Volver al futuro 2! (Disolución de la AFIP, creación de la ARCA) – Mgter Gustavo Fadda

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Por Decreto 953/2024 con vigencia desde fecha de su publicación – 25/10/24, el gobierno de Javier Milei decide la creación de la  Agencia de Recaudación y Control Aduanero – ARCA, ente autárquico dentro del Ministerio de Economía, y determina disolver la Administración Federal de Ingresos Públicos – AFIP.

ARCA, es la continuadora jurídica y mantendrá las responsabilidades, competencias y funciones asignadas a la AFIP, hasta la fecha de publicación de las normas referentes a las competencias, facultades, derechos y obligaciones y de la Estructura Orgánica y Funcional del ente autárquico, las que deberán ser elevadas dentro de los 60 días  hábiles administrativos siguientes a la fecha de entrada en vigor del presente, por parte del titular del organismo.

La Agencia estará a cargo de un Director Ejecutivo (Florencia Misrahi), con una duración de su mandato de CUATRO (4) años, pudiendo ser designado por sucesivos períodos.

Será secundado por un Director General a cargo de la Dirección General Impositiva (Andrés Edgardo Vázquez), y un Director General a cargo de la Dirección General de Aduanas (José Andrés Velis).

Las facultades, atribuciones y competencias, en materia de recurso de la seguridad social, serán ejercidas por la DIRECCIÓN GENERAL IMPOSITIVA.

Se transfieren desde AFIP los recursos, el personal, los bienes, el presupuesto vigente, los activos y el patrimonio, compromisos, derechos y obligaciones.

El personal del organismo que se disuelve mantendrá su actual situación de revista alcanzado en su carrera administrativa.

Previamente a la publicación oficial del instrumento legal, el gobierno lo anunció mediáticamente con bombos y platillos, fiel a su estilo punzante, agresivo y marketinero, que aplicaba la motosierra al organismo y que vendría acompañado con despidos de personal, pase a disponibilidad e intimación compulsiva a miles de empleados en condiciones de jubilarse, exacerbando su discurso y poniendo como ejemplo los sueldos del personal jerárquico de la institución, que oscilan entre los 18 y 32 millones de pesos, sin tener ningún prurito de que se trata de no más de 17 personas y nombradas por el mismo gobierno, pero logrando instalar en la sociedad de que esos valores son la remuneración de los casi 21.900 empleados que tiene AFIP, cuando la realidad indica que ni por asomo ni por realidad virtual aumentada se llega a esas cifras.

Resumen.

28 años después de su creación, se disuelve la Administración Federal de Ingresos Públicos – AFIP, mega organismo de recaudación, creado en 1997 por el gobierno de ese entonces, que siguiendo las recomendaciones del Fondo Monetario Internacional – FMI, tomó como modelo el concepto de Agencia Estatal Tributaria Única aplicado en Europa y Estados Unidos, respectivamente.

Un poco de historia.

Durante el segundo gobierno de Carlos Menem en Argentina (1995-1999), el país enfrentó varios problemas económicos y políticos que generaron tensiones y desafíos significativos. Algunos de los problemas más destacados en esa época incluyen:

– Crisis Económica.

 A pesar de que Menem había implementado un modelo económico de convertibilidad que inicialmente estabilizó la economía e hizo caer la inflación, hacia la mitad de su segundo mandato comenzaron a manifestarse signos de crisis. La economía se contrajo, hubo un aumento del desempleo y una creciente pobreza.

– Deuda Externa.

La creciente deuda externa se convirtió en un tema central. El gobierno había tomado préstamos significativos para sostener el modelo económico, y el servicio de la deuda comenzó a ser insostenible, generando temores de default.

– Desigualdad Social.

 A pesar de ciertas mejoras en algunos indicadores macroeconómicos, las políticas de ajuste llevaron a un aumento de la desigualdad y malestar social. La concentración de la riqueza y la exclusión de algunos sectores exacerbaron las tensiones sociales.

– Corrupción y Escándalos Políticos.

 Durante este periodo, surgieron numerosos escándalos de corrupción relacionados con el gobierno y miembros del partido oficialista. Esto minó la confianza pública en las instituciones y el liderazgo de Menem.

Podemos citar como casos paradigmáticos los casos de DGI, IBM, Banco Nación y por supuesto el de la Aduana Paralela, el cuál fue deliberadamente aprovechado y explotado políticamente, haciéndolo crecer geométricamente en los medios y opinión pública para cubrir y tapar los demás hechos, que derivó en la intervención de la entonces Administración Nacional de Aduanas, y posteriormente, con la creación de la AFIP incorporada a la misma con la nueva estructura de Dirección General de Aduanas.

Vale aclarar, que años después, luego de la exhaustiva investigación llevada a cabo por la Procuración del Tesoro de la Nación, la Justicia determinó que los delitos ocurridos estaban dentro de la media mundial y por debajo de los niveles verificados en la Unión Europea.

Sin embargo el personal, los recursos humanos de la aduana, fueron estigmatizados y agredidos verbal y moralmente durante años, ya que la presión mediática influía en la opinión pública de que todos los males del país eran por la corrupción aduanera.

En definitiva, DGI y Aduana estaban enfrentando serios problemas de gestión, incluyendo la evasión fiscal y el contrabando, lo que dificultaba el cumplimiento de sus funciones.

AFIP consolidó las tareas, buscando una mayor eficiencia en la cobranza de impuestos y en la regulación del comercio exterior.

–  Inestabilidad Política.

 A medida que el contexto económico se deterioraba, la oposición política se fortalecía. Esto generó un clima de inestabilidad, con crecientes movilizaciones y reclamos sociales.

La creación de la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP), se puede ver como una medida destinada a reformar la administración tributaria y la recaudación fiscal.

  1. Expresión de un Cambio Administrativo: La creación de la AFIP fue presentada como un avance en la eficiencia administrativa y la modernización del Estado, tratando de dar una imagen de acción y compromiso por parte del gobierno.
  2. Desvío de la Atención: La implementación de nuevas políticas fiscales y la reestructuración de la administración tributaria podrían haber sido utilizadas como una maniobra para desviar la atención de la creciente crisis económica y los problemas estructurales que enfrentaba el país y a la sociedad argentina en su totalidad.
  3. Reforzamiento del Control Estatal: La AFIP otorgó al gobierno más herramientas para controlar la evasión fiscal y asegurar ingresos, lo cual podría haber sido visto como una forma de hacer frente a la crítica por la mala gestión de los recursos y la crisis económica.

Desde su integración a la AFIP, la Aduana ha estado bajo la dirección de este organismo, lo que ha llevado a cambios en la forma de operar y en los procesos burocráticos, con un enfoque en modernización y en el uso de tecnologías para mejorar la eficiencia.

Sin embargo, este cambio también ha sido objeto de críticas y debates sobre su efectividad y el impacto en el comercio exterior del país.

Esta reestructuración fue parte de una política más amplia del gobierno argentino para aumentar la recaudación y mejorar la gestión fiscal.

Reflexiones.

Una de las principales razones para la creación de AFIP, fue la necesidad de modernizar y eficientizar la recaudación de ingresos fiscales en un contexto de integración económica y apertura de mercados, donde la economía argentina se encontraba en proceso de globalización.

Gobierno de Javier Milei.

Sabiendo que era urgente y necesaria una reestructuración de la AFIP, el interrogante que planteo, es si realmente ¿era necesario eliminarla?

En cuanto a las razones de fondo detrás de la disolución de la AFIP y la creación de ARCA, estas pueden incluir:

  1. Desregulación y liberalización económica:

Milei promueve un enfoque más liberal en la economía, lo que incluye la reducción de impuestos y la simplificación de la administración tributaria.

  1. Percepción de ineficiencia y corrupción:

Se ha argumentado que la AFIP estaba sobrecargada y que había problemas de corrupción. La creación de un nuevo organismo puede ser vista como una forma de renovar la confianza pública y mejorar la eficiencia.

  1. Cambio ideológico:

La agenda política de Milei incluye un cambio profundo en la forma en que el Estado interactúa con la economía y los ciudadanos, buscando reducir la intervención estatal y fomentar la inversión privada.

La situación de la Aduana en el contexto de cambios económicos, políticos o sociales tiene aspectos positivos, tales como:

– Facilitación del Comercio: Si los cambios incluyen reformas que simplifican los procesos aduaneros, esto podría facilitar el comercio internacional y atraer inversiones.

– Modernización: La implementación de nuevas tecnologías y sistemas de gestión puede mejorar la eficiencia y reducir el tiempo de despacho de mercancías.

Incremento de la Recaudación: Un sistema aduanero más efectivo puede aumentar la recaudación fiscal, beneficiando al estado.

Mejor Control y Seguridad: Cambios que fortalezcan la vigilancia y control pueden ayudar a prevenir el contrabando y la evasión fiscal.

Más allá del horizonte.

Ahora bien, más allá de todo lo planteado, y mirado desde la óptica de un profesional de ciencias económicas y administrador de empresas, todo el costo y gasto financiero, como así también el costo de oportunidad  que significará el cambio institucional, luego que la marca “AFIP” ha logrado el sentido de pertenencia de los agentes de Impositiva, Aduana y Seguridad Social, y un tema no menor, fue posicionada en la mente de los empresarios, profesionales, contribuyentes, exportadores e importadores, y hasta en el ciudadano común, entonces el interrogante que nos mueve a reflexión, ¿fue realmente dimensionado y cuantificado?

Si no nos detenemos en el árbol y buscamos visualizar el bosque, seguramente veremos que millones de dólares se dilapidarán en cambios de diseños de logos, documentación, papelería oficial, señalética, ploteos de vehículos, edificios, centros de fronteras, indumentaria del personal, etcétera, en este cambio organizacional y que saldrán del bolsillo de los contribuyentes, importadores y exportadores.

Por otro lado, ¿con qué necesidad se busca estigmatizar a los agentes  y poner a la sociedad en contra?

Al contrario, tendría que ser al revés y resaltando el rol de la Agencia en que el 99 % del personal no tiene cargos políticos ni jerárquicos, y que trabajan recaudando el dinero para las escuelas, universidades y hospitales, que no podrían seguir trabajando sin dichos ingresos, y menos pagar los salarios de los maestros, médicos, policías, y también poder sostener obras sociales y cobrar las jubilaciones.

Conclusión.

La transformación de la AFIP en la ARCA podría ser vista como una estrategia integral para mejorar la administración fiscal en el país.

Las diferencias específicas pueden incluir cambios en la estructura organizativa, en los procedimientos administrativos, y en la filosofía de recaudación, así como un enfoque en la simplificación de trámites y la reducción de la burocracia.

Además, Milei ha enfatizado la necesidad de un sistema tributario menos invasivo y más eficiente, lo cual podría ser uno de los pilares sobre los que se basa la creación de esta nueva agencia.

El personal de la AFIP puede experimentar preocupación o resistencia al cambio, especialmente si implica reestructuración, nuevos procedimientos o la adopción de tecnologías que requieran capacitación. Sin embargo, también pueden ver oportunidades en estas transformaciones para mejorar la eficiencia y la transparencia en la recaudación de impuestos.

La comunicación y la educación son clave para mitigar temores y promover una comprensión más clara sobre los beneficios esperados de los cambios. La participación de la sociedad en el debate sobre estas transformaciones también puede ser fundamental para generar un sentido de pertenencia y aceptación.

Si bien muchos de estos argumentos dependen de la especificidad del contexto político y económico del momento, y de la implementación efectiva de estas ideas, la reestructuración de la agencia podría tener el potencial de abordar problemas históricos y adaptarse a necesidades emergentes.

La valoración de la situación de la Aduana tras los cambios dependerá de su enfoque y de cómo impacte a los diversos actores involucrados en el comercio.

Mgter. Gustaavo Fadda