
El Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa) y el Servicio Agrícola Ganadero (SAG) de Chile acordaron ayer el certificado zoosanitario para el ingreso a la Argentina de lana ovina sucia proveniente del país trasandino.
Este es el resultado de la agenda de trabajo bilateral acordada por las autoridades del Senasa que encabeza el presidente Carlos Paz, con el embajador de Chile en nuestro país, Nicolás Monckeberg, y el director comercial de ProChile, Raimundo Swett Amenabar, en su vista a la sede del organismo en diciembre pasado.
Entre otros requisitos, el certificado zoosanitario acordado entre el Senasa y el SAG establece que la lana ovina sucia exportada desde Chile a la Argentina debe estar libre de sarna y de melofagosis ovina, o haya sido almacenada por un lapso mínimo 30 días en el país exportador sin estar expuesta a potenciales fuentes de contaminación/infección parasitaria. La medida abre la posibilidad de un mayor desarrollo de la industria nacional lanera.
Julio Aisenstein, secretario de la Federación Lanera Argentina (FLA), dijo que «es una muy buena noticia para el sector. Es algo por lo que hemos venido bregando desde hace 20 años. Nos permitirá reactivar nuestra industria con la consecuente creación de empleos para los trabajadores de la región y el efecto multiplicador que eso implica en toda la cadena productiva lanera».
El también presidente de Establecimientos Textiles Ituzaingó SA, una de las principales exportadoras de lana de la Argentina, agregó que «el volumen que ingrese desde Chile de lana sucia nos permitirá ocupar la capacidad ociosa de nuestra industria debido a que aún sufrimos las consecuencia originadas en el sector productivo por la erupción del complejo volcánico Puyehue-Cordón Caulle en 2011».