Reflexiones sobre el Trabajo de las mujeres en el sector pesquero y la violación de los derechos humanos – Ab.  María Grazia Blanco.[1] (desde Venezuela)

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Hemos decidido a raíz de una noticia en las  redes sociales sobre una violación a una pescadora  a bordo, iniciar una investigación de un mundo que confesamos  nos ha sido ajeno en el plano laboral.

Definitivamente,  este  hecho, con el que  tuvimos contacto de forma tangencial, ha logrado convertirse en  el estímulo para retomar el estudio  de una temática  que marco nuestro transitar por la Facultad de Derecho durante nuestra época de pregrado.  El pasado mes de septiembre,  la Revista MG News, del cual somos productores,  trataba de destacar una hazaña de una pescadora que a simple vista había logrado pescar y manipular un pez de grandes dimensiones. Convirtiéndose esto,  en el  eje central de la  noticia. Pasado unas horas,  una de nuestras seguidoras y colega  nos informó que la mujer que aparecía en la nota como victoriosa había sido violada a bordo.  En ese momento, solicitamos información para complementar y no paramos de hurgar entre los múltiples reportes de sucesos similares con los que nos topamos, descubriendo una cruenta realidad que merece ser contada.

Aprovechando la invitación que nos hiciera Mercojuris, hemos decido hacer un alto y compartir con ustedes un extracto de este artículo que publicaremos este año.

Introducción 

En una de las celebraciones del día de la Pesca Mundial  la FAO y la Santa Sede hicieron un llamamiento para terminar con las violaciones de los derechos humanos que se repiten en la industria pesquera en todo el mundo y es que este sector,  ha estado plagado de situaciones controvertidas como  el tráfico de personas, trabajo forzoso, pesca ilegal, siendo todas ellas nocivas y una  amenazan para el sector pesquero  y para los millones de personas que dependen de él. En el tiempo algunos  organismos han alzado sus voces contra estas injusticias, una de ellas es la Organización Internacional del Trabajo (OIT), quien estima que cada año, decenas de  pescadores mueren desempeñando su trabajo.

Debemos confesar que los informes consultados  han sido realmente asombrosos, ya que los abusos de derechos humanos en el sector pesquero, tanto en países en desarrollo como desarrollados son alarmantes, por lo que se observa tristemente el aumento sostenido de  trabajos en condiciones de esclavitud, incorporándose a esto, la trata  indiscriminada de seres humanos y los atropellos a los derechos de los menores de edad, que debido a sus condiciones de pobreza , hoy forma parte de la gran lista de violaciones que se consienten o se aceptan de forma solidaria y silente  en este silo XXI.

Pero la gran pregunta es  ¿Qué se entiende por violaciones graves a los derechos humanos? :  “Son las conductas que contravienen los derechos inderogables de las personas tales como la vida, la integridad personal, la dignidad, la libertad reconocidos por los tratados internacionales y que pueden constituir crímenes de lesa humanidad”.[2]

Mirando nuestro objetivo principal, debemos recordar que  la violencia sexual ejercida contra  las mujeres, “tiene causas y consecuencias específicas de género, ya que se utiliza como forma de sometimiento, humillación y método de destrucción de la autonomía de la mujer y que, inclusive, puede derivar en una forma extrema de discriminación agravada por situaciones de especial vulnerabilidad, -tales como la pobreza y la niñez-, lo que implica que la víctima sufra una intersección de discriminaciones”.[3]

Continuando con nuestra derrota, es válido  emitir un  argumento anticipado,  que nos puede ayudar a la compresión del tema en estudio,  ya que  los quebrantamientos a los derechos humanos en el sector pesquero no atienden a un tema de género, por el contrario,  afecta de forma grave a las mujeres, hombres y niños, que hacen vida en este mundo.

Para el profesor Pedro Nikken: “La noción de derechos humanos se corresponde con la afirmación de la dignidad de la persona frente al Estado. El poder público debe ejercerse al servicio del ser humano: no puede ser empleado lícitamente para ofender atributos inherentes a la persona y debe ser vehículo para que ella pueda vivir en sociedad en condiciones cónsonas con la misma dignidad que le es consustancial”.[4]

Y siguiendo con el destacado especialista , debemos acentuar que  cuando se refería a las bases de esta inherencia,  afirmaba:  “El fundamento de este aserto es controversial. Para las escuelas del derecho natural, los derechos humanos son la consecuencia normal de que el orden jurídico tenga su arraigo esencial en la naturaleza humana. Las bases de justicia natural que emergen de dicha naturaleza deben ser expresadas en el derecho positivo, al cual, por lo mismo, está vedado contradecir los imperativos del derecho natural. Sin embargo, el iusnaturalismo no tiene la adhesión universal que caracteriza a los derechos humanos, que otros justifican como el mero resultado de un proceso histórico”.[5]

Para introducirnos  en la temática propuesta al inicio, es obligado  recordar en esta primera fase de nuestro análisis,  que existe el  Convenio 188 de la OIT sobre el trabajo en la pesca que entró en vigor en  noviembre de 2017. Este es un importante instrumento para combatir las prácticas laborales inaceptables que se producen en el sector, pero revisando las estadísticas que hemos tenido a la mano,  pareciera entonces, que no tiene  efectividad dentro de esta industria. Pero lo más sorprendente,  es que junto a este Convenio, encontramos el Acuerdo sobre medidas del Estado Rector del Puerto, que entró en vigor en junio de 2016, estableciéndose, como  el primer tratado  internacional vinculante diseñado para eliminar la pesca ilegal, no declarada y no reglamentada. De acuerdo a lo explorado, ambos han tenido un resultado muy limitado o inexistente desde el punto de vista de su efectividad,  ya que se hemos comprobado la poca utilidad que han tenido, para  combatir los delitos que se producen en esta esfera, convirtiéndose en una verdadera quimera.

El lector en este punto se preguntará y que tiene que ver este último instrumento legal,  con la protección de los derechos laborales de los pescadores, tratando de responder este y otros cuestionamientos similares, merece  la pena hacer una pausa para  disipar la duda, reconociendo  que si efectivamente se cumplieran  con las inspecciones portuarias instituidas  en el Acuerdo in comento, probablemente, esto podría incidir en la reducción significativa de  las violaciones de los derechos humanos,  tomando en cuenta, que el mismo, ha sido ratificado por 36 signatarios en representación de 63 países,  convirtiéndose en un número significativo, para confirmar su fuerza dentro del ordenamiento jurídico internacional.

Dentro de los trabajos a destacar con miras a defender las condiciones de los trabajadores en el sector pesquero, encontramos que  la FAO  ha venido realizando un trabajo que ha denominado: “la Iniciativa Esperanza Azul” ubicando este proyecto en  una región mediterránea para fortalecer los medios de vida en las comunidades costeras. [6]

Quienes conocen al sector pesquero,  seguramente han corroborado su complejidad, ya que en él,  se establecen  cadenas de valor muy largas y globalizadas. Tal vez por esta razón,  el Ministro Susi de Indonesia  expresó en ese encuentro que tuvo lugar  entre la FAO y la Santa Sede “que las irregularidades y la ilegalidad están generalizadas en todo el sector pesquero”. Y si bien destacó la problemática existente,  reconoció  “que se tiene los medios necesarios para buscar soluciones. Dentro de sus grandes reflexiones, una que merece  descartarse,  es la siguiente: “Se debe garantizar que los alimentos del mar que llegan a nuestra mesa hayan sido producidos no solo de manera respetuosa con el medio ambiente, sino también en beneficio del bienestar económico y social de quienes se encargan de su captura  y procesado”.[7]  Y concluyó: – “ha quedado  muy claro que hace falta un compromiso político sólido”.  –  “Juntos podemos erradicar esta forma de esclavitud de la era moderna que persiste en el sector pesquero”. [8]

Dentro de las premisas que sostienen la actividad pesquera y que se encuentra en la doctrina consultada,  hemos encontrado algunas que merecen ser reseñadas en esta oportunidad,  como por ejemplo: -su contribución  a la seguridad alimentaria mundial, – al bienestar de las personas y a la prosperidad económica, y en especial,  -su  importancia para las comunidades costeras de numerosos Estados. Asimismo,  poniendo el reflector en el producto o resultado de estas operaciones, – el pescado-  , hemos comprobado que este sigue siendo uno de los alimentos básicos más comercializados del mundo, y si revisamos la rata de empleo en el sector, observaremos que ha crecido más rápidamente que la población mundial.

Además, no debemos olvidar que las actividades  de esta industria tan importante para la economía de los países,  da empleo a millones de personas y permiten el sustento de familias, grupos y comunidades. Convirtiéndose, en esencial para los países en desarrollo, donde los productos pesqueros muchas veces suponen la mitad del valor total de productos básicos comercializados.[9] Pero en paralelo a su importancia económica, existe otros aspectos que no se pueden dejar de lado y que atiende al trabajador, por lo que es imperativo  garantizar un nivel de bienestar humano compatible con la protección del medio ambiente, con el fin de generar prosperidad a largo plazo y garantizar unas perspectivas sostenibles para las generaciones actuales y futuras.[10]

Es por ello, que se han encendido las alarmas y se ha venido exigiendo  la responsabilidad de la comunidad  internacional, toda vez que “la pesca, incluida la acuicultura, constituye una fuente vital de alimentos, empleo, recreación, comercio y bienestar económico para las poblaciones de todo el mundo, tanto para las generaciones presentes como para las futuras y, por lo tanto, debería llevarse a cabo de forma responsable.”[11]

Atendiendo a los resultados de  la Cumbre de Estambul, celebrada en mayo de 2016, donde se instituyó,  que  la pesca es un recurso vital para el futuro de nuestras familias. Subrayándose con preocupación, “que 200 años después de la abolición de la trata transatlántica de esclavos, casi 21 millones de personas siguen trabajando bajo coacción, sobre todo en la economía informal e ilegal”. [12]Dentro de las estadísticas expresadas, se describe que en torno al 90% del trabajo forzado que hoy persiste viene impuesto o basado en la complicidad de los  agentes privados, principalmente en industrias de trabajo intensivo como la pesca”.[13]

Vamos a tratar de  enunciar y analizar de forma breve  las  características que merecen ser apreciables con respecto al  sector en estudio, tomando lo establecido en los textos consultados: [14]

1- Globalización de la Industria Pesquera.

-Las investigaciones y el trabajo de las organizaciones internacionales  más competentes – FAO y la OIT,  así como el de la sociedad civil– destacan que la pesca y la acuicultura se han convertido en industrias globales que emplean a gran número de trabajadores, en muchos casos personas ya vulnerables por su condición de migrantes  o víctimas de la trata o de trabajo forzados.

2- Inseguridad Laboral:

Los trabajadores contratados a través de agencias de empleo se enfrentan a una inseguridad laboral constante, con contratos que suelen ser de solo cinco o seis meses. Los trabajadores empleados por cooperativas enfrentan la misma inseguridad, ya que una de las condiciones para seguir siendo miembros de sus respectivas cooperativas es mantener un empleo.

3- Falta de Garantías:

En este trabajo no existe  garantía alguna de ser empleados de nuevo. Los trabajadores contratados en buques de pesca viven prácticamente aislados durante largos periodos de tiempo, privados no solo de garantías contractuales, sino también de sus derechos básicos más fundamentales.

4- Jornadas prolongadas de trabajo:

Los buques de pesca, y especialmente los dedicados a la pesca de altura, tienen una capacidad creciente de permanecer en el mar durante periodos prolongados, que pueden llegar a durar varios años. En lugar de entrar en puerto  periódicamente, estos buques pueden transbordar las capturas de pesca y repostar combustible de embarcaciones más pequeñas.

Todo lo anterior sirve de bandeja de plata para consolidar una cantidad de irregularidades en la prestación de servicio, que se pueden resumir en:

1-Malas condiciones para las tripulaciones a bordo:  Las tripulaciones muchas veces viven  en condiciones de hacinamiento y poco dignas, privadas  de libertad,  tomando en cuenta la retención  de sus documentos ya que su labor se desarrolla tras largos periodos de trabajo forzado y escasamente  remunerado.

2-Falta de Libertad:

Todo esto se traduce  en falta de libertad para abandonar o desembarcar en los puertos de escala,  pudiendo así, escapar a tiempo de los abusos y atropellos a los que son sometidos. Y es aquí donde encontramos en primer argumento para sostener que en este mundo se establecen historias que merecen ser contadas.

Resulta  increíble concebir y ciertamente inaceptable,   que practicas  ya proscritas,  aún sea soportadas por trabajadores en pleno siglo XXI. Tal vez la primera causa de todo esto,  sea que el sector industrial del procesado de pescado sea un  trabajo “informal”  que escapa de la esfera  de los contratos definidos o nominados que existen y que aportan unas mínimas garantías sociales.

Lo cierto,  es que se ha establecido un esquema nocivo y perjudicial para las condiciones laborales de estos trabajadores  del mar, todas estas experiencias ilegales se han fortalecido debido al silencio que ha caracterizado a todos aquellos que se han lucrado en el tiempo de esta actividad  o que han  alcanzado  beneficios económicos a través de estos  de excesos y violaciones.

 Las mujeres y el sector marítimo 

La teoría nos revela:  “La incorporación a la marinería por parte de las mujeres, en tiempos únicamente presentes en los mascarones de proa de los buques transatlánticos del mundo, representa un fenómeno de dimensión menor, aunque al alza. Sin embargo, mientras se abren camino a bordo de las grandes embarcaciones de todas las regiones, la sal y el mar son sólo parte de las dificultades a las que se enfrentan. Como se destaca en un nuevo estudio de referencia de la OIT, la discriminación, el acoso sexual y un arraigado escepticismo respecto a sus virtudes y capacidades pueden constituir escollos igualmente relevantes”.[15]

Visto lo anterior,   se podría concluir : “ que son muchas las mujeres que  han seguido el navegar de  sus antepasados varones en la marinería, cruzando la brecha de género, en su momento, más vasta que cualquier océano”. [16]  Añadiendo , que en la actualidad , continúan siendo víctimas de violaciones graves a los derechos humanos.

Existe un importante  estudio  de la  OIT, titulado “Women Seafarers: Global employment policies and practices”  que se establece como el primero en ocuparse  de la situación de la gente de mar contemporánea de sexo femenino a escala mundial. Si bien desarrolla los derechos dentro de la marinería, “el estudio pone de manifiesto que, mientras se abren camino en las rutas de la mar, las marineras se enfrentan no sólo a las dificultades habituales de la meteorología, el trabajo duro y las condiciones adversas de navegación, sino también a otros problemas de gravedad como la discriminación, el acoso sexual y la desaprobación de sus padres y, además, con frecuencia, se ven relegadas a ocupar puestos de baja remuneración con escasas oportunidades de ascenso”.[17]

Bajo la óptica de  Cleopatra Doumbia-Henry, Directora del Departamento de Actividades Sectoriales de la OIT ha quedado muy claro que  “En los últimos 50 años, las mujeres han comenzado a ser contratadas en un número cada vez mayor  a bordo de los buques mercantes y las embarcaciones de pasajeros del mundo”. En este sentido, considera que  “Si este estudio ayuda a mejorar las condiciones de trabajo, aunque sea de unas pocas mujeres, resultará un éxito”. Y concluye:  “Obviamente, esperamos que dé lugar a una mayor participación y a la disposición de puestos de mejor calidad para las mujeres que trabajan en el mar y en el sector marítimo en su conjunto.»[18]

En cualquier caso, la discriminación y el acoso de menor escala son sólo una parte de la historia. Muchas mujeres denuncian también casos de acoso sexual o, como mínimo, aluden al temor que les producen sus compañeros varones. El estudio basado en varias entrevistas revela,   la adopción de medidas drásticas para evitar los acosos, incluida la alteración o “desfemenización” de su apariencia  traduciéndose en casos concretos, como el de una  ingeniera que  llegó a afeitarse la cabeza u otra que se vio obligada  a pegar un puñetazo a un primer oficial para conseguir que saliera de su habitación.[19]

Si ponemos la lupa en los informes de la OIT encontraremos estos datos estadísticos:

a-Sólo el 1 o 2% de los 1,25 millones de marineros activos en el mundo son mujeres. No obstante, en el sector de los cruceros, representan del 17 al 18% de la fuerza de trabajo.

b- Un 94% de las mujeres se encuentran empleadas en buques de pasajeros (un 68% en transbordadores y un 26% en cruceros), mientras que el 6% restante trabaja en cargueros (es decir, buques contenedores, petroleros, etc.).

c- En cuanto a los empleos, hay mujeres capitanes e ingenieros jefe, así como otros oficiales. No obstante, en general, las mujeres trabajan como personal de hostelería en embarcaciones de pasajeros. De este último grupo, un 51,2% procede de países de la OCDE, un 23,6% de Europa oriental, un 9,8%, de América Latina y África, un 13,7% del Lejano Oriente, y un 1,7% de Asia Meridional y Oriente Medio.[20]

Por su parte,  la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO, por sus siglas en inglés),  revela que a nivel mundial las mujeres representan el 19% de las personas empleadas directamente por la pesca, y hasta el 50% de la mano de obra postcaptura en la pesca artesanal. Ciertamente desempeñan un importante papel en el sector pesquero y sus  oficios incluyen la pesca, el marisqueo, la acuicultura, el procesamiento y comercialización de pescado, la reparación y creación de redes, así como la administración y la gestión de las empresas pesqueras.

Hay que señalar que el trabajo  de la mujer en este mundo ha estado invisibilizado históricamente y aunque en los últimos años ha habido un creciente reconocimiento de la importancia de incluir a las mujeres en todas las facetas de la pesca y de abordar las desigualdades de género en el sector, aún queda mucho por hacer.[21]

En el caso español, la mujer está cada vez más presente y visible en las cofradías de pescadores, y su participación es esencial para garantizar la igualdad de género y la sostenibilidad en la industria pesquera[22].

Al hablar de este sector  “se debe  incluir  a personas que desarrollan su trabajo a bordo de buques y embarcaciones pesqueras, pero además  comprende a otros trabajadores que no precisan embarcarse y que forman parte de diversos colectivos, englobados como parte de la industria auxiliar a la pesca en actividades vinculadas a la labor extractiva que realizan los buques, o realizando otras funciones que son necesarias para el adecuado funcionamiento de la flota, tales como la descarga del pescado, su procesamiento y comercialización, la reparación y fabricación de redes o la gestión de las cofradías que los representan; así como aquellos colectivos que se dedican a las actividades de marisqueo o acuicultura”. [23]

“Los anteriores grupos profesionales, a diferencia de los que realizan su trabajo embarcado, tienen en común el estar constituidos mayoritariamente por mujeres, que suelen ser en su mayoría trabajadoras autónomas. Además, se mantiene la misma división de tareas que tradicionalmente se producía en función del género (las mujeres trabajaban en tierra, mientras los hombres se iban a la mar), circunstancia que no ha cambiado a pesar de la progresiva regularización de la situación laboral de las mujeres. Según el ISM, se estima que sólo un 5,44% del personal embarcado son mujeres (1.234 mujeres en el año 2018, frente a 21.430 hombres)”.[24]

Una vez aceptado los datos anteriores, podemos afirmar que cuando se evalúa la situación actual de las mujeres dentro del mundo marítimo se observa lo expresado en el informe de la OIT:

1-No existen grandes problemas con el  acceso a la formación para hacerse a la mar, existen varias  instituciones dedicadas a la formación marítima  y a la promoción  activa de la matriculación de mujeres.

2- Estando a bordo: las mujeres suelen experimentar problemas para ser aceptadas inicialmente, y en ocasiones se ven obligadas a “probar su valía”. No obstante, con el tiempo, suelen ser capaces de integrarse en las tripulaciones y de llegar a ser aceptadas y valoradas por sus compañeros.

3- En cuanto a la  promoción laboral en las embarcaciones de transporte de mercancías, el estudio de la OIT descubre  que las mujeres creen que disfrutan de las mismas posibilidades de promoción que los hombres, aunque esta sensación varía de unas compañías a otras; en algunas, consideran que existe cierta reticencia a ascenderlas a puestos de alta responsabilidad, en otras, pueden emprenderse iniciativas especiales destinadas a la promoción de mujeres.

4- En lo relativo  al trabajo de la hostelería a bordo de buques de pasajeros, el informe destaca,  que la situación es menos inequívoca. Ya que  los ascensos tienen más que ver con el origen étnico que con el género.

Pero regresando a nuestro objetivo inicial y siendo más profundos en el análisis de los delitos que se cometen a bordo,  debemos expresar  que uno de ellos es  el acoso sexual, por lo que ha quedado confirmado que, esta forma de abuso puede ir del acoso verbal y los comentarios inapropiados, al asalto físico.

En el sector pesquero observamos una desatención a esta situación, contraria al  sector de los cruceros que han adoptado políticas rigurosas de lucha contra el acoso sexual y han logrado  reducir el número de incidentes de este tipo. Estas prácticas, han contribuido notablemente,  a  animar a las mujeres a que busquen la asistencia de la propia empresa en tales situaciones. Si se revisa el sector del transporte de mercancías parece que la acción o atención es menor, demostrando que hay mucho camino por recorrer en aplicación de los derechos de las trabajadoras del mar.

Si bien el trabajo en el mar no ha logrado  establecerse como seguro y digno en el sector pesquero, debemos señalar,  que  cuando se examinan las ventajas de las mujeres a bordo, surgen una cantidad de particularidades positivas que se agregan o se incorporan con ellas, pero a los efectos de este estudio resaltaremos las más simples, tratando de demostrar que su presencia en las actividades marineras,  es necesaria,  por lo que debemos trabajar de forma sistemática para alcanzar su desarrollo bajos condiciones decentes y satisfactorias. Por lo tanto, no olvidemos que su  incorporación a las tripulaciones puede mitigar la sensación de aislamiento que padecen numerosos marineros, por otro lado, las mujeres constituyen una fuente de talento marítimo infrautilizada, a la que se debe acudir para compensar la escasez de trabajadores del mar.

Conclusión 

A modo de ir concluyendo en esta primera etapa de nuestro estudio, creemos valido expresar que durante esta lectura algo ha quedado muy claro para todos: dentro del mundo marítimo de esta “Era”, se confirma la voluntad activa por corregir los flagelos o delitos nocivos  que destruyen la actividad marinera, por lo que debe abordarse de forma sostenida practicas adecuadas y efectivas,  buscando en todo momento,  lograr las condiciones para establecer el bienestar social y el respeto a un trabajo decente y digno  por parte  de los trabajadores sin distingo de género. Asimismo, lograr condiciones en los convenios colectivos  que se adecuen al trabajo de la mujer a bordo.

En este sentido, debemos reconocer que  la OIT ha realizado un proceso de  compilación exitoso y titánico, que se ha traducido en un procedimiento de consolidación de sus numerosos Convenios sobre el trabajo marítimo en una única norma integrada. El objetivo de adoptar una norma de aceptación universal que dé lugar a la mejora de las condiciones de toda la gente de mar, ha sido aplaudido por la comunidad marítima mundial.

Ciertamente , consideramos que Convenio MLC  2006 o de Trabajo Marítimo es un ejemplo del esfuerzo colosal y sistemático que ha realizado  este organismo por cimentar un trabajo con apego a los derechos laborales y sociales, que se requieren para fundamentar un trabajo decente a bordo. Esperamos que el trabajo en el sector pesquero adquiera igualmente  relevancia  a nivel normativo dentro de esta organización,  con miras a garantizar  la  protección de  sus trabajadores. Si cuantificamos el número de Convenios de la OIT relacionados con gente de mar,  notaremos que hay una notable diferencia con respecto a los referidos a los  trabajadores del sector pesquero.

Consideramos que es obligatorio tomando en cuenta los Objetivos de Desarrollo Sostenible, avocarse a la discusión y análisis de la situación de los trabajadores del sector  pesqueros, ya que de esta forma contribuiremos a consolidar un mundo posible y mejor para las nuevas generaciones.

Nos comprometemos en el mes de noviembre completar  este artículo a los fines de contribuir con los esfuerzos que desde la Academia se hacen en pro de los trabajadores del sector pesquero y de la gente mar.

Ab.  María Grazia Blanco

[1] Abogado egresado de la Facultad de Ciencias Jurídicas y Políticas de la Universidad Central de Venezuela y postgraduada en Derecho Marítimo y Negocio Naviero en la en la Escuela de Estudios Superiores de la Marina Mercante y la Universidad Nacional Experimental Marítima del Caribe, respectivamente. Socio fundador de la firma Bolinaga & Blanco Asesoría Marítima y Mercantil, C.A. Profesora en la Universidad Marítima del Caribe y la Universidad Central de Venezuela, en las cátedras de Seguro Marítimo y Riesgo de la Navegación respectivamente. Miembro titular del Instituto Iberoamericano de Derecho Marítimo, exvicepresidente de la rama venezolana del Instituto Iberoamericano de Derecho Marítimo. Miembro titular de la Asociación Venezolana de Derecho Marítimo y ex directora de Legislación. Miembro titular del Comité Marítimo Internacional, Miembro de WISTA Venezuela, Miembro del Comité Jurídico de la RedMAMLA, Presidente del Consorcio Costa Afuera. Conferencista y articulista a nivel nacional e internacional. Editora de la Revista MG NEWSLETTER MARITIMO.

[2]chromeextension://efaidnbmnnnibpcajpcglclefindmkaj/https://www.gob.mx/cms/uploads/attachment/file/579003/9_PRESENTACION_VIOLACIONES_GRAVES_A_LOS_DERECHOS_HUMANOS.pdf

[3]chromeextension://efaidnbmnnnibpcajpcglclefindmkaj/https://www.gob.mx/cms/uploads/attachment/file/579003/9_PRESENTACION_VIOLACIONES_GRAVES_A_LOS_DERECHOS_HUMANOS.pdf

[4]chromeextension://efaidnbmnnnibpcajpcglclefindmkaj/http://www.derechoshumanos.unlp.edu.ar/assets/files/documentos/el-concepto-de-derechos-humanos.pdf

[5]chromeextension://efaidnbmnnnibpcajpcglclefindmkaj/http://www.derechoshumanos.unlp.edu.ar/assets/files/documentos/el-concepto-de-derechos-humanos.pdf

[6]file:///C:/Users/PC/Documents/Violaciones%20de%20los%20derechos%20humanos%20en%20el%20sector%20pesquero..pdf

[7]file:///C:/Users/PC/Documents/Violaciones%20de%20los%20derechos%20humanos%20en%20el%20sector%20pesquero..pdf

[8]file:///C:/Users/PC/Documents/Violaciones%20de%20los%20derechos%20humanos%20en%20el%20sector%20pesquero..pdf

[9]file:///C:/Users/PC/Documents/Violaciones%20de%20los%20derechos%20humanos%20en%20el%20sector%20pesquero..pdf

[10]file:///C:/Users/PC/Documents/Violaciones%20de%20los%20derechos%20humanos%20en%20el%20sector%20pesquero..pdf

[11]file:///C:/Users/PC/Documents/Violaciones%20de%20los%20derechos%20humanos%20en%20el%20sector%20pesquero..pdf

[12]file:///C:/Users/PC/Documents/Violaciones%20de%20los%20derechos%20humanos%20en%20el%20sector%20pesquero..pdf

[13]file:///C:/Users/PC/Documents/Violaciones%20de%20los%20derechos%20humanos%20en%20el%20sector%20pesquero..pdf

[14]file:///C:/Users/PC/Documents/Violaciones%20de%20los%20derechos%20humanos%20en%20el%20sector%20pesquero..pdf

[15] https://www.ilo.org/es/publications/mujeres-marineras-contra-viento-y-marea-por-mar-y-por-tierra-las-mujeres

[16] https://www.ilo.org/es/publications/mujeres-marineras-contra-viento-y-marea-por-mar-y-por-tierra-las-mujeres

[17] https://www.ilo.org/es/publications/mujeres-marineras-contra-viento-y-marea-por-mar-y-por-tierra-las-mujeres

[18] https://www.ilo.org/es/publications/mujeres-marineras-contra-viento-y-marea-por-mar-y-por-tierra-las-mujeres

[19] https://www.ilo.org/es/publications/mujeres-marineras-contra-viento-y-marea-por-mar-y-por-tierra-las-mujeres

[20] https://www.ilo.org/es/publications/mujeres-marineras-contra-viento-y-marea-por-mar-y-por-tierra-las-mujeres

[21] https://www.fncp.eu/la-mujer-en-la-pesca/

[22] https://www.fncp.eu/la-mujer-en-la-pesca/

[23]chrome-extension://efaidnbmnnnibpcajpcglclefindmkaj/https://www.mapa.gob.es/es/pesca/temas/red-mujeres/1seguimiento-en-cifras-sobre-la-situacion-laboral-de-la-mujer-en-el-sector-mayo_tcm30-425320.pdf

[24] chrome-extension://efaidnbmnnnibpcajpcglclefindmkaj/https://www.mapa.gob.es/es/pesca/temas/red-mujeres/1seguimiento-en-cifras-sobre-la-situacion-laboral-de-la-mujer-en-el-sector-mayo_tcm30-425320.pdf