Los agentes de carga en la coyuntura COVID19 – Nuevos desafíos – Lic. Hernán Lerena

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La crisis generada a partir del COVID19 ha puesto de manifiesto el rol crucial que cumplen los agentes de carga y empresas logísticas para las agencias sanitarias gubernamentales y también un amplio sector de la sociedad para quienes la naturaleza global de la economía plantea el riesgo de ver interrumpida la cadena de suministros de productos hoy considerados esenciales. Es por ello que se hace fundamental conocer las particularidades de la coyuntura que atraviesa la industria de los agentes de carga en pos de tomar decisiones estratégicas frente a los nuevos desafíos que se plantean.

 

Luego que la Organización Mundial de la Salud (OMS) declarase la pandemia, el efecto casi inmediato para la carga aérea fue la progresiva disminución de la capacidad de espacio en bodega por la suspensión de operaciones de vuelos de pasajeros dejando solamente disponibles vuelos cargueros. La contracara de esta situación fue principalmente una drástica reducción en la demanda de espacio debido a la interrupción de la producción en China, uno de los mercados de carga aérea más grandes del mundo. El resultado inicial del reacomodamiento de las condiciones del mercado fue un incremento en el costo del transporte aéreo lo cual es esperable que progresivamente vaya retornando a niveles previos a la pandemia. Si bien es innegable la incertidumbre imperante, lo que si queda claro es que la carga aérea juega un papel vital. Por ello es de gran importancia que los gobiernos eliminen trabas y generen estímulos para permitir un funcionamiento eficiente de la carga aérea y dejar sentadas las bases para su pronta recuperación.

 

En lo que respecta al tráfico de carga por vía marítima, para evitar el colapso de las tarifas los transportistas marítimos redujeron las salidas de sus vapores desde ahora hasta fines de junio. A esto se le debe sumar el hecho que probablemente algunos operadores prefieran no “tocar” ciertos puertos por temor a un brote viral en sus grandes naves porta contenedores aunque cuenten con tripulaciones mínimas. La dinámica de este sector, al igual que la carga aérea pero con otra velocidad, también se vio seriamente afectado por los efectos de la cuarentena en los distintos países: el cierre masivo de fábricas en China dejó contenedores inmóviles en las puertas de los exportadores; la implementación de protocolos sanitarios que afectaron a aquellas tripulaciones que hubieran estado en puertos de países considerados de riesgo e importadores se vieron forzados a explorar alternativas de almacenaje para sus mercaderías por las cancelaciones de órdenes de compra entre otras consecuencias. Es importante reconocer que si bien los distintos gobiernos impulsados por las circunstancias hicieron un esfuerzo ad-hoc por agilizar la entrega de materiales considerados esenciales, se puso también de manifiesto la necesidad imperiosa de lograr procesos burocráticos y de control más dinámicos. En tal sentido queda planteada una gran oportunidad para que las sugerencias realizadas por distintos actores de la industria sean consideradas e implementadas.

 

Es cierto que los agentes de carga y empresas logísticas están a las claras demostrando su rol “esencial” en tiempos de pandemia pero es a su vez innegable que la industria se está desacelerando como corolario de la disminución de la actividad económica a nivel global. Si bien es prematuro poder cuantificar con cierto nivel de certeza el impacto total de una fase recesiva en nuestro sector, es fundamental avanzar con la planificación de estrategias y gestión de recursos que permitan amortiguar dicho efecto haciendo que aquellas organizaciones con mayor flexibilidad puedan mantener e inclusive incrementar sus operaciones en tiempos de crisis.

 

Hernán Lerena

Savino Del Bene Argentina S.A.

Vicepresidente